Capitulo 22

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¿Por qué no pude contestar rápido?
Solo pasaron unos minutos hasta que ambos salimos de nuestros pensamientos.

-Yo creo que si-digo con un poco de duda.

-Creo que yo también-Dice Valery un poco nerviosa.

Luego de eso, el juego siguio normalmente, y la gran mayoria de las veces elegíamos 'reto', para ser más divertido el juego; como por ejemplo el baño que se tuvo que tomar Taylor en la playa y quedarse en el agua unos cuantos minutos, incluso si sentía frio.
Comimos y charlamos como veniamos haciendo estos días, y no me molestaría pasar todos estos días iguales. Merlie se unía cada vez más al grupo, sintiendose más cómoda, al igual que Valery, que aunque conozca a todos, siempre fue una persona que se mantiene en su lugar y no comparte mucho después de un tiempo.

Era de madrugada y nos encontrabamos mirando hacia el cielo, el cual nos presentaba una gran vista con sus estrellas. Al ser una zona alejada de la ciudad, la luz no era un problema para poder ver las estrellas. Era muy hermoso y más compartiendolo con ellos.
A diferencia de ellos, yo estaba recostado sobre una piedra y Valery se encontraba recostada sobre mi, mirando hacia el cielo. Podía ver sus ojos como brillaban al verlas y lo concentrada que se ve al verlas.

Los chicos comenzaron a entrar a la casa a las 4 a.m. cada uno en su habitación, pero nosotros nos quedamos un rato más observando el cielo. Disfrutabamos la paz que nos rodeaba, solo el ruido de las olas invadia el silencio total.

-¿Te casarias conmigo de verdad?-Dice de la nada. No creí que seguiría pensando en eso.-¿Después de lo que te he hecho sufrir este tiempo al hacerte creer que estaba muy enfada contigo?-

-Me lo merecia Valery, y si, lo haría totalmente-Digo mirándola con ternura.

-Ninguno de los dos mereciamos esto en realidad-dice levantandose y arrodillandose frente a mi-Deberiamos entrar, esta lleno de mosquitos y cuando se termina de apagar la fogata, nos comeran vivos-

-Si, vamos-Digo levantandome de la arena y mientras caminabamos, tomé su mano; lo cual se me estaba haciendo costumbre.

Al llegar a la casa, fuimos hacia mi habitación sin separarnos. Entramos en ella y comenzó a besarme, beso que no tarde en corresponder. Mis manos acariciaron sus mejillas e iba bajando por su cuello, hombros y terminando por sus brazos hasta sus delicada manos. Comence a dirigirla hacia la cama lentamente, disfrutando ese magnifico beso.
La ayude a recostarse sobre la cama lentamente sin separarnos. Mis manos cambiaron de lugar, encargandose de su fina y suave cintura.
Con sus manos, comenzó a deslizar mi remera hacia arriba con la intención de sacarmela; acción que dejo que haga como quiere. Seguimos besandonos delicadamente, suave; el sonido de nuestros labios al chocarse entre ellos y moverse era lo único que se podía escuchar, como tambié nuestras respiraciones.
Sus manos acariciaban mi espalda lentamente al igual que mi pecho, provocando que mi respiración se vuelva más pesada y que mi pecho suba y baje fuera de lo normal.
Comence a subir su vestido por sus muslos, acariciandolos suavemente. Su piel era tan suave que realmente podría volverme adicto a ella, o tal vez ya lo era.
Su respiración al igual que la mina, aceleraba con cada caricia que hacía al intentar sacarle el vestido; hasta que la tenía frente a mi en ropa interior totalmente.
Era hermosa, preciosa y si había alguna palabra que realmente la definiría, no existe; estoy seguro.
Deje de besarla y solo la observé, ocasionando que se sonrojara y su piel se entremesca, junto con un escalofrios al separarme de ella.
Con mis dedos comence a acariciar todo lo que quise, comenzando nuevamente por sus muslos, subiendo lentamente por su zona, la cual estaba un poco húmeda, su vientre, sus senos, su cuello y, terminando nuevamente en sus labios, los cuales comencé a besar nuevamente con un poco más de desesperación.
Saque su sosten para poder verla mejor, comence a acariciarla delicadamente, ocasionando que su espalda se arqueara; al mismo tiempo, mis dedos estaban en su húmedad, provocandole pequeños suspiros que aumentaba a con cada minuto hasta que me acercó a ella para otro beso.
Comencé a sacarme mis pantalones junto a mi boxer, al igual que lo que quedaba de su ropa interior.
Antes de entrar en ella, la miré a los ojos, la luz de la luna la cubría totalmente y era hermosa.
La bese apasionadamente para luego entrar en ella delicadamente.

Minutos o horas más tarde, nos encontrabamos abrazados en la cama envueltos por la misma sabana. Ella formaba circulos en mi pecho al igual que yo en su brazo. Se estaba quedando dormida lentamente.

-Te amo-Digo sin pensarlo más.-Y jamás dejare de amarte-

-Y yo a ti-Dice susurrando.
Al darme cuenta, ya se encontraba dormida, su respiración era tranquila y tenía una pequeña sonrisa en sus labios.
Solo quería observarla y así, poder grabarla en mi cabeza por años. Así no me olvidaría de nada.

El destino puede ser muy cruel a veces, y con nosotros siempre lo ha sido. Justo cuando pensaba que la tenía al fin, siempre aparecía algo nuevo.
Pero debía conformarme con los recuerdos.

Almas Descenlazadas | #2 | JulietWhere stories live. Discover now