Capítulo 51: Lado sádico.

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-No hay problema, solo charlamos un poco -dijo Tessa.

Hedia se volvió hacia su sobrina y le sonrió con amor.

-Eres tan linda -le dijo -Tus ojos son cafés como los míos, pero tienes una mirada fuerte como la de tu hermosa madre.

-¿La conociste?

-Claro, Lu y yo éramos buenas amigas -se apartó de Wade lentamente y él besó su frente con cariño -Tengo muchas anécdotas sobre ella ¿Quisieras saberlas?

Tessa sonrió inmensamente.

-¡Claro que sí!

****

Rory corría de un lado a otro por su casa arrojando harina al aire, creando una gran nube de polvo blanco mientras Thomas corría detrás de ella para detenerla y la pequeña solo reía a carcajadas.

Toda su cabellera negra estaba cubierta con harina al igual que su pequeño rostro, además tenía grandes manchas de chocolate en su vestido rosado.

-Rory, ven aquí -estuvo por atraparla si no fuera por el huevo roto en el suelo que lo hizo caer de espaldas.

Mientras Thomas se quejaba del golpe Rory reía a carcajadas, su risa era realmente adorable como campanas de Navidad o así de hermosa la oía su padre. La pequeña se detuvo frente al alfa y lo señaló.

-¿Te rindes? -tenía tanta harina en las mejillas e incluso la frente que parecía un pequeño panqueque.

Thomas fingió pensarlo un momento.

-Claro que no ¡Raaww! -abrió sus dedos como garras y fingió ser un dinosaurio Rex para perseguirla de nuevo.

Rory soltó un gritillo seguido de una sonora carcajada mientras corría descalza al rededor de la mesada de centro.

-¡No me atraparás! -gritó arrojando lo que quedaba de harina al techo y esta cayó como nieve sobre ellos.

En ese momento Thomas logró atraparla por detrás y la levantó en alto, Rory gritó del asombro pero no dejo de reír una vez segura en los brazos de su papá, lo abrazó con fuerza, rodeando su cuello con sus delgados brazos y él la acunó con amor.

-¿No se suponía que íbamos a hacer galletas? ¿Cómo vamos a cocinar sin harina?

Rory observó el desastre a su alrededor, había huevos rotos en el suelo, harina por todos lados, azúcar tumbada sobre la mesada y muchas manchas de chocolate.

-Papá, tú empezaste.

-Yo solo manche tu cara con algo de chocolate y mira la obra de arte que tú haz hecho -exclamó el alfa sentando a su hija sobre la superficie de la mesada, tomando una servilleta y limpiandole el rostro. -Esto nos tardará un buen rato en limpiar.

-¿Entonces no haremos galletas?

Thomas sonrió y besó la frente de su hija.

-¿Quién dijo que no? Descuida, estas cosas pasan cuando cocinas -le dijo tomando sus manos para limpiarlas -Además ¿Qué hay de malo con un poco de harina, no?

Rory asintió. De pronto alguien llamó a la puerta, Thomas tomó a su pequeña por debajo de los brazos y la depositó en el suelo para ir a atender.

Al abrir la puerta Megan esperaba del otro lado, traía una bolsa de víveres y se quedó viéndolo con gran asombro. Thomas estaba cubierto de harina y traía manchas de chocolate en la cara.

-¿Qué te pasó?

-Pues...

-¡Haremos galletas! -Rory apareció detrás de Thomas, igual de desaliñada pero con una gran sonrisa en su rostro -¡Megan!

Aiden.Where stories live. Discover now