Capítulo 14.

6.8K 615 604
                                    

Su piel estaba caliente. Sus manos no dejaban de recorrer mis caderas, mi vientre. Su fuerza al empujar era deliciosa. Podía mirar algunas gotas de sudor que caían desde las puntas de su cabello dorado.

El príncipe Taehyung se refugiaba en mi cuello, besando y mordiendo cuanto podía. El placer que me hacía sentir era descomunal, mi piel temblaba justo momentos después de sus caricias.

La cama hacía mucho ruido. De pronto, las sábanas eran como nubes para mí, él estaba colocándome en un grado de sensibilidad muy alto con rapidez. Quería tocarle también, devolverle el placer que estaba dándome, pero no tenía fuerzas para hacerlo. Me estaba destrozando sin piedad. No podía hacer más que gimotear.

— Eres tan deliciosa —ronroneó en mi oído—. Estás temblando tanto que me enloquece —sus suaves y firmes embestidas seguían mientras hablaba— Quiero que digas mi nombre.

Si de esa forma podía retribuirle todas éstas sensaciones lo haría.

— Prín-príncip-pe Tae...

— No —me interrumpió—, sólo mi nombre. Quiero escuchar como pronuncias mi nombre con tu débil voz, saber que eres débil por mí.

— Tae... —no podía. Él no me lo permitía.

— ¿Qué pasa? —ronroneaba sobre mi piel.

Cada vez que intentaba hablar él me mordía, me chupaba, me embestía, me acariciaba. Me impedía terminar, y eso es lo que realmente disfrutaba.

— No, no...

— Agnes, quiero escucharte. Queremos escucharte. Hay que dar un buen espectáculo.

¿Espectáculo?

Silbidos y aplausos con gritos de ánimo se hicieron presentes.

Miré a mi alrededor.

La cama no estaba en su habitación.

Estábamos de vuelta en el la sala privada del sótano, siendo vistos por todos los miembros.

Mi cuerpo caliente se convirtió en hielo. Todos gritaban eufóricos, maldecían. Quería vomitar, quería llorar.

— ¡Mira esas caderitas! ¡Quiero saborearlo también!

— ¡Abre más las piernas zorrita, ahí caben dos!

— ¡Grita más fuerte sucia gata!

— ¡Voy a cerrarte la boca con esta grande de aquí, perra!

Las lágrimas me brontaron en ese instante. ¿Porqué el príncipe Taehyung me estaba haciendo esto?

— Oye —me llamó el príncipe, sonriéndome en la cara de la forma más desvergonzada— no hagas eso, no llores —su siguiente embestida me hizo gritar pero no sentí placer, sólo dolor— hay que hacer de esto algo entretenido.

De pronto, unas manos sostuvieron mis brazos sobre mi cabeza. Risas se escucharon.

— ¿¡Q-qué!? ¡No!

Un chico al que no podía distinguirle el rostro se acercó con una prenda en las manos. Todo parecía tan rápido, el aire se me iba. Sólo podía gritar que de detuviera. El príncipe Taehyung desapareció en ese momento, dejándome desnuda y expuesta. Seguí gritando. Me cubrieron los ojos. Grité más, más fuerte. Dos, tres, cinco, ocho, un montón de manos tocándome por todos lados. El vomito subía, el miedo me estaba asfixiando y arrancando las extremidades.

— ¡¡Detente!! ¡¡No, no, no, basta!! ¡¡Auxilio!!

Yo tenía que morir en ese instante.

— ¡¡Príncipe!!

The Election of the Prince [Taehyung] ; EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora