Capítulo 37

1K 125 92
                                    

Despertó sobre una cama que estaba a la altura de suelo. Solo era una almohada flácida y un par de mantas, además de una sábana. Cerca había un incienso encendido, cuyo olor le daba asco. Había un par de velas de sales minerales encendidas, puestas en ciertos puntos de la habitación.

Entró un joven de rasgos asiáticos, pero no tan pronunciados. Se notaba que solo era descendiente japonés.

—¿Té? —le dijo, extendiéndole una taza.

Mad se sentó sin entender mucho lo que pasaba. Observó a su alrededor y aceptó el té.

—¿Quién eres, en dónde estoy y por qué estoy aquí? —preguntó Mad, sin beber todavía.

—Oh vaya... en otro contexto, esa frase hubiera sido muy filosófica.

—Vamos, responde.

—Agh... estás en mi casa porque te encontré desmayada en el parque. Y, para que no te asustes, eso pasó hace unas horas. Sigue siendo miércoles.

—Aún no me dices quién eres.

—Me llamo Ryu, soy un protector.

—¿Protector de qué?

—De la vida, obvio. Todo lo que nace está dentro de mi "jurisdicción", antes de eso no puedo hacer algo.

—¿Y eres bueno o malo?

—Oye, me vas a empezar a desesperar con tus tontas preguntas.

Lo miró desconcertada por su actitud, como si fuera un viejo arrogante.

—Es obvio que soy bueno. Te traje aquí antes de que alguien pudiera lastimarte.

—¡Pudiste haberme llevado a un hospital!

—¿Y tú crees que un montón de doctores van a saber qué hacer ante una Yogen-sha?

—¿Y qué es eso?

—Lo que tú eres. Se te han dado dones especiales, entre ellos destaca poder predecir el futuro, ¿o me equivoco?

—¿Y tú cómo es que sabes eso?

—Ya te lo dije: soy un protector. Sé muchas respuestas que has querido saber desde hace años y voy a enseñarte lo que realmente necesitas saber.

—Espera... entonces, ¿has sabido de mí todo el tiempo? Y si eres un protector, ¿dónde estabas cuando murieron mis padres en Nueva York? ¿Y en cada cosa mala que me ha pasado? ¿Dónde estabas el viernes en la noche después de la primera fase de la competencia?

—¡Ok, entiendo tu punto! No te enojes conmigo por todo eso, solo soy un protector. Yo vivo acá, este es mi lugar y no tengo ni puta idea de lo que estás hablando, porque no me paso la vida siguiéndote. No te sientas especial creyendo que soy una especie de "ángel guardián" o algo así. Llegué hasta ti porque de repente rompiste la línea del espacio tiempo al transportar tu mente a otra dimensión, ¿o no lo notaste?

—No realmente... No sabía si era un sueño o si de verdad pasó, solo noté que no tenía a mis amigos... —Hizo una pausa—. Ni a Joe.

Agh, a veces olvido cómo son los adolescentes: banales. Bueno, por eso voy a enseñarte lo que tú necesitas.

—¿Qué edad tienes? Porque hablas como un viejo cascarrabias de ochenta años.

—Tengo un poco menos de setenta años, no me insultes.

Al escucharlo, Mad escupió el té sobre la cara del chico, quien fue por una servilleta, se limpió y volvió a sentarse a su lado.

—Pero tú... luces como de veinte.

Mad #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora