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Para Jungkook el panorama se veía cada vez más desalentador. El viernes lo había pasado como un infierno y el sábado no había sido más agradable. Ahora era domingo por la noche y solo había pasado el día entero intentando recordar cualquier detalle de su pasado en Busan.

Bien, podría recordar a su familia, podía recordar que era su ciudad natal y unas cuantas generalidades más, pero...

¿Qué es lo que había hecho con su vida ahí?

No podía pensar en otra cosa que no fuera que tal vez sufría amnesia temporal, pero entonces, ¿por qué recordaba ciertas cosas y las demás no? ¿Esos eran efectos de la amnesia? ¿Recuperará su memoria? Todo aquello lo estaba mareado e intentó encontrar respuestas en su contacto conocido como «Laboratorio», pero jamás contestó las llamadas.

El día estaba terminando y no había visto a Taehyung desde el sábado por la mañana cuando escucharon juntos la explicación de Namjoon. De todas las dudas que habían brotado desde esa mañana no tenía ninguna respuesta. Estaba completamente estancado.

¿Qué fue lo que le había pasado a su compañero el viernes por la noche?

En primera instancia se había propuesto no preocuparse por aquello, pues le estaba gastando energías que podía utilizar para salir de aquel lío, pero su subconsciente no lo había dejado descansar. Incluso imaginó escenas nada alentadoras con Taehyung de protagonista, por lo que se rindió a intentar encontrar una respuesta por su cuenta.

«Estoy involucrado, si algo más llega a pasarle entonces me afectará».

Aquel pensamiento era la excusa perfecta para estar frente a la puerta del castaño en ese momento. Había pensado en ir donde Taehyung un par de veces en todo el día, pero en todas esas ocasiones encontraba algo en lo que estar ocupado. Cualquier cosa sin importancia se veía más atractiva a los ojos del pelinegro que enfrentar al mayor. Sin embargo, llegó a la conclusión de que posponiendo no llegará a ninguna parte.

Necesitaba hablar con Taehyung.

Eran las 23:15 y sabía que Taehyung se encontraba en su departamento, pues lo había escuchado llegar hace un par de horas y estaba seguro de que no había vuelto a salir.

Sí, se sentía como un acosador sentado detrás de su puerta, listo para escuchar cualquier sonido.

Esos días habían sido suficientes para saber que los otros dos departamentos de esa planta estaban vacíos, por lo que solo Taehyung y él pasaban por ese mismo pasillo. Pensó que tal vez era estrategia del laboratorio, pues estos departamentos eran lo suficientemente buenos como para estar vacíos.

Y ahora con esa información de primera mano estaba dispuesto a interrogar al castaño, porque después de su día de pensamientos profundos, llegó a pensar que tal vez él era el único conejillo de indias. ¿No estaba Taehyung demasiado dispuesto con ese proyecto? Pero la verdad es que incluso había llegado a dudar de su propia sombra.

Se secó las manos en la tela de su pantalón justo antes de elevar el puño y darle tres golpes a la puerta. Metió ambas manos en las bolsas de la chaqueta que llevaba puesta y que se había comprado el sábado en la tarde, les habían dejado ropa, es verdad, pero él no confiaba en ella. No sería lo suficientemente imbécil para ponérsela.

Esperó unos cuantos segundos y al no conseguir respuesta alguna volvió a tocar. ¿Tal vez estaba dormido? Pensó, pero casi de inmediato un «¿quién es?» nervioso se escuchó desde el otro lado.

—Jeon Jungkook —informó dando un paso hacia atrás con nerviosismo—. ¿¨Podemos hablar?

La puerta se abrió solo un poco, mostrando únicamente uno de los ojos del castaño, quien después de comprobar que efectivamente era quien decía ser su visitante, abrió la puerta de par en par. Tomó el brazo del azabache y lo jaló dentro del departamento.

Entrelazados | KookVWhere stories live. Discover now