O1.

3.4K 176 9
                                    

ʟɪᴢᴢʏ

—Hey, bro –salí de mi casa y saludé a Kairi–. ¿Listo para otro primer día?

—No, la verdad no –suspiró–. ¿Vamos por Alex?

—Sí –empezamos a caminar en dirección a la casa de Alex mientras seguíamos hablando–. Todavía es temprano.

—Mattia se quedó con él entonces ya no vamos hacia su casa.

—¿Hicieron una pijamada sin nosotros? –me hice la ofendida.

—Al parecer sí. ¿Vamos a ir por Amelia también? –Kairi volteó a verme.

—Oh, no, me mandó un mensaje antes de salir de casa, se siente mal así que va a faltar.

—Espero que no sea un invento suyo sólo por no ir. –al llegar a casa de Alex toque el timbre y seguí hablando con Kairi.

—Yo también espero eso, porque si está fingiendo voy a golpearla cuando la vea para que ahora sí se sienta mal.

—¿A quién vas a golpear? –preguntó Mattia después de abrir la puerta, salió con nosotros y empezamos a caminar lento, esperando a Alex.

—A Amelia, va a faltar hoy porque al parecer se siente mal, si es un invento suyo la golpeo.

—¡Espérenme! –Alejandro corrió hacia nosotros y se paró al lado de Kairi– ¿Por qué se van tan rápido?

—Te tardabas mucho y la clase empieza en 20 minutos –me encogí de hombros asintiendo al escuchar a Mattia.

Al llegar a la escuela esperamos un rato con Álvaro y Roshaun y luego fuimos al salón que nos tocaba, afortunadamente nos tocó a los cuatro en el mismo salón, me senté atrás de Mattia, Kairi a mi lado y Alex al lado de Mattia. Cuando llegó el profesor todos se callaron y se presentó.

—Hola clase, soy el profesor Jenkins, su maestro de matemáticas.

—El viejo Jenkins, sale en Bob Esponja. –susurré y Mattia volteó a verme queriendo reírse.

—Bueno, ya que yo me presenté necesito que se presenten ustedes.

—Noooo –susurré, volteé a ver a Kairi y me puse nerviosa, no soy buena con las presentaciones–. No quiero.

—Lizzy –Kairi me susurró y voltee a verlo otra vez, me estaba grabando, sonreí a la cámara y luego voltee otra vez hacia enfrente–. No te pongas nerviosa.

—Empecemos de este lado –apuntó a la derecha y apreté mis puños, yo estoy en la segunda fila a la derecha, aunque Kairi y Alejandro están en la primera fila, así que ellos van primero–. Párate y di tu nombre.

Bueno, no es tan malo, sólo es decir nuestro nombre. Yo puedo, yo puedo. Mattia se paró cuando llegó su turno mientras yo me mentalizaba que sí podía hacerlo, dijo su nombre y se volvió a sentar, sigo yo, me paré e intenté no ponerme nerviosa.

—Soy Elizabeth Carpenter.

Sonreí y cuando me iba a sentar me detuvo.

—Alto, espera, antes de que te sientes –volteó a ver a Alejandro y lo apuntó–, señor Rosario, ¿Puede cambiarle el asiento a la señorita Carpenter? Casi no la veo ahí.

—Claro.

Alejandro agarró su mochila, entonces yo agarré la mía y cambiamos de lugar, había un lugar vacío enfrente de mí y me puse nerviosa, Dios, me estoy poniendo nerviosa por todo, ¿qué pasa conmigo? tocaron la puerta y luego se abrió sola, por ella entró Amelia y sonrió.

—Hola.

—¿Quién es usted?

—Amelia Dallas.

—¿Por qué llegó tarde? –el profesor preguntó viendo una lista.

—Ammm, me levanté tarde y mi mamá no me dejó faltar por ser el primer día.

—Bueno, pase, estábamos con las presentaciones, soy el profesor Jenkins, su maestro de matemáticas.

—Gracias. –se sentó enfrente de mí.

Después de las presentaciones nos dejó hacer desorden y saqué mi celular del bolsillo de mi sudadera, usé mi lapicera y a Amelia para que el profesor no viera mi celular y empecé a grabar, primero me moví grabé a Kairi y a Alejandro peleando, luego Mattia se metió a la toma y empecé a grabarlo a él.

—Préstame tu celular –susurró Mattia estirando su brazo hacia mí, cheque que el profesor no nos viera y se lo di–, gracias.

—Amelia, ¿No que ibas a faltar porque te sentías mal?

—Sí, sobre eso, mi mamá se dió cuenta que estaba fingiendo y decidió obligarme a venir.

—Que bueno que viniste perra, porque si faltabas fingiendo estar enferma te iba a golpear.

—Bueno, estoy aquí. No tienes porque golpearme.

—Hola clase –entró la profesora Dorothy, maestra de artes, nos dió clase el año pasado–, espero que hayan traído una libreta porque ustedes ya me conocen y yo ya los conozco a ustedes, entonces no hay necesidad de presentaciones. Señor Polibio, guarde ese celular o se lo quito. Les voy a dictar el reglamento del salón de artes y los materiales que van a traer siempre que toque este clase.

—¿Cuando se fue el otro? –le pregunté a Amelia y se encogió de hombros.

En el receso fuimos a la cafetería, compramos nuestra comida y nos sentamos en la mesa con Álvaro y Ro.

—¿Qué tal su día? –preguntó Álvaro emocionado, seguro quiere contarnos algo.

—Meh. –respondí yo para después empezar a comer.

—Cuenta, ¿qué pasó? ¿por qué estás tan feliz? –preguntó Amelia.

—Conocí a una chica, está en mi salón, se sienta a mi lado, es tan bonita. Creo que me enamoré.

—¿Cómo se llama? –pregunté emocionada, nunca habíamos visto a Álvaro así por ninguna chica.

—Se llama Carolina.

—Bueno, como todos están contando cosas buenas quiero anunciar que ya terminé con Jenna. –Mattia dijo y siguió comiendo su hamburguesa.

—Perra, ¿cuándo pasó eso? ¿Por qué no dijiste nada? ¿Acaso ya no somos amigos? –me hice la ofendida.

—Hace dos meses, algo así, no dije nada porque no lo veía necesario y sí, seguimos siendo amigos, Liz.

—Por eso te veías tan feliz.

—Exacto. –asintió sonriendo.

—Bueno, Mattia ya es libre, pero la pregunta es ¿van a ir al entrenamiento esta tarde? –Alex nos miró a Amelia y a mí.

—No, las tardes las tengo ocupadas, tengo que dormir. –Amelia negó.

—¿Tú, Lizzy? –todos me miraron.

—Claro, no tengo nada más que hacer.

—Perfecto. –justo en ese momento tocó el timbre y nos paramos de la mesa.

—Mattia, devuélveme mi celular.

—Oh, claro –sacó mi celular de su pantalón y me lo dió–. Toma.

Prendí mi celular y vi una foto de Mattia de fondo de pantalla, quise reclamarle pero ya se había ido corriendo, así que corrí yo también para no llegar tarde a mi clase.

Al terminar las clases corrí al baño y luego me dirigí a la cancha, en dónde los chicos iban a empezar su entrenamiento.

𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒, mattia polibio (editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora