Intransigente. © [YOONSEOK.]

Poderoso

Finalmente dos días después Hoseok baja a la planta B, donde se encuentra la oficina de la rata asquerosa que pretende hacerles daño, habiéndose montado una escena de película donde su rostro está demacrado por el llanto y además trae un golpe en la comisura de su labio, seña que ha hecho con maquillaje para hacer más creíble su papel, pues ya decidió como vengarse de esos intrusos, logrando que Joo lo reciba asustado, y totalmente olvidando la realidad.

El hombre incluso ha corrido hacia el mini bar para traerle un vaso con agua porque Hoseok aparentemente no puede parar de llorar.

—Por Dios Jung, ¿Quién te hizo eso?—exclama curioso, sentándose frente a él, casi haciendo que le crea que se preocupa por lo demás, sin embargo Hoseok debe avanzar con su plan.

Solloza, aparentando intentar calmarse, todo bajo la atenta mirada del intruso a quien ha jurado destruir.

—Fue el señ-or Min—miente aún envuelto en un fingido llanto que hace a Joo bufar.—Me gritó porque no tenía listos unos documentos y luego me golpeó.

—Ese bastardo sobrepasó los límites. ¿Cómo se atreve?.

El más chico se encoge de hombros, pretendiendo no saber porque Min es “tan duro” y luego insiste.

—No es la primera vez que lo hace, y ya no puedo soportarlo señor Joo. Además pensé que podía ayudarme, por favor hágalo ahora.

El mayor asiente, asustado como la mierda, y dispuesto genuinamente a apoyarlo.

—Claro que si, Jung. Esto no puede estar pasando. Llamaré a la policía y a recursos humanos, para que lo arresten por abuso laboral, incluso le quiten el cargo como Ceo y..—por un momento cree que no sabe de qué está hablando, ya que está actuando como una persona decente, sin embargo tras que dice la última frase regresa ese ser asqueroso que planea causar tanto daño.

Sus ojos se oscurecen, y sonríe de manera fugaz, como si de pronto recordase algo y hubiese tenido una gran idea. Incluso se le olvida que existe recursos humanos y toma inmediatamente al chiquillo como herramienta para ese aberrante plan que entre los accionistas piensan montar.

—Chico, no debes dejar que te trate así—le dice, pretendiendo hablar con amabilidad.—Eres como todos saben; una pieza importante en la empresa y él confía mucho en ti.

Hoseok niega, sollozando.

—Solo soy su asistente, y me hace daño como si no fuera un ser humano. Voy a renunciar, por favor le pido su ayuda.

—¡No!—lo escucha alzar la voz, evidentemente buscando la manera de tenerlo, no obstante después carraspea antes de volver a hablar, recobrando su aparente calma.—Me refiero a que no es justo que renuncies y ya cuando le puedes joder la vida a ese idiota.

Asiente, aún con los ojitos enrojecidos a causa del químico que usó para pretender llorar, logrando que su papel sea creíble y todo vaya como desee.

—¿A qué se refiere?—pregunta bajito.

Y Joo debió haber visto ese oscuro brillo en sus ojos, esa pisca de maldad oculta que demuestra que tiene al diablo dentro aunque parezca un ángel, y sobre todo, debió notar la grabadora en su bolsillo que guardan próximamente las palabras que pueden cavar su tumba.

—Jung, debo decirte algo—comienza, creyendo al chiquillo inofensivo, como si fuese un niño al cual engañar para obtener algo de valor que le pertenezca, sin saber que es el más grande error que pudo cometer en su asquerosa vida.—La junta tampoco tolera a Yoongi, y estamos planeando sacarlo de la empresa.

Abre sus ojitos asombrado, intentando fingir que incluso se asusta.

—¿Pero como?. El señor Min posee el 90% de acciones y ustedes apenas el 2% cada uno.