73 Copiar libros

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El enojo del emperador se calmó, sin embargo, tres días después, se expresó por completo en la carta escrita en papel imperial que recibió el Palacio del Rey de Zhen Bei.

El rey sólo le dio una mirada y la puso en el fuego. Un par de manos cubiertas con una fragancia floral le rodearon la cintura desde atrás.

"Mi Señor, ya está muy avanzada la noche, ¿no está exhausto después de un día difícil? Este esclavo le ayudará a limpiar sus músculos..."

El rey estaba disfrutando de una belleza voluptuosa, obviamente la voz era de un hombre, pero sonaba más encantadora que la de una mujer. Inesperadamente no le disgustaba, sus gustos realmente eran variados y esas cejas estaban llenas de hermosura y polvo.

El rey lo agarró de la mano y lo giró violentamente para presionarlo sobre la cama...

...

Chen Yu no había logrado recuperar la confianza del rey. En cambio, había regresado lleno de moretones y se quedó dormido por un tiempo. Cuando se sintió un poco mejor, se lavó y se cambió de ropa, preparándose para reaplicar sus viejas habilidades, pero Song Qing lo detuvo.

Estos días, Song Qing lo había detenido tres veces, dándole distintas razones.

"El Señor no está en el palacio." Le había dicho con rigidez.

Chen Yu inclinó la cabeza, ¿no había regresado aún? ¿Estaba ocupado con asuntos militares? ¿O era que no quería verlo?

"¿Cuándo va a regresar?" Chen Yu gesticuló.

Song Qing no le contestó, no era bueno diciendo mentiras y prefería quedarse callado.

"¿Me estás mintiendo?"

"No."

Song Qing rápidamente lo negó, cuando vio que Chen Yu fruncía las cejas, tragó un poco de saliva con dificultad.

"Si, él... él dijo que lo hace sentir infeliz, que tiene que copiar todos los libros que habían estudiado antes. Eso contaría como su castigo y podrá verlo cuando termine de copiar."

Song Qing no pudo pensar en otro pretexto. Los libros que el rey había llevado a la Residencia Shaohua, junto con sus escritos sobre sus batallas militares, entrenamiento, etc. sumaban cientos de volúmenes. Serían suficientes para mantener a Chen Yu ocupado por un tiempo.

Chen Yu frunció de nuevo las cejas y sonrió.

Eso estaba bien, solamente tenía que copiar los libros para poder ver al rey.

Chen Yu había aprendido muchísimos caracteres y letras del libro del Arte de la Guerra, vivía solo en una residencia enorme y nadie hablaba con él. Había pasado tanto tiempo observando la mano del rey, mientras escribía, que ya estaba familiarizado con ella. Si el rey lo ponía a prueba, debía de corresponderle.

Chen Yu corrió al patio y agarró un puñado de nieve, la puso en la base para la tinta y la derritió, estudiando la tinta con cuidado. Comenzó a escribir una pincelada a la vez.

Song Qing desvió la mirada. Como el rey era él que la había enseñado a escribir, su escritura era muy similar, pero las manos eran completamente diferentes, las letras del rey eran magníficamente vigorosas, las de Chen Yu carecía de fortaleza.

Song Qing se sentía culpable, sabía que Chen Yu haría lo que fuera sin dudarlo, ¿por qué tenía que engañarlo a hacer estas cosas que no iban a servir para nada?

No quería quedarse en la habitación, tenía miedo de ser impulsivo y no poder evitar decirle la verdad a Chen Yu.

Dos días después, aún no amanecía, Chen Yu abrazaba alegremente una canasta y despertó a Song Qing. Se había arreglado un poco, poniéndose un poco de maquillaje, pero aun así no había podido cubrir las ojeras alrededor de sus ojos.

Como ofrendando un tesoro, Chen Yu había puesto los libros en las manos de Song Qing y le sonrió, sus ojos se curvaron como lunas y su alegría irradiaba luz.

Después de dos días y dos noches sin dormir, Chen Yu había terminado de copiar los libros sin cerrar los ojos ni una vez.

Sin que le hiciera gestos con las manos, Song Qing sabía lo que le iba a decir.

He terminado de copiar, ¡llévame pronto a ver al rey!

El Amante Mudo (Parte 1)Where stories live. Discover now