Capítulo 23

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El aeropuerto estaba bastante abarrotado de gente, algunos corrían con prisa y otros caminaban tranquilamente en la espera de su vuelo. Por mi parte, estaba llegando tarde como siempre y ahora también era parte de la gente que corría con prisa para evitar perder el vuelo. 

Temía que no me dejaran ingresar a documentar mi equipaje, pues llevaba dos maletas grandes y una mediana para mi larga estadía a donde sea que fuéramos las próximas semanas. En dos días es el cumpleaños de Tom y llevo mi regalo empaquetado en una de las maletas. 

Diez minutos más tarde estoy finalmente ingresando a mi asiento en el avión, está ya casi lleno, me da pena que me vean como la típica persona que siempre llega tarde, pero bueno, el día había comenzado un poco raro. Molly había sido la encargada de traerme al aeropuerto, pero a mitad de camino un neumático decidió poncharse y ahí me tenías hablando a una grúa en medio de la carretera. 

Terminé pidiendo un Uber que se tardó eternidades y ese es el porque de mi llegada tarde. Me acomodé en mi asiento, siempre el de la ventana, pues me encanta observar el paisaje que el cielo me ofrece y que decir de los aterrizajes. Casi inmediatamente, las azafatas comienzan a dar indicaciones y a cerrar las puerta del avión. Y no pasa mucho tiempo cuando finalmente el avión despega. 

"El avión ya ha despegado, nos vemos en varias horas"

Le escribo a Tom una vez que estamos estables en el aire y que ya puedo utilizar el móvil, solamente para avisarle que ya ha salido el avión y que todo se encuentra bien. Busco en mi bolso mis audífonos e inmediatamente coloco algo de música. Los minutos avanzan, y es un largo recorrido para llegar a México, pues al momento de mi llegada, Tom ya estará allá. 

...

Desperté quince minutos antes de aterrizar, así que estaba en cierta parte conforme de no haber pasado tanto tiempo sin hacer nada. Aterrizamos exitosamente y estaba más que emocionada de ver a Tom. El clima en la ciudad se veía nublado a través de la ventana, tenía cierta esperanza de sentir el sol en mi rostro, suponiendo que no sería tan infernal como el de Australia. 

La gente comenzó a amontonarse para salir, por lo que me mantengo en el asiento hasta que se logra despejar un poco. Le doy aviso por mensaje que ya he aterrizado y estoy por bajar del avión. 

"Pide que te lleven a la sala privada, te esperaré ahí"

Sonrío, pues lo extraño tanto que quizás se me boten las lágrimas. Finalmente atravieso el túnel que conecta el avión al aeropuerto y me concentro en buscar a cualquier personal del aeropuerto y encontré a una chica de cabello rubio, me acerqué a ella y pregunté por la sala privada. Inmediatamente me llevó allá.

No tardé mucho en verlo levantarse de la pequeña salita color azul y yo en saltar sobre él abrazándolo.

-Te extrañé tanto -Dice a mi oído, las cosquillas en mi estómago se hacen presentes y me siento como una adolescente con su novio de preparatoria. 

-Yo más, como no tienes una idea -Besé sus labios, pues parecían de imán por que me atraían increíblemente. 

...

-¿Cómo te has sentido? -Su mano sostiene la mía con fuerza sobre su pierna, vamos en la camioneta rumbo al hotel donde el incluyendo el cast se está quedando.  Despego la vista de las calles de este país nuevo ante mis ojos, calles llenas de carros y árboles frondosos. 

-Todo va bien, no te preocupes -Le digo con un toque de ternura, pues suele preguntarme eso al menos tres veces al día, todos los días. El me mira con una media sonrisa, su cabello alborotado cae sobre su frente, se inclina a mi y deja un beso en mi mejilla. 

-Te adoro, ¿lo sabías? -Susurra tan cerca de mi, miro el café de sus ojos y me parecen los más precioso que he visto en mi vida. 

-Si, pero no está mal que lo repitas de vez en cuando -Le digo burlona y con las mejillas ardiendo. 

-Entonces te lo voy a repetir cada que pueda -Ahora yo me acerco a él, dejando un beso fugaz en sus labios. 

-¿Hoy tienen el día libre? -Le pregunto, acá son las apenas las 8 de la mañana. El niega. 

