Capítulo 5

818 78 93
                                    

¿Es que acaso tengo una etiqueta en mi rostro que dice que me encantan las bromas de mal gusto?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Es que acaso tengo una etiqueta en mi rostro que dice que me encantan las bromas de mal gusto?

Hiervo de cólera. Pero teniendo en cuenta que el resto de las personas del círculo parecen más ocupadas por mi bienestar e ignoran el hecho de que lo que Jaffner acaba de hacer podría haber sido motivo de risa, logro tranquilizarme.

Tiemblo de pronto cuando me encuentro fuera del agua. No puedo creer que Jaffner actúe como un niño y nadie lo note. No creí que un café pudiera herirlo tanto. Ya casi parece que el precio a pagar por ese maldito café va a ser más alto de lo que creía.

—Esta no es la forma en la que esperaba que alguien inaugurara la piscina, pero es válido también —la mano de Kalie se extiende y la tomo sin dudar.

—Gracias —pronuncio intentando no resbalar y que toda la situación se torne más vergonzosa—. Ahora comprendo cómo es que todo el mundo prefiere mantenerse fuera de la piscina, el agua está fría como el demonio —me quejo recordando cómo ironicé en mis pensamientos la idea de que la sensación térmica era suficiente como para colarse dentro del agua, eso es un golpe a mi rostro seguro.

—Iré por una toalla ¿has traído tu bikini? Tal vez puedas secar tu ropa en mi habitación —niego con mi rostro.

¿En qué momento no se me ocurrió traer bikini a una fiesta de piscina? Soy una especie de máquina de auto saboteo.

—Arley ¿estás bien? —Asiento hacia Samantha y observo a Neville quien sonríe, algo me dice que él, sin conocer mis sospechas, acaba de entender la situación por completo.

—Ven con nosotras, puedo prestarte algo de ropa.

—Oh no, claro que no, no tienes por qué hacerlo, puedo secarme sola —Jaffner ya parece irse hacia la casa con sus cajas, parte de mí desea hundirlo en la piscina tanto como es posible, pero prefiero centrarme en mi ropa antes que nada. Él puede esperar.

—No me moveré de aquí hasta que me sigas —siendo obsoleta mi negación sigo a ambas chicas al interior de la casa.

—No será difícil coincidir en nuestras tallas, creo que ambas somos iguales —Kalie se ubica a mi lado mientras subimos por las escaleras.

—Has encontrado a alguien con quien compartir la ropa, Kalie —apunta Samantha por detrás—. En nuestro caso, prestarnos ropa nunca es una opción, tiendo a ser siempre dos tallas que todas ustedes.

—No lo repetiré, Samantha, eres jodidamente sexy y si no fueras mi mejor amiga y mi corazón no estuviera colado por Brecko serías mi primera opción —no puedo evitar reírme por lo bajo.

He aquí la tensión fuerte de la que hablo.

—Calla, sólo lo dices para que me sienta mejor.

—No intento subir tu autoestima, sólo estoy hablando con la verdad. Eres una mujer ¿acaso eso no es suficiente? —Estar en medio del par sin siquiera soltar una palabra hace que me sienta de una forma extrañamente cómoda—. De hecho, me agrada que una nueva chica se nos haya sumado. Tú eres de aquí, Arley ¿no?

Change This HeartWhere stories live. Discover now