108 ¡¿Jun Xuan Xiao se merece tu amor?!

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Chen Yu se bañó y se cambió de ropas y cuando estaba terminando de leer la última página de El libro de Shangjun, la puerta se abrió de golpe violentamente.

Era Xiao Xiye. Efectivamente, en media hora, la noticia de que el Rey de Zhen Bei había escapado de la prisión se dispersó por todo el palacio y Xiao Xiye se apresuró hacía el Pabellón Qilin.

Todas las cosas sobre la mesa salieron volando cuando Xiao Xiye las aventó, los pinceles y la tinta se dispersaron por todo el suelo, y un jarrón en forma de pera se convirtió en polvo con un sonido estridente.

"¿Por qué? ¡¿Por qué?! Yu-er, dime, ¡¿por qué?!"

Chen Yu bajó el libro con movimientos rígidos. De hecho, él podía entender el enojo del emperador, pero no esperaba que a pesar de que fuera inmediatamente a buscarlo, las venas de su frente estaban hinchadas y parecía a punto de estallar, no le había hecho nada a él y no había ordenado que lo mandaran a prisión.

"¡¿Por qué sigues ayudándolo?! Sabes que fue casi imposible poder capturar a Jun Xuan Xiao, ¡fue la oportunidad de que tú y yo planeáramos juntos! ¡Definitivamente no habrá forma de capturarlo una segunda vez! Lo dejaste ir, ¡dejaste que el tigre regresará a la montaña! ¡Todos nuestros esfuerzos fueron en vano! ¡¿Acaso no quieres saber dónde está tu madre?! ¿No lo odiabas? ¡Tú me lo dijiste! ¡¿Por qué me traicionaste?!"

Chen Yu inclinó la cabeza. Estaba avergonzado, incluso aunque no hubiera robado la llave, Jun Xuan Xiao se habría escapado.

Xiao Xiye se puso en cuclillas tristemente y le preguntó. "¿Hice algo mal? Cumplo todas tus peticiones, ¿por qué sigues siendo parcial con él? ¡¿Acaso Jun Xuan Xiao es tan digno de tu amor?! Yo sabía que ibas en secreto a verlo a la prisión y aceptaba que me emborracharas a propósito pero ¡nunca pensé que lo dejarías escapar!"

Chen Yu estaba sorprendido, resultaba que el emperador siempre supo cuáles eran sus intenciones cuando lo invitaba a beber con él.

Estaba atónito, no sólo el Rey de Zhen Bei y el Emperador eran erráticos y caprichosos, él también lo era.

Claro que odiaba a Jun Xuan Xiao, pero estaba enredado con él, y obviamente no podía amar a Xiao Xiye pero aun así se había quedado en su palacio.

"Quiero ir a Yunmeng. Si no me vas a matar, sólo déjame ir." Chen Yu gesticuló ausente.

Xiao Xiye frunció las cejas y le preguntó. "¿Qué quieres decir? No quieres quedarte en mi palacio, ¿te quieres ir?"

Xiao Xiye no habló por un largo tiempo, lo miró pero sus ojos eran enigmáticos, finalmente suspiró y se dejó caer en la silla.

"Yu-er, no te voy a dejar ir, hice todo lo posible para rescatarte de Jun Xuan Xiao así que no te voy a dejar ir tan fácil."

Chen Yu esperaba este resultado pero no sabía si era porque el emperador realmente lo amaba o porque esperaba usarlo para algo.

"Yu-er, ¿sabes algo? Estos días que me sonreías, hablabas conmigo y me invitabas a beber, han sido cuando más feliz he sido. Sé que sólo lo hacías por Jun Xuan Xiao pero, incluso aunque era falso, estaba dispuesto a aceptarlo. Estaba medio borracho y medio despierto cada vez. Te dejaba tomar la insignia y, cuando te veía apresurarte a la prisión para encontrarte con Jun Xuan Xiao, ¿sabes lo triste que me sentía?"

Chen Yu escuchó sus palabras llenas de afecto pero no hubo ninguna onda en el lago de su corazón.

"El Mausoleo Jun Shan."

Chen Yu gesticuló a medias, el emperador cambió su expresión de repente y se enderezó animadamente.

"¿Ya lo sabías?"

Chen Yu asintió y siguió gesticulando. "El Mausoleo Jun Shan está en el fondo del Lago Yunmeng."

La Tumba Jun Shan, ese era el secreto que el emperador esperaba obtener de Chen Yu.

"¡¿Es cierto lo que estás diciendo?! Yu-er, ¿no me habías dicho que no lo recordabas? ¡¿Cómo te enteraste de esto?!"

Xiao Xiye estaba desbordante de alegría y estaba muy satisfecho. Había buscado ese lugar por más de diez años y ¡finalmente tenía una pista!

Chen Yu estaba un poco cansado, levantó un pincel y papel del suelo, y escribió. "Los registros que me diste decían que el Clan Chu de Yunmeng también era llamado Guardianes del Mausoleo y no hay otras Tumbas Reales en el área de Yunmeng más que esa, en la antigua Montaña del Monarca."

Xiao Xiye estaba tan emocionado que sus orejas se habían puesto un poco rojas y dijo con ansiedad. "No está mal, lo que el Clan Chu resguardaba era el Mausoleo Jun Shan. Desde el reinado del Emperador Taizu, los monarcas hemos buscado este lugar, desafortunadamente había muy pocos descendientes del Clan Chu. Pero nunca pensé que el Mausoleo Jun Shan ¡estuviera al fondo del lago! ¡Debe de ser ese! Yu-er, gracias, ¡Ja, ja, ja!"

El emperador sonrió llenó de orgullo y su abatimiento por el asunto de la fuga se había evaporado. Parecía que pronto encontraría el Mausoleo Jun Shan y se convertiría en el emperador inmortal que crearía un mundo próspero dominado por la Dinastía Jing.

"¡Ordenaré inmediatamente que vayan a buscarlo en el Lago Yunmeng! ¡Tengo que encontrarlo!"

Chen Yu sabía las cosas a medias, de acuerdo a los registros que Xiao Xiye le había dado, Yunmeng estaba inundado y la distribución del lago había ido cambiando a lo largo de las décadas. Chen Yu recordaba que su madre le había dicho que había tenido que salir de su tierra por las inundaciones y se había desplazado al norte.

Por lo tanto, el Mausoleo Jun Shan estaba originalmente a los pies de la Montaña Jun Shan, pero era muy probable que hubiera quedado sumergido al fondo del lago.

"¿Puedes dejarme ir?" Chen Yu le volvió a preguntar con gestos.

Le había dicho la pista que el emperador esperaba, ¿lo dejaría ir?

La sonrisa de Xiao Xiye se congeló.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora