22.

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ʟɪᴢᴢʏ

-¡Derecha, gira a la derecha! ¡Cuidado con los conos! ¡No vayas para allá! ¡Estás llendo muy rápido! ¡Frena, frena!

-¡Si gritas me pongo más nerviosa, papá! -le grité de vuelta y frené, no vuelvo a conducir con él- A ver, si dejas de gritarme puedo hacerlo bien y sin chocar con los conos.

Llevábamos toda la tarde así, él gritando, yo poniéndome nerviosa y chocando con los conos, él gritando más, yo sin saber que hacer, gritándole también. En fin, fue una tarde estresante y estoy segura de que no nos vamos a ir hasta que aprenda algo.

-Ya sé -dijo sacando su celular, me marcó y contestó desde mi celular, puso mi celular en altavoz y se bajó del auto-. Tu vas a manejar sola y yo te diré si estás haciendo algo mal.

Asentí y cerró la puerta, después de asegurarnos de que él me escuchaba y yo lo escuchaba a él, encendí el carro de nuevo y aceleré, por el momento iba bien, no había chocado con nada y estaba segura de que lo estaba haciendo bien, di unas vueltas al estacionamiento y luego me estacioné al lado de mi papá.

-¿Qué tal? ¿Lo hice bien?

-Muy bien -dijo subiéndose del lado del copiloto-, ahora quiero que tú manejes a la casa.

-¿No crees que es muy apurado? -le pregunté y me miró sin entender- Sí, digo, apenas estoy aprendiendo, no creo que sea una buena idea que maneje yo a la casa.

-Tranquila, vas a estar bien. Lo hiciste muy bien aquí.

-Sí, pero este es un estacionamiento vacío, es muy distinto a la calle que está llena de carros. Y es la hora del tráfico.

-No te preocupes, estoy seguro de que no hay tráfico en este momento -dijo y miró su reloj-, empieza en una hora más.

Suspiré y encendí el auto para salir de ahí e ir a casa, creo que esto va a salir mal.

[...]

-Estoy seguro de que no hay tráfico en este momento -lo imité estresada-, el tráfico empieza en una hora más.

-Pues al menos lo estás haciendo bien, no has chocado con nada.

Pasé mis manos por mi cara. Estresada, estoy tan estresada. Mi celular empezó a sonar y voltee a ver qué era, Kairi me estaba llamando por facetime. Contesté, lo puse en altavoz y acomodé mi celular en mi pierna.

-Hey, Lizzy. ¿Qué opinas sobre que vaya a tu casa y te lance una hamburguesa por la ventana de tu cuarto?

-¿Por qué por mi ventana? -le pregunté mientras avanzaba y cuando me detuve otra vez miré mi celular- ¿Por qué no sólo me la das en la mano? ¿O la dejas en la puerta?

-Porque sí. ¿No crees que sería divertido ver cómo no la atrapas y tu cuarto de llena de hamburguesa?

-No, no sería divertido y no tiene sentido, Kairi. Aparte ¿De dónde sacaste una hamburguesa?

-Mi mamá pidió hamburguesas para cenar, y llegó una extra, entonces me pidió que te llamara para preguntarte si la querías, ya que eres la que vive más cerca de mí y puedo ir a tu casa o tu venir a la mía.

-Suena genial que me vayas a dar una hamburguesa. Pero creo que no se va a poder en este momento, aunque sí la quiero. Si la guardas y me la das en una hora y media sería genial.

-¿Por qué? ¿No estás en tu casa?

-No. Mi papá me estaba enseñando a manejar y ahora estamos atorados en el tráfico. Dile hola a mi papá.

-¡Hola señor papá de Lizzy! -Kairi gritó lo ví mover su mano energéticamente-. ¡Estoy aquí! ¡En el celular de su hija!

-Hola Kairi.

-Kairi, mi papá no está tonto -los carros se empezaron a mover y decidí irme por otra calle-. ¿Nos quieres acompañar en nuestra aventura a ver si no nos perdemos?

-¿Por dónde te estás yendo? -mi papá preguntó confundido- Este no es el camino.

-Uh, te vas a perder.

-Cállate, Kairi. Papá, tengo todo bajo control. No te preocupes.

[...]

-¿Cuándo vas a aceptar que nos perdimos, Lizzy? -preguntó mi papá aburrido- Tenemos que volver a casa ya, ya es tarde, tu mamá ha de estar preocupada.

-A ver, Kairi, busca mi ubicación -le dije-. Haz algo por primera vez desde que me llamaste.

-¿Cómo se supone que hago eso? ¿De dónde saco tu ubicación?

Kairi se empezó a alterar y giré a la derecha, entonces empecé a reconocer en dónde estaba.

-Olvídalo Kairi. Ya sé dónde estoy.

-Al fin -mi papá levantó sus brazos y los dejó caer en el tablero adelante de él-. ¿Dónde estamos?

-Estamos por la casa de Álvaro. A unos 5 minutos de la casa. Kairi, voy a pasar por tu casa para que me des la hamburguesa.

-Lo que diga, señora Capitana.

-Sólo te tomó ¿qué? media hora encontrar el camino de regreso a casa -mi papá se burló de mí y Kairi al oír eso se rió, quité una mano del volante y lo golpeé en el brazo-. No te enojes. Pero es la verdad.

-Bueno, no hubiera pasado nada de esto si hubieras manejado tú, en vez de decirme a mí sólo porque lo hice bien en un estacionamiento vacío.

Al llegar a casa de Kairi lo ví sentado frente a su puerta, al verme se levantó del piso y corrió hacia mí, dejó una bolsa en mi mano.

-¿Cómo se supone que voy a esconder esto de Max? -pregunté mirando la bolsa.

-¿Sabes? Si no conociera a tu hermano pensaría que estás hablando de un perro. O sea, Max, ¿qué tipo de nombre es ese?

-Kairi -dije poniendo una mano en su hombro-, ese nombre se lo puso mi papá.

-Oh, es un muy buen nombre. Definitivamente le pondría así a mi hijo si tuviera uno.

-No lo arruines más, muchacho. Así déjalo.

-Adiós, Kairi.

Se puso rojito por la vergüenza que acaba de pasar con mi papá y reí, manejé otra calle y estacioné el auto afuera de la casa, nos bajamos y entramos a la casa. Lo primero que ví fue a mi mamá en el sillón y luego se paró para correr a abrazarme.

-¿Por qué tardaron tanto? ¿Qué hicieron?

-Mi papá decidió que yo tenía que manejar a la casa cuando había tráfico.

-Se desvió y nos perdimos como por media hora, luego giró y terminamos a unas calles de la casa de su amigo Álvaro según ella.

-Bueno, mientras ustedes hablan yo guardaré esto en el refri.

Levanté la bolsa que me había dado Kairi y entré a la cocina, miré la hora y eran las 10 de la noche, nunca esperé que nos tardaríamos tanto mi papá y yo, guardé mi hamburguesa en el refri y subí a mi cuarto, me tiré a mi cama y encendí la tele.

A desvelarme otra vez se ha dicho.

𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒, mattia polibio (editada)Where stories live. Discover now