Capítulo #49:

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🔞Día #15:

Vanessa:

Termino de acomodar los envases de alimentos en lo que Vic comenta sobre lo que le ocurrió a un amigo suyo gracias a un error en su credencial. El pago se le atrasó semanas, no me puedo dar ese lujo, así que debo ver con cuidado los datos que recursos humanos ponen en mis tarjetas de cobro. Hace dos días que regresamos de la patana y todavía no me recupero de la actitud de Antonio. Por un instante creía que nunca se daría cuenta de lo que estoy diciendo, pero cuando empezó a dar brincos de felicidad supe que me había comprendido.

Leímos que el medicamento se consigue en este estado por receta médica, me comentó que eso lo tenía cubierto, según supe Derek tiene muchos vínculos en la empresa farmacéutica y otras industrias, hasta me preguntó si necesitaba alguna cosa para la inseminación artificial. Agradecí, me gusta que todo sea con el mismo médico que me atiende, mejor evitar cualquier percance.

Me giro secando mis manos en lo que Víctor se continúa quejando. De hoy no pasa que hable con Mía, todavía tengo ese sentir raro en mi corazón cuando pienso en Antonio. No debe ser nada, sin embargo, me gustaría que alguien que no estuviera en el ojo del huracán me diera su opinión.

Más sincera que ella no la conozco, es de las personas que no escatima en hacerte ver si te equivocas. Si bien he tratado de no pensar en el asunto lo hago constantemente. Cuatro días de convivencia juntos no ayudaron mucho, a pesar de que Stanley y Vic estuvieron todo el tiempo tratando de hacerme hablar, sacarme de la cama o comer. Tengo tanto en la cabeza que hasta se me olvidaba alimentarme de forma adecuada. Ciertas cosas no pueden ser tan obvias, además mi mejor amigo pasó la mayor parte de su estancia junto a su novio.

Cuando regresamos la primera noche ellos dos no salieron de la habitación, los oía, pero me concentré en tratar de ponerle un orden a mis pensamientos. La cama se me quedó pequeña, me sentía incómoda en mi cuarto por lo que me sorprendió la mañana sentada con un vaso de té mirando a la nada en la cocina. Sé que todo el mundo a mi alrededor, o sea Vic, nota mi falta de atención, sin embargo, no ha dicho nada.

A veces quisiera entender por qué me suceden estas cosas a mí. Nunca he sido una mala persona con nadie, me comporto bien, no fui una mala hija ni mucho menos una pésima esposa, entonces ¿por qué la humanidad está ensañada en hacerme sufrir? Por suerte Derek decidió estar un poco más en su departamento y a pesar de que la cara triste me salió genial, me alegra un tener un poco de privacidad en mi hogar, no me siento confortable con un constante recordatorio de lo que me pasa en la cabeza.

─Nessa ¿me oyes? ─La voz de Vic me hace asentir monótonamente y sonriendo como tonta. Tampoco quiero que piense cosas que no son. Sé lo rápido que puede viajar su imaginación. Es lo último que deseo ─, ven acá.

Camino hasta el sofá seguida de él dándole la mano en cada minuto. No me gusta el rumbo que va tomando esta conversación, de mi boca no saldrá nada. Primero quiero comentar las cosas con Mía, ella de una forma tosca y demasiado sincera siempre me hace entrar en razón. Si eso no ha cambiado, con la muerte de Ash muchas cuestiones de seguro fueron diferentes en su vida. Me gusta pensar que al menos eso se mantiene. Caigo junto con mi mejor amigo en el sofá y apoyo mi cabeza sobre sus rodillas.

─No te noto en este mundo hace meses ─Habla jugueteando con mi cabello, simplemente me limito a mirar a otra parte ─, ya sabía que un pedazo de ti no se encontraba conmigo y es normal perdiste a tu esposo no es que se supere fácil.

─Estoy bien ─Repito la misma mentira que por unos meses se transformó en verdad. Ahora con esta confusión no sé qué será de la estabilidad que tenía.

Mackenzie [✓] EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now