Conflictos de Edad (Hank X "Lectora")

Capítulo Treinta y siete [Nuestra futura promesa]

Narradora: Raven Knight

°FECHA: 09 DE NOVIEMBRE, 2038° °HORA: 21:30:51°

Cuando pensaba en Jericho, imaginaba un lugar digno de ser un escondite -tipo algo como una base secreta bajo tierra-, sin embargo...

—(Esto parecía demasiado obvio...) —Pensé dándome cuenta de nuestra incompetencia como policías— Bien... ¿Cuál es el plan...?.

—¿El plan? —Pregunto escondiéndose junto a mi detrás de unas cuantas cajas— El plan es que... usted se queda aquí.

—Connor...

—Si quiero encontrar a Markus, debo de pasar por muchos androides. Es imposible que usted pase entre ellos sin que la noten.

—Bueno... entonces no pasaré entre ellos, sino sobre ellos...

—Usted... demuestra demasiada confianza cuando estamos frente a las peores situaciones...

—Bueno... dile eso a mi maestro de música —Le dije saliendo de nuestro escondite— ¿Punto de encuentro?.

—Donde este Markus.

—Entendido.

Mientras Connor se iba lo más naturalmente posible hasta el carguero, yo corrí a la parte trasera de este en busca de alguna pista. En mi vida había visto uno por detrás, pero mínimo algo debían tener en caso de que pasara una emergencia.

—(Y como esperaba... —Pensé viendo aquella escalera— Tenía razón... esta vez).

Como Connor quería salir con tiempo, no pensé mucho en mi vestuario; con suerte mi abrigo y unas botas para la lluvia, entonces me fue innegable no admitir como tocar aquella escalera, fue sumamente asqueroso. Estando arriba del carguero, limpié mis manos con lo primero que encontré.

—(Y mira que he tocado cosas peores...) —Pensé mientras verificaba la cantidad de balas en mi pistola—.

No pensaba dispararle a nadie, y menos quería dispararle a alguien, pero no por ello me confiaría demasiado. Justo como si se tratara de una coincidencia, logré escuchar un ruido. Podía ser cualquier persona, un divergente, Connor, o hasta alguna persona con las mismas intenciones que yo, sin embargo, no me iba a arriesgarme a descubrirlo.

—¡Tú! —Le grité— ¡Levanta tus ma-

Al inicio, quise creer que mi imaginación era la que estaba haciendo ver cosas, pero cuando logré distinguir bien a Alan, me fue imposible no correr a sus brazos. Hasta siendo él más fuerte que yo, logré jurar que casi lo tumbaba al suelo.

—¡Estás aquí! —Le grité casi entregando mis uñas sobre su piel— Estás aq...

De la nada, me separo un poco de él.

—¿Ala-

—¿¡Q-Qué haces aquí!?.

—Hacer... ¿Mi trabajo?.

—¡Pero no aquí! —Grito sacudiéndome. Notando al parecer lo que estaba haciendo, rápidamente se detuvo— L-Lo siento... ¡pero es que usted...

—Lo sé, lo sé... —Le respondí tratando de calmarlo— Pero no vengo aquí a pelear... sino a ayudar.

—Mira... Se que diciendo esto, estoy arriesgando mi puesto... y tal vez las cosas no terminen muy bien para mí y mi trabajo, pero con el pasar del tiempo... me he dado cuenta de que... ustedes no son tan distintos a nosotros.

—......

—Es cierto que no tengo millones de amigos androides... y menos conozco demasiado a Connor, pero si conozco bien a alguien, es sin duda a ti... —Dije acariciando una de sus mejillas—Alan.