- 16 -

2.5K 421 59
                                    

Taehyung apretó el pomo de la puerta con fuerza mientras su mente buscaba algo que decir ante la presencia del rubio. Se había mentalizado tanto en que sería Jungkook quien tocara la puerta, que ni siquiera había contemplado la idea de fuera alguien más. Mucho menos alguien del laboratorio. No estaba preparado para eso.

—¿Taehyung? —preguntó nuevamente Yoongi, dando un paso al frente que el menor retrocedió de forma instintiva—. ¿Puedo pasar?

Ok, todo estaba mal a los ojos del castaño.

La mirada de Yoongi sobre él lo ponía nervioso y el miedo de que ellos se hubieran enterado de todo lo que habían hablado en el departamento lo abrazó de forma fría en forma de una ligera capa de sudor. Debía lidiar con esto. ¿No era uno de sus planes hablar con Yoongi? Había pensado hablar con él y conseguir información antes y, aunque sabía que era arriesgado, quería creer que nada había cambiado desde que tuvo esa idea. Jungkook tendría que perdonarlo.

—Claro, pasa. —Se hizo a un lado y vio una leve sonrisa en el rostro del rubio que lo hizo sentir incómodo—. ¿Qué te trae hasta aquí?

—¿Estás bien? —preguntó, ignorando totalmente la pregunta que le había hecho Taehyung antes.

El castaño observó al psicólogo por unos segundos que parecieron eternos, debía buscar las palabras correctas si quería que su plan funcionara, aunque tuviera que improvisar porque si decía alguna cosa errónea, entonces se habrá tirado de cabeza al precipicio. De forma inesperada, la imagen de Jungkook llegó hasta su mente. Imaginó al chico comprando los celulares en la tienda, los que usarían como equipo. Él también debía hacer su parte del trabajo.

Hablar con Yoongi no podía ser más difícil que hablar con Jungkook.

—Ahora lo estoy —dijo con cautela, procesando cada palabra que salía de su boca—. ¿Por eso estás aquí?

—¿Ahora? —preguntó Yoongi mirando en todas direcciones como si buscara algo—. ¿Qué pasó con tu habitación?

Taehyung frunció el ceño. Cámaras. Aún no sabía si tenían alguna cámara o micrófono escondido en el departamento, pero si de verdad existieran tales aparatos escondidos, entonces Yoongi no preguntaría por algo que vio en una pantalla, o al menos no las había visto aún. El psicólogo no sabía qué era lo que estaba haciendo y eso ya era un punto a su favor.

—Perdí una pulsera que recientemente me había comprado, la estoy buscando —dijo con el tono de voz más seguro que logró conseguir, Yoongi era una estrella leyendo las expresiones, por lo que no podía mostrar el más mínimo signo de duda—. Estoy seguro de que la deje en algún lugar de mi habitación, pero no logro encontrarla, ya le di una vuelta completa.

Taehyung era totalmente consciente de que Yoongi lo observaba meticulosamente y podía sentir sus propias entrañas revolverse de los nervios, pero su expresión no mostraba nada de eso.

Sus miradas se mantenían de forma contundente mientras se encontraban completamente quietos a la mitad del departamento. Taehyung era demasiado consciente de que no podía dejar que Yoongi descubriera que era una mentira si quería sacar un poco de información y Yoongi demasiado consciente de que algo andaba mal en toda esa situación.

—¿Nada más eso? —preguntó de nuevo el rubio, tomando asiento en un sofá con sus manos escondidas en sus bolsillos—. ¿Estás seguro?

—Sí, aunque de verdad me haces sentir como en un interrogatorio —dijo de forma despreocupada, sentándose él también—, no era una pulsera precisamente barata.

Yoongi miró a Taehyung de forma tan intensa que incluso el ambiente se volvía más pesado y el castaño solo se controlaba intentando no sudar en frío por el nerviosismo. Yoongi era la persona que le ayudó cuando todo eso inició, quien se quedó a su lado explicando cosa por cosa todo lo que le atormentaba mientras se encontraba en la habitación de laboratorio.

Entrelazados | KookVМесто, где живут истории. Откройте их для себя