Abrí las persianas al amanecer, había ya pasado dos años de que no la tenía conmigo, me mudé a un departamento, cerca de la ciudad de Nueva York, quería cambiar, antes de que la depresión me consumiera, camine hacia la cocina, prepare el desayuno para después irme a trabajar, baje con mi maletín y subí al coche, al llegar al trabajo todos me dieron pendientes y me puse en marcha, había una chica, Adalia se llamaba, era linda, hemos coqueteado un par de veces pero simplemente no podía, ______ me seguía a todas partes, mi mente es como si fuera solo de ella. Tome asiento en mi escritorio y ella Adalia llegó.
-Kj, Buenos días.
-Buenos días Adalia- Ella se marchó yo simplemente pase mis manos sobre mi cabello, esto era muy incómodo, al la hora del descanso, estaba en frente de una máquina expendedora, comida chatarra era mi mejor amiga en el tiempo de descanso. Me senté en mi escritorio mientras comía una bolsa de papas fritas y un refresco.
-Kj, te quería preguntar que si querías ir a tomar el café hoy, inauguraron un nuevo café en la plaza comercial de la vuelta- hablo Adalia interrumpiendo mis pensamientos.
-Si, está bien, te veo ahí después de el trabajo- Ella asintió y se fue, después de mi jornada de trabajo fui a esa cafetería nueva y ahí ya estaba ella. -Es linda, la cafetería.
-Um... ¿verdad que si?
-Si... vamos a pedir algo- después de comer fuimos afuera.
-Me la pase genial Adalia.
-Igual yo Kj- ella se acercó amenazante a mi y me besó, le seguí el beso, fue extraño, no cerré los ojos y la aparte de mi.
-¿Todo bien?
-Lo siento Adalia, me tengo que ir- subí a mi coche ¿Que estaba haciendo mal? ¿Por que no pude sentir ese beso? Es simple... todavía la amo como un loco, llegue a mi casa, me serví una copa de vino y me senté en el sillón, una, dos, tres... En realidad no llevaba la cuenta, me sentía mal, mareado y muy ebrio, me puse de pie al sentir como unas ganas de vomitar me invadían, sabía que no llegaría al baño, tome él pequeño bote de basura a lado mío y descargue todo.
-¿Cariño?- escuche una voz detrás mío.
-¿_____?
-O dios cariños, estás hecho una mierda- ella sobo mi espalda.
-Perdón.
-¿Perdón? ¿Por que?
-Fue mi culpa _____, de que tú ya no estés conmigo.
-O no, ponte de pie- ella me ayudó a sentarme de nuevo en el sillón -Nada de esto es tu culpa, no vivas con esa culpa querido.
-Ni si quiera pude despedirme de ti.
-No era necesario y no lo es, por que siempre estoy contigo, a donde sea que vayas- Sin nada que decir me recosté en sus piernas. -E visto que has salido con Amalia.
-¿Estás molesta?- Ella río.
-Para nada, en realidad estaba un poco triste, no es justo lo que le hiciste hoy.
-_____, sentí como si te estuviera engañando.
-No, para nada, tienes que hacer tu vida, Kj, puede que yo siempre este contigo, pero tú casi nunca me podrás ver cielo.
-¿Te irás?
-Lo tengo que hacer.
-Te amo _____.
-Y yo a ti Kj- de un momento a otro me quede dormido por las caricias que _____ daba en mi cabello, al día siguiente me desperté en el sillón sin nadie, recordaba todas las palabras que me dijo, es lo único que recordaba cuando me puse ebrio, me puse de pie con el dolor intenso en mi cabeza, fui a la ducha y me di un baño tibio, al final fui a la oficina. Estaba Adalia en su escritorio y me acerqué a ella.
-Perdón por lo de ayer.
-Como sea- estaba a punto de ponerse de pie pero la detuve.
-Enserio lo siento.
-Está bien Kj- Sin decir mucho la tome del cuello con cuidado y la bese.
-¿Quieres ir hoy a tomar una café? Inauguraron uno en la plaza comercial a la vuelta- ella solo sonrió.
-Te veo ahí Kj.
