110 Malvado

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Xiao Xiye dio un paso atrás sorprendido. Los ojos del tercer príncipe, que se encontraba acunado en los brazos de la Emperatriz Jiang, estaban a medio abrir. A primera vista parecían no tener energía y, solamente si se les miraba a detalle, se podía ver que estaban desenfocados.

"Emperador, ¿qué pasa?"

Cuando la emperatriz vio la reacción incómoda del emperador, le preguntó sin comprender.

"Yu-er, él ha..." Xiao Xiye susurró por un largo tiempo antes de decir. "Se ha ido."

La Emperatriz Jiang se quedó pasmada por un momento, extendió su dedo para sentir debajo de la nariz del tercer príncipe y se desplomó aun sosteniendo con fuerza el cuerpo del bebé en sus brazos.

"¡Yu-er solamente estaba resfriado! No puede morir ¡El médico! ¿Dónde está el médico? Emperador, por favor ¡llame al médico al palacio! Rápido, salve a nuestros hijos."

Dos lágrimas cayeron del rostro de la emperatriz, Xiao Xiye se sentía avergonzado y triste, no sabía cómo consolarla.

"Yu-er está muerto, el médico es inútil en esta situación." Xiao Xiye habló lleno de culpa. "No hice lo correcto, lo descuidé estos días."

"¡Útil! ¡Útil! Emperador, salve a Yu-er, por favor sálvelo. Vea como esta decaído pero ¡se recuperará pronto!"

La emperatriz comenzó a llorar desconsoladamente, con la cabeza pegada al tercer príncipe, sólo para darse cuenta que su cuerpo había perdido el calor de antes y comenzaba a ponerse frío. Xiao Xiye tenía una expresión de tristeza, se acercó y abrazó al tercer príncipe, lo puso gentilmente en el suelo y le cerró los ojos.

"Yu-er, este emperador lo siente por ti."

De repente, la emperatriz levantó la cabeza y miró a Chen Yu, sus ojos estaban desorbitados y llenos de odio.

"¡Fuiste tú! ¡Fuiste tú demonio! ¡Asesinaste a mi Yu-er! ¡Le robaste la vida a Yu-er! ¡Entiérrenme con mi hijo!"

La voz de la emperatriz sonaba histérica y se abalanzó contra Chen Yu, como si quisiera despedazarlo con sus propias manos.

Chen Yu se tambaleó por la fuerza de los pasos de la emperatriz. Aunque era una mujer, el dolor de su pérdida la había enloquecido, jaloneando a Chen Yu con una fuerza inhumana. Tratando de arrancarle un pedazo de carne de una mordida para poder aliviar el odio que sentía por él.

"¡Emperatriz!"

Xiao Xiye apartó rápidamente a la emperatriz, ella colapsó y comenzó a gritar.

"¡Ah! ¡Déjeme matarlo! ¡Matar a este demonio! ¡Quiero que pelee conmigo! ¡Emperador! ¡Usted tiene que matarlo! Mató a Yu-er y ¡matará a sus otros hijos más tarde! ¡Él es la estrella del desastre del emperador!"

Aunque la emperatriz había perdido la cabeza y gritaba descontroladamente, Xiao Xiye no tenía el corazón para culparla por esto.

"Lleven a Yu-er de vuelta al Templo Jiao Fang, su muerte debe ser investigada."

La emperatriz gritó tercamente. "¡No iré! ¡Quiero que él muera! ¡Que pague por la vida de mi hijo!"

Impotente, Xiao Xiye solamente podía noquear a la emperatriz y dejar que las sirvientas de la corte se la llevaran de regreso. Era normal que ella no pudiera soportar tantas emociones por un tiempo, ordenó que la dejaran descansar por unas cuantas horas para que recuperara su espíritu. También ordenó que se preparara el cuerpo del tercer príncipe y se abriera un salón para que lo adoraran. Durante la noche, se llamó a los mojes para que fueran al palacio a acompañar al tercer príncipe.

"Yu-er, ¿estás bien?"

Xiao Xiye le preguntó preocupado.

Chen Yu vio que el emperador lo miraba con los ojos llenos de preocupación y compasión, también con un poco más de duda y conflicto.

Chen Yu negó con la cabeza. Su rostro había sido rasguñado por la emperatriz pero, comparado con el dolor del duelo, no tenía ni siquiera caso mencionarlo.

"Está bien." Xiao Xiye hizo una pausa y dijo. "Te duele, regresa a tu habitación y descansa."

Esto significaba que quería que se metiera en el pabellón y no volviera a salir, Chen Yu entendió, se dio la vuelta de regresó a la habitación y cerró la puerta. Observó como el emperador lo miraba con ojos vigilantes.

"Emperador, llore su pérdida."

La concubina Chen se agarró del brazo de Xiao Xiye y se limpió las lágrimas diciendo. "Esta concubina ha estado acompañando a la emperatriz estos días, viendo como el tercer príncipe empeoraba día a día y deseando estar enferma en su lugar. Nunca pensó que la enfermedad del tercer príncipe fuera grave, esta concubina debió de reportarlo al emperador."

Xiao Xiye se soltó del agarre de la concubina y le preguntó fríamente. "¿Qué deberías haber reportado?"

La concubina Chen lanzó una mirada hacia el Pabellón Qilin y su rostro mostró embarazo.

"Esta concubina no se atrevería a decir tonterías al emperador, usted lo sabe, pero debe saber que Chen Yu es el hijo de una esclava. Cuando nació, un sacerdote taoísta llegó a la puerta y dijo que era una persona desconocida, que era probable que se volviera un malhechor."

"¡Tonterías!" Xiao Xiye le dijo enojado. "¡¿Cómo pueden existir los fantasmas y monstruos en este mundo?!"

La concubina se arrodilló en el suelo y miró discretamente la expresión del emperador. Aunque estaba furioso y no parecía creerle nada, no la agredió, lo que significaba que tenía algunas dudas.

"Esta concubina no se atreve a decir tonterías. Le he contado acerca de la experiencia personal de mi padre, el emperador le puede preguntar a la familia de esta concubina."

"¿Has hablado con alguien acerca de esto?" Los ojos del emperador eran como hielo.

La concubina Chen negó con su cabeza una y otra vez. "Claro que no, esta concubina pensaba como el emperador, incrédula. Pero se preocupó por el príncipe y le contó esto a la emperatriz madre. Casualmente, ese mismo día el supervisor dela prisión Qin Tian solicitó ver a la emperatriz y le dijo que parecía que la enfermedad del tercer príncipe estaba causada por espíritus malignos y esta concubina no sabía si estaba relacionado."

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora