Capítulo 60

786 83 40
                                    

Susana: Los dejo, permiso.

La pobre de Susana entró despavorida de nuevo al departamento, necesitaba ir a vestirse decentemente, la vergüenza que había pasado no la olvidaría, al menos no en mucho tiempo.

Fernando comenzaba arrepentirse de la discusión con Lucero a causa de un absurdo, por lo que pudo comprobar, Alonso y Susana tenían una relación, mientras que el imagino un sin fin de estupideces.

Alonso: Y dígame señor Colunga, que lo trae por aquí?

Fernando no sabía exactamente qué decir, ahora se estaba arrepentido de haberse dejado guiar por los celos y la desconfianza.

Oh cielos!!

Debía cortar de raíz pronto aquella situación, necesitaba ir con la mujer quien le rompió el corazón con sus palabras tan hirientes.

Fernando: Hace cuánto conoces a Lucero.

Alonso extrañado y bastante sorprendido ante tal pregunta solo se dedicó a responder.

Alonso: Desde que entró a trabajar como su asistente.

Fernando: Tuvieron alguna relación fuera de lo laboral?

Alonso: Disculpe, pero no acostumbro hablar de mi vida privada.

Fernando ya se sentía bastante mal como para seguir peleando, respiro tres veces antes de articular palabra.

Fernando: Por favor Alonso, respóndeme...

Alonso extrañado ante tal pregunta no hizo más que responder.

Alonso: Es mi mejor amiga, admito que quede maravillado con su belleza, y carisma.

Le pedí que fuera mi novia hace algún tiempo, pero ella me habló con la verdad diciéndome que alguien más ya tenía lugar en su corazón. Alonso vio indiscretamente a Fernando, Fernando sabía que quiso decirle.

Me ofreció su amistad, sincera a lo cual yo acepte, y por azares del destino conocí el verdadero amor en Susana.

Fernando iba a desvanecerse en cualquier momento, la transpiración se apoderó de su cuerpo junto con la taquicardia,se sentía el ser más miserable sobre la tierra, como fue capaz de hablarle de ese modo a su pequeña, dudo de ella, dudo de su paternidad.

Maldición!!? Que había hecho???

Lo próximo que vio Alonso fue como su jefe, en aparente estado de ebriedad salía con rumbo al elevador.

Fernando quería morirse, cómo había sido capaz, no quería ni recordar el mal momento que le  hizo pasar acusandola de infiel.

En La mansión Colunga...

Alfred estaba con Lucero en su habitación tratando de consolarla, mientras que ella lloraba y lloraba, se aferraba a la almohada como si su vida dependiera de ello.

Alfred: Vamos niña cálmate no puedes seguir así, hazlo por el bebé,hazlo por ti.Alfred le acariciaba los cabellos con ternura.

Lucero: Y si le pasó algo?

Alfred: Tranquila, recuerda que las malas noticias son las primeras en llegar, de seguro ya viene en camino.

Pero mientras tanto debes comer(Alfred tomó la charola de plata que contenía un plato de ensalada de verduras, carne, jugo de naranja, y pan.

Lucero: No quiero Alfred.

Alfred: Vamos Lu, hazlo por el bebé ( Lucero sin ánimos de nada se acomodó mejor sobre la cama, dejando su espalda recostada sobre el espaldar de esta, Alfred colocó la charola de la comida sobre sus piernas).

RELACIONES PROHIBIDAS ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora