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Se despertó de un sobresalto. Su cuerpo se sentía entumecido y tenía un dolor terrible en la parte posterior de su cabeza. Se encontró a sí mismo en el piso de su departamento, el que recién había intentado abandonar con Taehyung cuando todo se fue a la mierda. Se levantó lentamente, limitado por los estragos que el golpe de la noche anterior le había causado, cuando se encontró de pie no se lo pensó dos veces antes de salir de nuevo.

El sol comenzaba a asomarse para dar inicio al día. Jungkook se movió tambaleándose por el pasillo hasta la escalera y comenzó a descender a trompicones, intentando no caer mientras corría. Cuando llegó hasta la última puerta y salió maldijo para sus adentros al no ver ningún auto estacionado como en la noche anterior.

«Se lo llevaron, mierda».

Se llevó las manos a la cabeza, estaba intentando pensar qué era lo que debía de hacer en un momento así, pero no podía concentrarse cuando la angustia lo comenzó a molestar. Un nudo apareció en su estómago y garganta hasta el punto en que se le hizo difícil incluso respirar.

Debía tomar un taxi. Podía intentar contactar con Seokjin para que le ayudara. Entonces recordó que no habían aceptado el trato esa noche. Debía ir al laboratorio, aun si los guardias se encontraban ahí lo peor que podían hacer era volver a golpearlo. No podían deshacerse de su sujeto de pruebas. Sin embargo, no sabía cómo llegar hasta ahí por su cuenta, ni una dirección o referencia. Tal vez si hablaba con Namjoon, pero seguramente este se encontraba al tanto de las acciones de Yoongi. Si Jimin conocía a Yoongi entonces sabía del experimento, pero él ni siquiera conocía a ese tal Jimin.

No sabía qué opción tomar, su cerebro trabajaba de forma frenética sin llegar a nada. Pero de lo que sí estaba seguro es de que tenía que sacar a Taehyung de ahí.

No sabía exactamente qué es lo que haría, pero sus pasos ya habían tomado una ruta y para cuando menos se dío cuenta ya se encontraba corriendo. Empujaba a todos los que se encontraban en su camino en medio de una carrera desesperada, muchos reclamaban, pero él los ignoraba olímpicamente con solo un pensamiento en la cabeza.

«Se lo prometiste, joder».

Había recorrido ya varias calles para cuando sintió sus pulmones arder y sus piernas pedir un descanso, pero se negó a detenerse. Siguió por unas calles más hasta encontrarse frente al local que había sido el destino de ayer, pero se encontraba cerrado. No sabía porque se encontraba ahí exactamente, pero las cosas se le habían ido de las manos desde que fue ahí hace un par de noches, en realidad, las cosas se habían descontrolado desde que Taehyung fue a ese lugar el día en que llegaron a Seúl.

Ver al viejo o tener la suerte de encontrarse de nuevo con Seokjin, no sabía qué era lo que en realidad quería que sucediera.

No esperó ni siquiera tomar un poco de aire antes de atacar la puerta del local con un puño cerrado y repetidos golpes.

Las personas de los locales colindantes comenzaron a salir a causa del escándalo que estaba causando en el local cerrado. Jungkook golpeaba la puerta y gritaba en exigencia por hablar con el viejo, la gente no sabía si era buena idea acercarse pues el chico se veía en un estado frenético.

—¡Necesito hablar! ¡Abra la puerta! —golpeaba cada vez más fuerte, su mano se había tornado de color rojo y comenzaba a dolerle pero no se rendía—. ¡Por favor!

—Él no está ahí —alguien a su espalda le dijo con tranquilidad y Jungkook se giró encontrándose con el dueño de la voz. Era un chico castaño, tan alto como él y con un saco grande que le cubría hasta las pantorrillas. A diferencia del resto de la gente, se le veía tranquilo con acercarse—. Solo abre por la noche.

Entrelazados | KookVWhere stories live. Discover now