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ʟɪᴢᴢʏ

Cuando me desperté me arreglé lo más rápido que pude para desayunar y salir a la calle junto a Kairi para ir con los demás y luego a la escuela.

Llegamos justo a tiempo, así que no nos dió tiempo de hacer nada y tuvimos que correr al salón que nos tocaba, justo en este momento estoy con Mattia en el laboratorio de química mientras hacemos un experimento.

-Hay que hacer cosas de novios. -dijo viéndome mezclar unos líquidos.

-¿Qué son para tí las cosas de novios? -le pregunté pasándole el bote para anotar algo en su libreta.

-No sé, salir tú y yo solos, sin los chicos con nosotros. -me devolvió el bote para anotar en su libreta lo mismo que anoté yo- Podemos salir a pasear o al parque, como una cita.

-Hablemos de esto más tarde, ¿si? -le susurré viendo de reojo como la profesora se acercaba a nuestra mesa- Tú sigue escribiendo el procedimiento.

-¿Está todo bien aquí? -preguntó la maestra parándose entre nosotros y asentimos los dos- ¿Seguros?

-Sí, seguros. -asentí mientras seguía con el experimento y segundos después se fue- ¿Por qué viene a nuestra mesa? Tiene como diez mesas más en las que fijarse.

-Viene a nuestra mesa por mí. -dijo apuntándose a sí mismo y asentí sarcástica- ¿No me crees? Me ama.

-Que asco, wakala. -hice una mueca y él sonrió- ¿Te imaginas estar con una señora teniendo 16? Iugh.

-¿Estás celosa? -me preguntó tocando mi brazo con uno de sus dedos y negué- Estás celosa, acéptalo.

-Claro que no, si fuera más joven quizás, pero tiene ¿qué? ¿100? es una anciana y pueden meterla a la cárcel por meterse con un alumno.

-Yo veo eso como una clara escena de celos que no quieres aceptar. -lo ignoré y seguí con el experimento, con ganas de terminar ya- Pero no es mi culpa que todas me amen.

-¿Y si seguimos con esto y dejas de hablar como si le gustaras a todas?

-Es que le gusto a todas. -dijo recargándose en su asiento- Es como magia.

-Entonces revierte tu magia. -le dije quitándole su lápiz porque al mío se le había roto la punta y no tenía sacapuntas.

-Ese es el problema, Liz, no puedo revertir la magia, es algo imposible. La única solución es hacerme feo. -miró el techo y susurró- Dios, hazme feo.

-Sí, Dios, hazlo feo. -dije yo en voz normal y me miró mal.

-No lo digas tan alto, Liz, Dios te puede escuchar.

Rodé los ojos asintiendo y le devolví su lápiz porque no tenía suficiente punta.

-Tu fuiste el que lo dijo primero. -rodó los ojos y sonreí volteando con alguien de la mesa de al lado- Hey, ¿me puedes prestar un sacapuntas, por favor? no traigo el mío.

-Claro, ten. -uno de los chicos de esa mesa me dió un sacapuntas y le sonreí.

Le saqué punta a mi lápiz mientras sentía a Mattia mirarme fijamente, lo que me ponía nerviosa, le devolví el sacapuntas al chico dándole las gracias y me sonrió, seguí escribiendo y luego Mattia se inclinó un poco hacia mí.

-Liz, ese chico te sonrió mucho. -susurró y sonreí mordiendo mi lengua para no burlarme de él.

-¿Ahora quién es el que está celoso? -le susurré de vuelta y me miró mal.

-¿Eso significa que sí estabas celosa? -preguntó intentando cambiar de tema.

-No, -negué y voltee a verlo- eso significa que tú eres el que está celoso y es mi momento para burlarme de tí.

𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒, mattia polibio (editada)Where stories live. Discover now