124Arrancarte el corazón(掏心掏肺)

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Cuando el sol poniente estaba lanzando sus últimos rayos, Chen Yu regresó al palacio después de ir a las Tumbas del Oeste. Las linternas estaban iluminadas en los corredores y caminaba por el puente de la Cueva de Luna Creciente. Llegó a su residencia solitaria.

Chen Yu abrió la puerta de la entrada principal de su residencia y, desde una esquina obscura, una sombra alta se abalanzó sobre él, presionándolo con fuerza contra la pared, produciendo un sonido amortiguado al golpearse la cabeza.

"Yu-er."

La voz profunda estaba acompañada del aroma del alcohol.

Después del susto inicial, Chen Yu supo quién era al escuchar su voz, el olor del alcohol era muy fuerte y lo hizo fruncir las cejas.

A través de las ropas, Chen Yu podía sentir el calor de ese abrazo familiar, amplio e invasivo, pero ahora solamente se sentía disgustado. Hizo unos cuantos esfuerzos, pero su mano fue agarrada con mucha fuerza como si quisiera absorber el cuerpo de Chen Yu.

"Yu-er, ¿a dónde fuiste hoy?"

Los ojos profundos de Jun Xuan Xiao brillaban en la obscuridad y su embriaguez no afectaba su temperamento heroico, pero Chen Yu ya se había acostumbrado a sus tácticas habituales, no era nada más que acosarlo sin ser brutal.

"Lo siento, ¿este rey te lastimó?" Jun Xuan Xiao soltó su mano y se sintió culpable, liberando a Chen Yu de su sometimiento. Se sobó la muñeca adolorida y gesticuló con frialdad.

"A donde vaya, al parecer, no tiene nada que ver con Su Alteza."

Chen Yu caminó hacia el frente del escritorio y encendió la lámpara, el cuarto se iluminó y se sintió un poco de calor. Miró hacía un lado y vio que Jun Xuan Xiao estaba tambaleándose con una jarra en la mano.

"¡Claro que tiene que ver con este rey! ¡Tú sabes que este rey se preocupa mucho por ti!" La voz de Jun Xuan Xiao se escuchaba ronca. "Preocupado por ti, te vas y no regresas. Te he estado esperando todo el día aquí."

"Incluso si intentará escapar, Su Alteza me atraparía de nuevo, ¿por qué fingir?" Chen Yu habló con señas.

Jun Xuan Xiao miró la expresión indiferente de Chen Yu, el dolor de su perdida brilló por un momento en su rostro y lo quería abrazar fuerte. Sus ojos miraron a Chen Yu con afecto.

Chen Yu evitó su mirada y le dijo con gesticulaciones. "Conozco la calidad del vino imperial, no es algo con lo que se pueda embriagar fácilmente."

El cuerpo de Jun Xuan Xiao se paralizó y claramente la confusión desapareció de sus ojos, con ese alcohol tan ligero, ¿cómo podía emborracharse?

"Si Su Alteza está bien, por favor retírese para que no arruine el estado de ánimo de ninguno de los dos."

Chen Yu le hizo gestos de que se fuera, recogió un libro y se puso a leerlo completamente absorto.

Jun Xuan Xiao fingió que no había entendido sus gesticulaciones, se sentó a su lado y dijo. "Este rey te acompañará mientras lees el libro. En el pasado, aprendiste a leer acunado en los brazos de este rey, si hay algo que no entiendas me puedes preguntar."

Chen Yu estaba distraído por la luz de la vela que oscilaba.

"¿Te acuerdas? Te enseñé a escribir tu nombre primero, tomaste esos dos pedazos de papel con nuestros nombres y dormiste abrazándolos alegremente. ¿Aún quieres aprender a montar a caballo? Si quieres, este rey te llevará a la granja de caballos más grande de la capital para enseñarte personalmente."

Claro que Chen Yu recordaba, en esa época, cualquier recompensa que le daba el rey era suficiente para que se sintiera infinitamente feliz y olvidara todo el maltrato, era muy joven y fácil de manipular.

Chen Yu giró la cabeza y dijo con señas. "Sólo puedo admirar la inteligencia y estrategia a largo plazo de Su Alteza."

Jun Xuan Xiao se quedó sorprendido por un momento y luego habló con una voz grave. "Realmente le creíste al emperador, ¿sinceramente crees que este rey solamente estaba engañándote?"

Chen Yu no sabía que responder y tampoco tenía la energía para hacerlo. Jun Xuan Xiao le preguntó enojado. "Si este rey hubiera querido obtener a la fuerza la información sobre el Mausoleo Junshan, ¡tiene miles de formas para hacerlo! ¡¿Por qué seguiría soportando estos tratos?! Yu-er, este rey te amaba en esos momentos, ¿no sientes ninguna sinceridad de mi parte? ¿Por qué tratas a este rey con tanta crueldad? ¿Por qué ni siquiera tienes la consideración de mirarme? ¡¿Quieres que este rey te arranque el corazón?!"

Los dedos de Chen Yu se crisparon un poco y cerró el libro. En algún momento, había estado tan enamorado del Rey de Zhen Bei, que estaba dispuesto a arrancarse él mismo el corazón para mostrárselo a Jun Xuan Xiao.

Al ver la expresión indiferente de Chen Yu, Jun Xuan Xiao finalmente se sintió desanimado y su expresión ligeramente dolorosa se volvió fría e indiferente.

"Yu-er, ¡la paciencia de este rey hacia ti está a punto de terminarse!" Jun Xuan Xiao habló con un tono bajo. "Dime, ¡¿a dónde fuiste hoy?!"

Jun Xuan Xiao agarró el hombro de Chen Yu y lo obligó violentamente a mirarlo.

Chen Yu soportó el dolor y le hizo señas sonriendo. "Fui a las Tumbas del Oeste a presentarle mis respetos a mi madre con el hermano Song, aparte de eso, fuimos a caminar y comer juntos. Me trató muy bien, al menos mejor que tú, resulta que hay más personas que Su Alteza y algunos si son confiables, ¿está satisfecho?"

Jun Xuan Xiao le preguntó con el rostro hosco. "¿Qué es lo que quieres decir? ¿Desde cuándo te relacionaste con él?"

Chen Yu lo miró con burla y contestó. "Hace mucho tiempo, cuando estábamos en la Montaña Lang Juxu. El hermano Song me enseñó a montar a caballo él solo. El hermano Song me ha cuidado mucho."

"¡¡Tú!!"

Jun Xuan Xiao estaba tan celoso que estaba a punto de arder y agarró a Chen Yu del cuello. Chen Yu cerró los ojos y relajó su expresión, era como si aceptará su destino.

Jun Xuan Xiao luchó por un momento, después relajó la fuerza de su mano y lo soltó.

"¿No temes que te mate?" Jun Xuan Xiao habló sensiblemente.

Chen Yu le respondió con señas. "¿A quién no se atrevería a matar en el mundo? Está bien si me mata a mí también, el hermano Song y yo podemos ser un par de fantasmas de pato mandarín en el infierno."

El rey soportó la ira que le hacía hervir la sangre y se levantó.

"¡Me estas forzando!"

Jun Xuan Xiao caminó al arco de la puerta y se volteó con una presencia imponente. "No tienes que provocar a este rey tan deliberadamente, como eres despiadado con este rey, ¡no lo culpes por no ser considerado de sus antiguos sentimientos!"

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora