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Llegaron al edificio donde vivía Jungkook, se dirigieron al ascensor Jimin apenas caminaba, estaba un poco borracho. Las puertas del ascensor se cerraron y el rubio no dudo en aprovechar la situación.

Jimin se lanzó contra los labios de Jungkook, un beso hambriento y necesitado, el mayor no dudo en corresponder y tomar la cintura de Jimin para atraerlo más a su cuerpo.

Jimin rodeo con sus brazos el cuello del Jungkook para profundizar el beso.

—Me encanta esto— dijo— me encantas tu Jungkook.

El pelinegro apretá el agarre de la cintura del menor y mete su lengua, que danzaba junto a la de Jimin en sincronía. Las puertas del ascensor se abrieron pero al parecer no habían llegado a su piso.

—Señora Chon— Jungkook se apartó del rubio, Jimin sentía una gran vergüenza y sus mejillas arder.

—Buenas noches Jungkook, veo que traes visita— la señora emboza una gran sonrisa pícara.

Jimin no pudo evitar lanzar una pequeña risita de la vergüenza. El ascensor volvió a subir y se detuvo en el piso donde vivía Jungkook, el pelinegro se despidió de la mujer con una enorme sonrisa, lo cual ella respondió.

—Es muy hermoso— dijo casi en susurro.

—Lo se— respondió Jungkook de la misma manera.

Caminaron por el largo pasillo y se adentrón al apartamento.

—Jimin yo... Yo no quiero que pienses que te traje a mi departamento solo por que quiero tener sexo contigo, es decir si quiero pero no solo es, lo que trato de decir es que me importas y no qui...

—Jungkook, yo quiero esto— camino dos pasos mas cerca del pelinegro— quiero estar contigo.

Jimin no se detuvo y beso los labios de Jungkook, quien correspondió de inmediato.

Jungkook tomó las piernas de Jimin y las colocó alrededor de su cintura y así caminar hasta la habitación.

Besos apasionados y manos incontrolables, una guerra de las lenguas entre los involucrados. El pelinegro acostó a Jimin con cuidado en la cama y lo siguió besando.

La ropa estaba demás, parecía estorbar, Jimin se sentía exitado y muy caliente de verdad que disfrutaba los besos del hombre encima de él.

El pelinegro besaba su cuello dejando una que otra marca y daba pequeños mordiscos, dirigió su mano izquierda hacía el botón del pantalón del rubio lo desabrocha y mete su mano dentro del bóxer de Jimin, quien por la sensación soltó un jadeo.

—Ah, no te de-detengas— gimió mientras Jungkook apretaba toda su extensión y movía su mano de arriba hacia abajo, mordiendo y besando su cuello.

Después de un par de minutos los dos se encontraban desnudos, no tenían idea de cómo se habían despojado de sus prendas, pero tampoco les importaba.

Jungkook besaba desde su cuello hasta su pecho, dejaba leves caricias mientras susurraba cosas contra la piel de Jimin, la cual hacía que se erizara.

—Tu piel es demasiado perfecta, amo todo de ti— susurró Jungkook con cada beso que dejaba en la sueve y lechosa piel del rubio.

"Amo todo de ti" ¿Jimin había escuchado bien?

Su corazón latió al mil por horas, y definitivamente necesitaba a Jungkook dentro suyo.

El pelinegro dejó su trabajo con el miembro de Jimin y se dirigió un poco más abajo, su dedo índice acarició en pequeños círculos la entrada del rubio.

Who Are You? ❦°kookmin°. Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz