Hold on (Nick Jonas)

Joe's Wedding - Parte II

—¿Ustedes querían saber qué me fui a hacer hace un rato? —Mis hermanos asintieron.— Okey, me había ido a buscar a mi chica para que la dejen entrar al hotel.

Abrí la puerta y se reveló el misterio para mi familia. Allí estaba ella, enfundada en un vestido suelto de seda que llegaba casi hasta el piso a pesar de sus zapatos stiletto con taco alto. Era rosa bebé y sencillo, pero el detalle era que los tirantes de los hombros se cruzaban en la espalda, dejándola al descubierto, y tenía un tajo en la parte de la falda, para que al moverse su pierna izquierda se asome. Mortalmente sexy. El pelo lo tenía semi-recogido con unas ondas no muy marcadas y con el maquillaje había querido resaltar sus ojos, aunque en mi opinión sus labios siempre llamaban la atención a pesar de tenerlos pintados con un rosa muy natural.

Martina sonreía pero podía notar que estaba nerviosa por estar frente a mi familia. Sabía que el problema no eran mis hermanos o la familia de Kevin sino mis padres. Temía que esta vez la rechazaran por haberme hecho sufrir, pero ellos la miraban con una pequeña sonrisa. Me acerqué a su lado y le rodeé la cintura con mi brazo, pegándola a mi costado para darle seguridad.

—No creo que haga falta que la presente. —Comenté riendo al ver a todos los adultos mirándonos con sorpresa.

Si Joe fuera un dibujo animado, puedo jurar que su mandíbula estaría tocando el piso y los ojos se le saldrían de sus cavidades de lo mucho que los abría.

—¡Martina! —Exclamó Alena corriendo hacia ella.

Reí al ver que mi sobrina de cinco años había sido la primera en reaccionar, sin ser consciente de lo que estaba sucediendo realmente. Mi novia se agachó para quedar a su altura y abrazarla brevemente.

—¡Qué linda que estás, sos una princesa! —La halagó y Alena sonrió mostrándole el vestido.

—¿Marti? —Preguntó Joe, de manera estúpida.

La aludida rió y se puso nuevamente de pie.

—Supuse que estabas nervioso, estrellita, pero no tanto como para no reconocerme.

Él sonrió, como si ese comentario fuese la real confirmación de que ella estaba ahi, y se movieron hasta encontrarse a medio camino para abrazarse. Pude ver la alegría de mi hermano, su agarre demostraba protección y mucho afecto.

—Viniste. —Dijo y de repente pareció como si sólo estuvieran ellos en la habitación, no importábamos ninguna otra persona.

—Por supuesto. —Confirmó ella sonriendo y alejándose para mirarlo.— ¿Te acordas la noche que nos volvimos a ver después de que Nick y yo rompiéramos? —Él asintió y una sonrisa traviesa tiró de sus labios. Martina soltó una risita y le pegó en el brazo regañándolo, lo que volvió a hacer reír a Joe. ¿Qué pasó esa noche? Miré a los demás y estaban tan desconcertados como yo.— Te dije que ibas a encontrar a la mujer indicada para vos y lo hiciste. Sophie es asombrosa.

—Gracias por venir, en parte esto está sucediendo gracias a vos. —¿Eh? ¿Qué tenía que ver ella con la boda? Martina sonrió y negó, deshaciéndose de la responsabilidad que escondía la afirmación de Joe.— Me alegra mucho que estés acá.

—No me podía perder ver a la estrellita más insoportable que conozco casándose.

Los dos volvieron a reír y Joe la abrazó nuevamente por unos segundos. Era evidente que entre ellos nada había cambiado en estos años, seguían tratándose igual.

—¿Vos sos la cita de Nick esta noche? —Le preguntó Frankie mientras ella saludaba a toda mi familia, que por suerte la recibieron muy bien.

—Sí, tanque. —Respondí yo, sonriendo.