Al mando.

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Min Yoongi dos semanas después está sentado frente a los accionistas y socios de Min Enterprise, mismos que desde inicio le juzgan pues no solo es el heredero de la empresa, sino quien estará al mando de ahora en adelante sin importar que no ha trabajado nunca en ella y recién ha llegado del extranjero, sin embargo eso no le intimida y se ha puesto su mejor traje que junto a su frío carácter y su imponente físico le permiten intimidar a esos hombres, en su mayoría: mayores, que no tienen ni un poco de esperanza en él, y están desconfiando de sus capacidades para los pasos siguientes.

—Necesito un informe completo del estado financiero actual—ordena sin importarle que no le tomen en serio, ni mucho menos que algunos alegaron querer renunciar, porque sabe que no lo harán y que mucho menos se atreven a decirlo en voz alta.

Kim Namjoon asiente desde el otro lado de la mesa, este siendo el único educado ante su exigencia y aunque mostrandóse resistente a menos le respeta, y le ha informado de la reunión a la que debía asistir, aunque no le presten atención y sea víctima de miradas curiosas que esperan a que termine de hablar. Ha sido así desde que entró a la sala sin siquiera ser anunciado o haber hablado con nadie antes, ya que ninguno está interesado en hacerlo sentir bienvenido.

—No te ofendas Yoongi—Joo, un señor de al menos cincuenta años le frena, siendo el primero con los suficientes cojones para replicar.—Pero no pensarás que te cederemos el mando, ¿o si?.

Han sido pacientes, lo han escuchado efectivamente tomar el mando, y pedir un sin fin de papeleo, sin embargo no significa que le dejarán hacerlo.

Pero que tan poco conocen a Yoongi quien simplemente le ha sonreído con frialdad antes de contestar.

—¿Y que te hace pensar que me importa, Joo?—no alza la voz pero su voz increíblemente gruesa es lo suficiente para intimidar a los presentes.—Son accionistas con apenas 2% o más cada uno, no saben una mierda de liderar Min Enterprise, no tienen opción. Soy el socio mayoritario y les guste o no tomaré el mando—deja claro para luego susurrar.—Ahora bien, si no están de acuerdo los litígo y se les devuelve su inversión. Así de simple.

Nadie dice nada, pues saben que el pálido tiene razón aunque por dentro quieran hacerlo pedazos.

—¿Alguien más desea opinar?—Yoongi habla de nuevo pero una vez más todo es silencio y los socios simplemente comparten miradas que dejan notar que están entre la espada y la pared y no tienen opción más que callar y obedecer.

Entonces Yoongi prosigue a retirarse no sin antes captar la atención del chico al final de la mesa, quien escucha atento, con sus grandes ojos observando la situación, y anotando con sus frágiles dedos algunos asuntos que le parecerán importantes. Pareciendo irreal con su abrigo negro y traje celeste, su cabello desordenado pero elegante, junto a unas gafas de lectura custodiando sus pestañas.

—¿Hola?—su voz ha salido suave y todos los presentes siguen su mirada hasta dar con el chiquillo que parece ser el único con brillo propio en el lugar.—Eras el asistente de mi padre, ¿no?.

Hoseok asiente, con las mejillas sonrosadas, sin embargo no dejandose intimidar, atento a todas las miradas sobre él, pero respondiendo a una en específico que llama su atención.

—Soy Jung Hoseok, señor y manejaré sus asuntos—se presenta con seguridad, deseando no ser despedido ya que comprendió que ese chico trae muchos cambios para el lugar aún cuando no cuenta con el apoyo de los demás.

Sin embargo Yoongi está lo suficientemente interesado en él como para dejarlo escapar. Profesionalmente hablando claro, verdad.

—Muy bien señores..—se dirige a todos en la habitación para finalizar la reunión.—De ahora en adelante todos responden a Hoseok, él llevará mi agenda y será mi mano derecha en lo que respecta a la empresa, así que cualquier asunto se lo consultan para poder llegar a mí. No acepto situaciones de otra forma.

—Pero Yoongi...—alguien va a replicar pero este le interrumpe, corrigiendo a todo aquel que pretenda no respetarlo.

—Es señor Min. Buenas tardes—y se levanta, dejando desde ya marcada su presencia ante tantos huitres que esperan su ruina y además pretenden intimidarlo.

Y quizá, solo quizá no solo dejó en claro su posición sino también llamó la atención de Jung Hoseok más allá de lo que en lo profesional debería ser legal.

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Intransigente. © [YOONSEOK.]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon