Almas Descenlazadas | #2 | Juliet

Capitulo 37

Malcom

Al escuchar autos estacionarse fuera de la casa, me acerqué rapidamente a la ventana para saber de quien se trataba, embozando una sonrisa al saber que era la persona a la que estaba esperando desde ya unos cuantos minutos; al punto de preocuparme un poco.
Me dirijo a la puerta, escuchando su conversación a lo lejos y la abro.

-¿Quién?-digo mirando la cara de sorpresa de Valery.

-Sabes perfectamente que habla de ti, no te hagas...suficiente con los cuantos suspiros que salen de su boca-dice Lily, quien la acompañaba con una gran sonrisa-Permiso, buscaré a mis padres-Dice entrando en la casa, dejandonos solos.

-Hola-digo mirandola tiernamente junto con mi sonrisa, la cual no puedo borrar cada vez que la veo.

-Hola-dice suavemente.

Esa noche cuando despertó; en lo único en que pensaba es que quería devolverle todo lo que habia hecho por mi, y es lo que he estado haciendo desde ese momento. Incluso estaba dispuesto a aceptar si ella no deseaba estar conmigo nuevamente. Queria hacerla feliz como sea.
Pero ella dijo que seguiria a mi lado, hoy, mañana y siempre.

-¿Lista?-digo regalandole mi mano, la cual toma rápidamente.

-Estoy nerviosa, demasiadas personas-dice.

-Es normal, es una cena de compromiso y en la proxima semana; seras mi esposa y solo mia-digo dandolo un pequeño beso en su cachete, provocando que se sonrojara.

Entramos a la casa y todos los presentes voltearon a mirarnos. Eran pocas personas, algunos amigos de mi padre, los padres de Lily, Tomas, quien no me daba mucha seguridad cuando estaba cerca de Valery, pero son amigos y debo respetarlo. Tambien, estaban mis amigos, Lila junto a Merlie, Mattew y Taylor, quienes han estado junto a nosotros desde aquellas vacaciones en Roatan y se han preocupado por Valery desde que estaba en el hospital. En su gran mayoria, son personas que son parte de nuestras vidas y que nos han ayudado en todo este tiempo, dando un gran apoyo a ambos en todo.

-Me alegra que hayas llegado hija, la comida estara en unos minutos-dice Elizabeth acercandose a Valery para darle un abrazo cálido. Ha estado muy al pendiente de Valery, lo suficiente para dejar de trabajar unas cuantas horas por semana al igual que mi padre. Desde aquel dia, ellos pensaron en un cambio, ya que en cualquier momento todo puede desmoronarse frente a nosotros sin haber disfrutado suficiente de las personas que nos rodean. Ambos han estado todo el tiempo con nosotros, pero ellos creen que necesitan más, por lo que, no se lo impediriamos. Aunque sus decisiones influyen mas en Sam, quien tenia toda la atencion del mundo.
En cuanto este último, ha estado muy al pendiente de Valery y aunque no sabe toda la historia de aquel secuestro, se asusto demasiado al verla en el hospital.

-¿Tomamos asiento?-dice Richard luego de saludar a Valery, para dirigirse hacia la mesa junto a los demas-

-Valery, es bueno verte...-dice Tomas acercandose a ella, y aunque no me agrade, decido alejarme para que tengan su charla sin problemas, no sin antes darle un pequeño beso en la mejilla, provocando un leve sonrojo en ella. Era muy adorable.

Camino hacia la mesa, ignorando que todos estaban conversando entre ellos; mientras miraba a Valery sonreir con su amigo, cuando una mano se posa en mi brazo.

-No la mires asi, no desaparecera..-Dice Lila  quien habia pasado junto a mi para sentarse cerca.

-Lo se, a veces me cuesta saber que este aqui...-digo con felicidad y un poco de tristeza al decirlo. He tenido muchas noches de pesadillas, en donde la perdia en todas. Aunque ella este a mi lado, me da miedo perderla otra vez y eso es algo que jamas le habia dicho, pero deberia; tal vez ayudaria. Mis pensamientos terminan al ver que ella se acerca a mi junto a Tomas y toma asiento.

-Ya que estamos todos, me gustaria brindar por los prometidos-dice Richard levantando su copa seguidos de los demas-Les deseo lo mejor a mis dos hijos, merecen ser felices despues de la tormenta y Valery-Hace una pausa-Creo que no he dicho esto hace mucho tiempo, pero...Me alegra tenerte en casa hija..-Dice provocando una gran sonrisa por parte de todos y un par de lagrimas por parte de Elizabeth-A comer señores...-dice volviendo a su lugar y comenzando a comer.

Asi se paso la tarde entre charlas y risas; un momento especial en familia, hasta que todos comenzaron a irse.
Valery y yo nos quedariamos en la casa, ya que el departamento nuevo tenia todas las cajas y muebles sin ubicarlos, por lo que decidimos quedarnos y arreglar todo al dia siguiente.

-Ven, necesito hablar contigo-Dice Valery luego de lavar algunos platos junto a Elizabeth. Tomo mi mano, y me llevo hacia mi habitación, cerrando la puerta detras.

-¿Qué sucede?-digo un poco intranquilo.

-Ven, sientate-dice ya sentada en mi cama. Debo aceptar que estaba asustado y solo una idea se me vino a la cabeza.

-¿Te arrepentiste?-Digo con un poco de miedo, ganando una mirada de confusion por parte de ella.-El casamiento..¿Te arrepentiste?-

-Claro que no tonto, es otra cosa-Dice, provocando un gran alivio en mi cuerpo.-Quiero que hables conmigo..-

-¿Sobre qué?-Digo sin entender.

-Sabes bien a lo que me refiero...-