Capítulo 16

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Salgo de casa con las llaves, el móvil y los auriculares y me pongo a correr. El sol todavía está saliendo, pero ya hay la suficiente luz para que no sea peligroso ir por la calle sin estar alerta.

Mi cabeza comienza a reproducir la noche de ayer. Después de hablar un rato sobre nosotros, decidimos preparar algo para cenar, heura con verduras, cosa que hicimos entre besos y caricias, cuando hubimos comido y recogido todo, nos echamos al sofá. Pusimos Capitán América: The Winter Soldier, pero acabamos liándonos en el mullido asiento así que no le prestamos demasiada atención. Cuando se hicieron casi las dos de la madrugada, decidimos irnos a dormir ya que hoy es martes y ella tiene clase a las ocho y media.

Durante un buen rato mi cabeza recuerda los besos que nos dimos provocando que casi pueda sentir sus labios de nuevo sobre los míos, haciéndome tener las sensaciones a flor de piel. He de decir que me había imaginado besarla en multitud de ocasiones, incluso he llegado a imaginar cómo será tener sexo con ella y por ello he acabado masturbándome, pero jamás pensé que con unos simples besos me pudiese provocar lo que hizo ayer. Va más allá de una simple atracción, más allá de ser esa chica que le tienes ganas, es cómo si nuestras bocas encajaran de la manera perfecta anulando cualquier cosa que suceda a nuestro alrededor. No sé ni cómo explicarlo.

Doce kilómetros después llego a casa y al entrar veo que todo sigue a oscuras, veo en mi reloj que apenas son las siete y cuarto, pero aun así decido despertarla por si le faltase tiempo. Cuando llego hasta la habitación y entro, la veo dormida boca abajo, con su pelo en una trenza lleva una camiseta mía y se ha levantado dejando su culo al aire con un simple tanga de encaje. Joder...

Intentando evitar mirar todo lo posible, me acerco a ella y me agacho a su lado mientras susurro su nombre para despertarla. Unos cuantos intentos después consigo hacer que abra los ojos y ella me mira.

—¿Qué pasa? —pregunta adormilada.

—Vamos, tienes que ir a clase.

Ella gruñe, queriendo dormir más, pero finalmente sale de la cama.

—Date una ducha, yo prepararé el desayuno enseguida —le digo.

—Dame una toalla, por fa.

Voy hasta el armario y saco una de uno de los cajones, ella se mete al baño y yo hago lo mismo, pero en el mío. A los siete minutos estoy vistiéndome ya duchado y en cuanto estoy salgo hasta la cocina para preparar algo, finalmente decido hacer lo mismo de la última vez y, mientras contesto un par de mensajes, espero a que llegue para empezar a comer.

Cuando terminamos de desayunar en silencio, al parecer a ninguno nos gusta hablar por la mañana, decido llevarla a la universidad, aunque yo hoy no voy a ir. Hera intenta oponerse, argumentando que todavía no estoy en condiciones de conducir después de lo de ayer, pero al final consigo convencerla. Una vez estamos frente a su edificio, deja un suave beso sobre mi mejilla y sale del coche susurrando un "ya hablamos" que me deja desconcertado.

Pongo rumbo de nuevo a casa, pensando en la actitud que ha tenido esta mañana. Puede ser que lo de ayer la haya asustado o que se arrepienta, ha estado mucho más tímida de lo normal y casi no ha abierto la boca. Al principio he pensado que podría ser porque no es habladora en las mañanas, yo la mayoría de las veces soy así pero no ha abierto la boca en todo el camino, solamente cuando ha bajado y encima ni se ha despedido en condiciones. Sí, quizá no somos nada oficial, ni serio, ni nada y lo que sucedió ayer simplemente ha sido un leve desliz pero joder, no me esperaba esa reacción.

Igual se arrepiente, quiere hacer como que nada ha ocurrido o qué se yo, pero la verdad es que yo no me veo capaz de hacerlo. No quiero volver a ser su amigo como si nada, no puedo frenar lo que sea que siento porque no depende de mí y joder esto solamente ha alimentado mis ilusiones. No quiero olvidar que ayer nos devoramos.

Mi cabeza busca explicaciones lógicas, analiza su comportamiento buscando algo que diera a entender que estaba incómoda, buscando algún signo que diera a entender que no estaba a gusto, sin embargo, por mucho que repase todo no encuentro nada. Mi mente maquina un sinfín de teorías, desde que sea lesbiana a que tenga pareja, o que simplemente no le atraiho, solamente trata de buscar algún sentido a esto.

Quizá estás exagerando.

Sacudo la cabeza buscando alejar todo esto de mi mente, creo que es suficiente para las horas que son. Cuando llego a mi casa, vacío mis bolsillos en el sofá y me voy a la cama a intentar dormir cosa que por suerte consigo hacer un rato después. Es la única manera de dejar de pensar.

Cuando despierto son las once de la mañana por lo que decido aprovechar el tiempo y ponerme a estudiar y adelantar el TFG. Cuando llevo casi dos horas estudiando, mi cerebro ha dejado de trabajar con la agilidad de antes así que decido hacer un descanso y miro el móvil buscando algún signo o señal de vida por parte de la morena que ha dormido en mi cama, pero o encuentro nada. Sorpresa. Contesto un par de mensajes de Marc, quien todavía no sabe nada, y me asusto al ver uno de mi padre.

Papá: Jack, mamá está en el hospital.

Contesto preguntando qué ha pasado y él me dice que ha tenido un amago de arritmia de nuevo y que van a dejarla interna para ver si pueden operarla y arreglarlo. Le aviso de que en quince minutos estoy allí y salgo de casa corriendo para subirme al coche. Conduzco casi saltándome los semáforos, pero me contengo queriendo pensar que no es muy grave ya que si lo fuera me habría llamado. Al estar frente al edificio unos quince minutos después, aparco en el primer sitio que veo y subo corriendo al piso que mi padre me ha dicho, cuando llego lo veo en un pasillo pellizcando el puente de su nariz y me acerco a él.

—Está bien, ¿no? —pregunto, preocupado haciendo que me mire

Imposible dejarlo correr [TMC#3]Where stories live. Discover now