Entrelazados | KookV

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Ya habían pasado 30 minutos en los que Jungkook únicamente miró el techo sin interrupción alguna. No había nada especial, un espacio en blanco que le ayudaba a concentrarse en cosas que ni siquiera debía estar pensando en esos momentos.

Nuevamente se encontraba en un lugar extraño, ni siquiera se sentía tan impresionado como la última vez. No era la misma situación por supuesto, sin embargo, la inquietud que debería estar sintiendo en ese momento se veía sofocada por el nerviosismo de lo que pasaría el día de mañana.

Había aceptado, había aceptado que hicieran una prueba con él para comprobar lo que sea que veía cuando estaba inconsciente. Hace unas semanas, cuando llegó al laboratorio, veía inconcebible el hecho de que hicieran una prueba con él y ahora ha aceptado sin chistar.

Sí, definitivamente las cosas estaban cambiando y ni siquiera podría explicar si para bien o para mal. Su único deseo todo ese tiempo había sido salir de ahí con la mayor estabilidad mental posible y esperaba que lo que estaba haciendo en el equipo de Seokjin le ayudará a cumplirlo. Quería salir de ahí, y también quería que Taehyung saliera de ahí.

Por fin movió su cabeza mirando a un lado suyo, el cabello castaño del contrario se encontraba esparcido por la almohada sin orden específico. La vista que tenía del chico era únicamente la de su espalda, pues Taehyung se encontraba recostado de lado mientras dormía tranquilamente. Les habían entregado esa habitación con una sola cama y ninguno de los dos se cuestionó mucho el hecho. ¿Ya habían dormido los dos así antes, no? La única diferencia es que ahora Jungkook se encontraba totalmente consciente de que el castaño estaba a su lado.

Lo miró por algunos minutos hasta darse a la idea de que si lo seguía haciendo parecería un acosador. Si Taehyung se ponía incómodo, ¿él también lo sentiría como cuando siente su nerviosismo? Su cabeza no dejaba de dar vueltas haciéndole más difícil el trabajo de conseguir dormir un poco y ver a Taehyung no le ayudaba en absoluto.

Se giró él también hacia el lado contrario de la cama, mañana sería un día importante y si le iban a hacer algo entonces preferiría estar lo más descansado posible, ya que esos últimos días sentía que no lo había hecho en absoluto. Muchas cosas habían pasado tan rápido que apenas si las recordaba, algunas otras sentía que había pasado hace ya mucho tiempo, como si un lapso de tiempo se hubiera hecho más grande o desaparecido por completo.

Como si su propia mente estuviera jugando con él.

No quería pensar que estaba perdiendo la noción del tiempo, pero negarlo en ese punto era ocultarse parte de la verdad, si quería salir de ahí debía aceptar que se encontraba más jodido de lo que él mismo quería imaginarse. Estaba tomando medidas desesperadas y el hecho de que al día siguiente sería puesto a prueba era el indicio de que estaba perdiendo la cabeza. Estaba más asustado que nunca, se preguntaba por qué demonios había aceptado aquello en medio de un arranque de valentía, él no era así.

Pero tampoco era capaz de imaginarse sometiendo a Taehyung a que le hagan la prueba a él, al menos no después de verlo en ese estado en el laboratorio cuando por fin llegó a su habitación. Cuando eso le ocurrió a él no se había visto de aquella forma. A Taehyung se lo habían llevado por un fallo y si él podía impedir que sucediera de nuevo entonces se arriesgaría, sin importar lo que sucediera mañana, aun si él no era así.

En medio de todos esos pensamientos fue que un ligero toque se hizo presente en su espalda, ni siquiera tuvo que girar para saber que era Taehyung que en algún momento se habría acercado un poco más hasta brindarle esa pequeña sensación que tanto le había ayudado días atrás. Era cálido, sentir que alguien más estaba a tu lado en los momentos en los que te sientes más perdido. Estaba a punto de arriesgarse de esa manera por alguien y nada le daba más consuelo que saber que ese alguien estaba ahí, justo en su espalda, dándole de forma inconsciente el ánimo que necesitaba.