Capítulo 17.

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Él príncipe Taehyung estaba hurgando en el mini bar. Dijo que yo necesitaría un trago en varios puntos de su explicación, pero en ningún momento se burló, él lo decía realmente serio, y eso me congeló.

El hecho de que me pidiera tomar asiento, verificara que la puerta de la habitación estaba cerrada y sacudiera su cabello ideando cosas me asustó más.

Se acercó a la mini sala, trayendo consigo un vaso shot, llenándolo con el líquido de otra botella, y por fin se sentó frente a mí, del otro lado de la mesa.

Sé que no era su intención, pero me a predispuesto a sentir miedo de la verdad.

— Creo que ya sabes lo que te diré —se recargó sobre el sofá, posando su mano sobre la orilla del respaldo—, pero no puedo empezar por ahí, hay algo aún más importante que eso.

¿Algo más?

— Bien, estoy lista para saber.

El príncipe Taehyung se me quedó mirando unos momentos.

— Voy a contestar todas las preguntas que tengas después de esto, así que no te preocupes ni lo pienses dos veces, sabrás todo lo que quieras saber.

Ahora estaba preocupándome más.

— De acuerdo —tragué saliva—, lo haré. Continúe.

Parecía que le daba pesar, como si estuviera preocupado, como si no quisiera decírmelo él mismo. El príncipe Taehyung estaba siendo muy precavido desde que lo enfrente.

Exhaló.

— Agnes, tú nunca podrás casarte.

Silencio. Esto no era lo que estaba esperando escuchar.

— ¿Qué?

Él en verdad estaba tomando esto con seriedad, su aspecto lo demostraba todo.

— Ahora que eres mi moza, no tienes permitido casarte. No puedes tener una familia.

No sabía que estaba diciendo. Mejor dicho, yo no sabía cómo me estaba sintiendo.

— ¿Cómo que no puedo casarme ni tener familia? O sea... ¿nunca?

— No, nunca.

El príncipe Taehyung permitía que estuviera en silencio. Creo que estaba dispuesto a ir despacio, y decir de poco en poco, sólo lo que en el momento era suficiente.

— Sea más claro —mi petición sonó demasiado tranquila, y es que por dentro, tenía todo un desorden de sentimientos y pensamientos. Mi cuerpo aún se encontraba esperando a ser quebrantado, como si de manera instantánea apareciera un escudo gigante aferrado a no irse, y por ende, es tan fuerte que no me permite saborear lo que sea que esté sintiendo ahora.

— Claro —se inclinó, apoyando los codos sobre sus rodillas—, la verdad es esta. Un príncipe requiere un servicio completo, es decir, requiere toda la vida de una persona para el momento en que lo necesite. No debe existir algo más importante en tu vida, sólo mi bienestar, por ende, no puedes tener un esposo ni hijos, tu atención debe estar completa en mí.

Se esforzó en que esa explicación fuera lo más amable para algo tan relevador.

— ¿No tengo elección sobre mí misma?

— Por supuesto que la tienes, pero no igual que antes de que te convirtieras en moza.

Aún seguía pensando. Quería atrapar las emociones que corrían locas por mi interior y poder expresarlas, pero no lo lograba.

— En pocas palabras, eres como mi dueño.

El príncipe estaba... aún serio.

— Sí, así es.

The Election of the Prince [Taehyung] ; EN PAUSAWhere stories live. Discover now