-No, tenemos unas entrevistas después de medio día y mañana iremos a... unas pirámides o algo así -Levanto una ceja. 

-¿Unas pirámides? ¿Acá hay pirámides? -Pregunto incrédula y con sensación de ignorancia, pues no conozco ni un poco el país. 

-Si, tu sabes, tenemos que grabar alguno que otro video promocional de la película y al parecer son pues muy turísticas -Me recuesto sobre su hombro. 

-Que genial! ¿Crees que pueda ir? -Le pregunto, quizás no se me permita asistir pero vamos, no me quisiera quedar encerrada en el cuarto de hotel. 

-Por supuesto que vas a venir, te quiero a mi lado siempre -Mi corazón se derrite unos segundos, me giro hacia él de nuevo y sin previo aviso me lanzo a sus labios, me siento en el punto en el que cualquier cosa linda que me diga, me hará de dos cosas, o llorar de la emoción o hacerme saltar a sus brazos para devorarlo a besos, estoy en la segunda opción ahora. 

En cuestión de minutos llegamos al hotel, donde es imposible evitar a la gran cantidad de fanáticos de la película que ya están al pendiente de la llegada de sus actores favoritos. Impactada por la gran cantidad de gente, personal de seguridad privada y personal del mismo hotel, nos hacen espacio para poder ingresar al edificio, el único impedimento entre las chicas y chicos que euforicamente piden a Tom que se acerque a ellos, es una valla. Algunas personas gritaban mi nombre y me limitaba a sonreír y saludar con la mano.

-Entra, solamente saludare un poco -Me dice Tom alto pero en el oído, pues hay mucho ruido. Le sonrío asintiendo, pues el se le ve bastante emocionado, como suele verse con los fanáticos. 

Un señor me acompaña hasta la entrada a unos cuantos metros, pues es como una especie de pasillo que han hecho con las vallas para la gente que espera. Le agradezco y a los segundos, observo a Harry que se acerca, el me observa y desvía la vista. Sigo sin comprender del todo bien su actitud hacia mi, pero lleva su cámara en la mano, así que recuerdo que Tom me ha mencionado que él está grabando todos los viajes, así que no es el momento para enfrentarlo. 

...

En cuanto estuvimos dentro de nuestra habitación, lo primero que hice fue lanzarme a la cama, mi espalda o mejor dicho toda mi columna tronó en el acto, después de pasar muchas horas sentada en el avión, mi espalda agradecía poder descansar solo un poco. 

Fuí la primera en darse una ducha, pues en dos horas teníamos que salir de aquí rumbo a un almuerzo con todo el cast en un restaurante cercano. Salí de la ducha y Tom hablaba por teléfono, era Nikki, así que le mandé saludos de pasada.

-Sigo yo -Me dice, el entra a la ducha. Por mientras, me concentro en sacar ropa de mi maleta y decidir que me voy a colocar.

Aprovecho también para avisar a mis padres que estoy sana y salva con Tom. Me acerqué al ventanal de la habitación, tenía un balcón, pero no iba a salir ahorita por qué justo ahora estoy en ropa interior y una simple blusa.

Tom sale del baño, su cabello húmedo y la toalla en la cintura me dan la mejor vista del mundo. Muerdo mi labio, pues este hombre es una auténtica pieza de oro. No me imagino la cantidad de niñas que mueren y babean por el, lo increíble, es que el está frente a mi.

Me acerco decidida a él, pues no soporto la idea de no estar con el un segundo más.

-¿Qué suce... -Ni siquiera lo dejo terminar, pues mis ganas ahora son tan intensas, que de está no se va a salvar.

No tardamos en caer a la cama, el sobre mi, no besamos con furia y necesidad, entierro los dedos en su cabello húmedo, alguno que otro cae sobre mi rostro pero no me importa.



Me acariciamos espalda, muerde mis labios y jadeamos agitados por la necesidad que nos tenemos.

-¿Aún tenemos tiempo? -Le pregunto entre besos, el ataca mi cuello provocándome escalofríos. Lo aprieto contra mi.

-Claro que tenemos tiempo -Susurra en mi oído, haciéndome sentir como la mujer más afortunada del mundo, teniéndolo justo ahora sobre mi, a punto de hacerme suya.






Arte & Amor - Tom Holland & Tu (T2)Where stories live. Discover now