Will le abrió la puerta de su casa a Adrián, quien entró seguido por Brayan.

—Bien, amigo, vamos a... ¿qué hace él aquí? —preguntó extrañado, sin siquiera recordar quién era.

—¡Oh! Hablando con Brayan desde que entró a la escuela, nos hemos hecho amigos y pues sabe tocar el bajo, lo hacía a veces en la clase de música.

—Ok, pero ¿y Peter?

—Ay, a veces me da un poco de miedo. Su actitud es un tanto rara en ocasiones y me da mala vibra, además, creo que incomoda a Mad.

—Vale, pero quedamos en que nos juntaríamos como banda, sin Alex.

—No, que tú y yo nos juntaríamos como banda.

—¿Sí recuerdas el plan de Elizabeth?

—¡Sí, por eso traje a Brayan!

—Yo no entiendo mucho —acotó el colombiano—, pero Adrián me dijo que necesitaban apoyo en el bajo y vine.

—¡Ok, vale! —exclamó molesto—. Solo dime que trajiste los instrumentos.

—Traje mi batería y me conseguí el bajo de Mary.

—Si fuiste a pedirle su bajo a Mary, ¡¿por qué mierda no le pediste que viniera a tocar con nosotros?!

—¡Es que no sé! No se me ocurrió. Además, su amistad con Mad es tan variante que no sé si sea cómodo para ella que esté en el bajo, o que Mary quiera. Brayan es alguien neutro con quien ha tenido mínimas interacciones y todas fueron buenas.

—Es verdad, hasta me ayudó un poco con mi inglés y yo la ayudé a recordar algunas palabras en español. También le enseñé algunas cosas de Co...

—Ok, vas a estar, solo no hables tanto. No me importa tu vida, solo quiero que esto salga bien.

Brayan asintió, un poco ofendido por el trato que le dio. Ayudó a entrar los instrumentos, que trajeron en la camioneta nueva de la mamá de Adrián, y se instalaron en la sala. Para suerte de Will —o de sus padres quizás—, ese fin de semana sus padres salieron, dejándole permiso para hacer la fiesta de la noche anterior y sin deseos de estar para cuando eso pasara, confiando en que su hijo de todos modos no destrozaría la casa. Si bien Will no era un buen chico, siempre le tuvieron confianza y él les retribuyó eso, permitiendo así que le dieran libertades que a otros adolescentes no y ayudándolo a comprar su auto, sumando lo que ganó trabajando en el último verano, lo que demostró que sí podía ser responsable e independiente.

—Bien, ¿conoces a Taylor Swift? —le preguntó Will.

—Eh... ¿es la rubia que canta algo así de sacudir?

Ambos chicos rieron por como lo dijo.

—No sé por qué esperaba que la conocieras, si...

—No, cállate —lo interrumpió Adrián —. Si vas a decir algo tipo de que fuera de Estados Unidos no la conocen, te equivocas: una de mis primas es muy fan de ella.

—Como sea. —Will rodó los ojos—. Ugh, es la cantante favorita de Mad y una vez interpretó una canción de ella en la escuela... con algunos fuimos lo suficientemente estúpidos como para burlarnos de ella esa vez, solo porque a las chicas les molestó.

—Eso es horrible. —indicó Brayan y Adrián bajó la vista, avergonzado.

—Y por eso vamos a aprender a tocar esa canción, para que así Mad se presente frente a todos en el baile.

—Espera, ¿por qué no está aquí?

—Porque es una sorpresa.

—Que pésima idea, ¿y si no quiere?

Mad #PGP2023Where stories live. Discover now