Conflictos de Edad (Hank X "Lectora")

Capítulo Uno [Tu nueva moneda de cambio]

Narradora: Raven Knight

°FECHA: 01 DE NOVIEMBRE, 2023° °HORA: 11:07:14°

Tal vez, mi talento en no poder centrarme en la gente, me hizo incapaz de verle una primera vez, pero luego de ese encuentro, aquellos rubios platinos cabellos, terminaron por destacar mucho más de lo que pude, llegar a creer. Desde hace años, en las horas de música como las de artes, las tres aulas se unían en una (en pocas palabras, mi aula A, se unía con la B y por tanto, la C), pero incluso si en total, todos aquellos cursos no formaban un gran grupo (ya que después de todo, era opcional), aun así, existía un problema.

—(El como ahora que llego a "conocerte") —Pensé continuando viendo a aquel chico de reojo— (Puedo verte tan fácilmente...).

Siendo que nunca antes le había visto en los años anteriores, puede mi cerebro simplemente lo hiciera destacar porque tal vez, era un rostro llamativo para este o algo así y aunque no por mirar a alguien, iba a ser ejecutada, no por ello la situación dejaría de ser incomoda.

—(Y mucho menos, si este malinterpreta tan simples y cortas miradas...) —Pensé sin antes, volver a centrarme como pude en aquel pizarrón del aula—.

Y así, entre actividades e investigaciones, la hora de la comida había llegado. Habiendo llevado una simple ensalada, me tome mí tiempo antes de salir (o al menos, el indicado para no ser acecinada por los estudiantes que salían corriendo en busca de calentar sus comidas), pero incluso si por hoy, no había realizado ninguna actividad grande, el maestro de música termino por detenerme al llamarme por mi apellido. Intentando lucir lo menos decepcionada por mi ensalada, termine por darme la vuelta.

—¿Sucedió algo... Maestro...? —Le pregunte sin antes, ver una pequeña sonrisa en su rostro—.

—Oh tranquila, nada muy importante es solo que...

—("¿Solo qué...?").

—Esta semana, no creo podre participar en nuestro taller después de clases.

—(¿Eh...?).

—Se que tal vez, le estoy metiendo mucho drama a mis palabras, pero... ¡Voy a ser papá!.

Y solo en ese momento, supe lo que era intentar no dejar caer mi ensalada. Sabía que mi maestro de música estaba casado (después de todo, la foto de su mujer en su escritorio, lo afirmaba todo), pero sin dudas, el añadir un bebé de por medio a la ecuación, logro tomarme por sorpresa.

—W-Wow... Eso es... —Le dije intentando organizar mis palabras— Muchas felicidades...

—Oh vamos, no tienes porque felicitarme, después de todo quien cargo al bebé por nueve meses fue ella.

—("¿Quién cargo al bebé por nueve meses?"). E-Espere... Eso significa que...

—Sí... Es posible que ella dé a luz esta semana.

—O-Oh... Pues entonces, espero que todo salga bien.

—Ja... Créeme, lo hará —Me dijo sin antes, volver a la seriedad de su rostro— Me gusta ayudarte en tu talento, eso no puedo negarlo, pero créeme que lo que menos podría perdonarme es el quedarme unas horas extra y por ello, quien sabe... Perderme el momento más maravillo que un padre puede tener.

—Maestro... Entiendo este motivándome hasta donde cree que está bien, pero antes que maestro y mentor de cierta forma para mi, usted sigue siendo persona...