Hold on (Nick Jonas)

Así es la vida

La hija de Sophie y Joe nació el 6 de octubre en Los Ángeles. Era una beba preciosa a la que llamaron Amelie, un nombre de origen francés debido a la fascinación que ellos tenían por ese país. Toda la familia estaba embobada con la nueva integrante.

Los abuelos aseguraban que era idéntica a sus hijos, por lo que nadie se ponía de acuerdo sobre a quién se parecía. En lo que todos coincidían era que había salido morocha como Joe y también tenía su nariz, el color de sus ojos todavía no estaba definido aunque parecía que se inclinaba más hacia los azules de Sophie que a los avellana del padre.

La banda estaba en un parate para que Joe pudiera estar todo el tiempo con su familia. A los tres días del nacimiento de su sobrina Kevin, Danielle y las chicas volvieron a Nueva Jersey para que Alena y Valentina no siguieran faltando a la escuela. Frankie retomó su trabajo como ingeniero de sonido en Los Ángeles, que había dejado en pausa por unos días para estar el mayor tiempo posible con su familia. Paul volvió a Carolina de Norte para seguir manejando su restaurante mientras que Denise decidió quedarse cuatro días más en la casa de Martina y Nick para estar cerca de los nuevos padres. Nick dividía su tiempo entre su mujer, algunas reuniones laborales y Amelie. La argentina, por su parte, seguía generando contenido en las redes sociales: podcast, imágenes o videos con publicidad de las marcas de las que era embajadora y entradas a su blog donde se dedicaba a contar distintas historias verídicas para las que utilizaba sus herramientas como periodista.

Mientras Nick hacía cosas que tenía pendiente en el centro de la ciudad, Martina fue al departamento de Gastón a almorzar.

—Me vuelve loco que ya tengas pancita. —Fue lo primero que le dijo cuando le abrió la puerta y la abrazó.

Al separarse apoyo la mano abierta sobre el vientre de su amiga. Si bien con el suéter suelto que estaba usando se disimulaba a la perfección, al tacto era evidente que ya estaba comenzando a abultarse.

—Sí, ya estoy en la semana quince así que es lógico. —Rió ella.

—¿Cómo te sentís?

—Mucho mejor, ya no tengo tantas náuseas.

—¿Estás contenta? —Asintió con vehemencia, contagiándole la sonrisa.— Se te nota.

—¿Qué tal tu viaje a Argentina? —Cambió de tema sentándose a la mesa para empezar a comer.

Gastón había hecho un viaje de tres días a Buenos Aires para tener una reunión laboral que le hacía mucha ilusión y que a ella le encantaba.

—Bien. —Respondió con una sonrisa.— Está casi confirmado el proyecto.

—¿O sea que te vas a instalar allá?

El rubio asintió sonriendo.

—En noviembre. Van a ser en principio cinco meses porque hay dos meses de ensayos.

—Hasta marzo. —Susurró.

—Lo sé. —Entendió él y lo enterneció el puchero de Martina.— Para mi cumpleaños y el tuyo voy a estar allá.

—Y el nacimiento de mi bebé. —Agregó con pena, quería tenerlo cerca en ese momento.— Quizás puedo viajar para tu cumpleaños. —Dijo más para sí misma que para él antes de cambiar de tema.— Te va a ir genial.

—¿Vos decís? Eso espero, hace mucho no hago nada allá.

—Sos muy talentoso y la gente no te olvidó, las redes lo demuestran. —Lo reconfortó.