Libro 2 - Los Elementales - ♨El secreto de los espíritus❄

Capítulo XXXIII (Pasado De Yelica - Parte IX)

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La situación en el reino era cada vez más tensa.

La decisión del congreso de no matar al bielemental se llevaría a votación con los demás miembros.

Se encontraban grandes personalidades del mundo elemental entre el Gran Congreso Elemental. Rara vez se reunían todos los miembros del congreso de todas las regiones de Telca ya que muchos problemas se resolvían fácilmente con los acuerdos de los primeros y segundos mandos pero en esta ocasión era evidente que habían distinciones.

Telca para ese entonces se encontraba en guerra con las criaturas místicas, era época de conquista. El reino crecía rápidamente y los pequeños pueblos se volvieron ciudades en poco tiempo, era evidente que la necesidad de expandir su gran reino era un asunto que tenía prioridad para todos los miembros del congreso. Habían más regiones caracterizadas por lo que producían y desarrollaban. La región de los Lagos, la región neutral o región central, la región de los bosques, la región montañosa y la gran región oceánica, cada región contaba con su propio congreso dividido en dos sucesiones de poder, primeros y segundos mandos. Era necesario contar con estas extensiones del congreso en vista del crecimiento del reino, ya no era posible gobernar con facilidad territorios tan lejanos entre sí.
Se percibía que aquella gran reunión disgustaba a sus Majestades en vista de que ahora todas las regiones conocerían de la existencia de estos seres y el poder que poseían. Era peligroso que asuntos así se expusieran ante tanta gente, cualquiera podría querer ese poder para sí mismo. Por otro lado era necesario exponerlo, fue una decisión deliberada para dar más tiempo a sus Majestades de pensar un plan y ahora intentarían aprovechar esa oportunidad.

- Altezas - Se reverencio Filemón entrando al salón de reuniones.

Los cuatro reyes se encontraban reunidos con los segundos mandos.

- Hemos recibido las respuestas de las regiones - Informaba klyn extendiendo un pergamino - Las cinco grandes Regiones Elementales se reunirán nuevamente después de tres años dentro de 5 días para llevar a cabo la decisión - Finalizó para entregar el pergamino a sus Majestades.

Martha extendió su mano con desdén para recibir el documento.

-Esto se pudo evitar - Añadió Salomón irritado ante la situación.

-Nuestra lealtad es eterna sus Majestades pero el futuro de nuestro gran reino debe asegurarse - Replicó Febro con firmeza.

-Es lo que tratamos de hacer - Respondió Frissa - No podemos sortear el futuro del reino, no sabemos si el poder bielemental se puede controlar.

-Es evidente que no podemos llegar a un acuerdo Altezas - Emitió Jezz levantándose para reverenciar - Por eso la votación es el camino más viable para esta decisión.

Los segundos mandos se levantaron para marcharse de la sala dejando a los reyes en cólera.

-¿Cuándo perdimos el poder ante el congreso? - Murmuró Pool con preocupación.

La diplomacia había parecido una buena decisión en un pasado pero a medida que el tiempo avanzaba también los hacía perder su poder ante el reino.

- después de deshacernos del bielemental deberemos también librarnos del congreso - Añadió Salomón mientras fruncia el ceño.

Los Reyes parecían estar más unidos que nunca, ahora tenían un objetivo en común y era conservar sus tronos.

-Nos reuniremos para hablar de ese asunto - Emitió Pool levantándose junto a Frisss para marcharse.

Salomón asintió y posó la mirada al gran ventanal del salón, aquel tenía vista a todo el reino. Se levantó para acercarse y mirar.

La Reina Martha lo observaba preocupada.

- ¿Qué piensas? - Posó su manos sobre el hombro del Rey.

Por la mente de Salomón pasaban muchas cosas que lo hacían temerse a sí mismo. ¿De cuánto era capaz un rey por su reino?

En ese momento una joven doncella se anunció para entrar.

La Reina Martha giró para recibirla.

Junto a la doncella se encontraba la heredera del Trono de Fuego, Temiza.

- ¡Hija mía! - Se alegro Martha extendiendo sus brazos para abrazarla.

La sostuvo para darle un beso.

La pequeña Temiza observó a su padre frente al ventanal.

- ¡Papá! - Gritaba con emoción esperando un gesto del Rey.

Salomón tomó un respiro y se giro para ver a su hija. Extendió sus brazos para tomarla.

-Temiza - Musito observando a su hija con nostalgia.

Su mente estaba nublada por los problemas y casi parecía que la amenaza de perder el trono lo había cambiado por completo.

Martha frunció el ceño preocupada.

- Debes llamarme con respecto - Emitió con frialdad - No olvides que además de ser tu padre soy tu Rey, desde ahora quiero que te esfuerces por ser una heredera digna y poderosa, debes enorgullecer a los Reyes ¿Lo entiendes?.

La joven Temiza percibía la severidad de aquellas palabras.

- Si su majestad.

El rey la bajó de sus brazos y con un gesto le indicó a la doncella que se la llevara.

Martha parecía disgustada ante la frialdad de sus palabras.

- Es sólo una niña.

Salomon la miró con ira.

- Si ella no se vuelve fuerte y aumenta su carácter el congreso la pisoteara como lo intenta con nosotros y entonces ¿qué será de nuestro reino?

Martha expuso la mirada con temor.

- De ahora en más Temiza debe volverse fuerte y temible por qué vislumbro un futuro incierto para Telca.

La Reina guardo silencio ante aquellas palabras. Parecía que el Rey presentía algo.