Capítulo 14

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Capítulo 14





La Cúpula de Estrellas, Solaris – 1.836





—¿Está muerta?

—¿Muerta? ¡Oh, vamos, no exageres, muchacho! ¿Cómo va a estar muerta?

—Yo creo que no respira...

—No es para tanto, te lo aseguro. Con unas cuantas horas de sueño...

—¡¡No respira!! ¡¡ Sol Invicto, no respira, Laurent!! ¡¡No respira!!

Iván no exageraba al asegurar que no respiraba. De hecho, hacía prácticamente un minuto que su corazón había dejado de latir, pero tan solo entonces, cuando el ritual llegó a su fin y el aprendiz se acercó a comprobar su estado, comprendió que Laurent había ido demasiado lejos.

Desconcertado ante la inesperada situación, el magus observó a su aprendiz intentar reanimarla. Lo cierto era que no le sorprendía que su mente no hubiese soportado los últimos embistes. Aquella noche había sido especialmente dura, pero tratándose de una de las agentes de Diana Valens, había esperado más. Bastante más, de hecho.

Era decepcionante.

—Me pregunto por qué Didizeth elegiría un cuerpo tan débil para poseerlo —reflexionó con la mano en el mentón—. Creo que se me escapa algo.

—¡Ayúdame! —exclamó Iván sin tan siquiera mirarle. Estaba demasiado concentrado en el rostro ahora totalmente pálido de Nessa como para ello—. ¡Por favor, Laurent! ¡No reacciona!

—No creo que sea especialmente poderosa tampoco. Apenas hay rastros de magia en ella. Cualquiera diría que ni tan siquiera la utilizaba. Y sin embargo...

—¡¡Laurent!!

El grito de Iván resonó con fuerza por la torre, logrando que incluso en mitad de la noche Valhir lo escuchase. El ave entró en el despacho a través de una de las ventanas abiertas y voló hasta el cuerpo de Nessa. Empezó a graznarle a la cara. Laurent, mientras tanto, paseaba por la sala, sumido en sus propios pensamientos, ignorando los gritos desesperados de su aprendiz.

—Quizás sea por su intelecto. Es una mujer inteligente, es innegable... pero no me cuadra. ¿Qué buscaba Didizeth en ella? Quizás solo aprovecharse de su ingenuidad para encerrarla durante unos años... ¿pero con qué objetivo? Nadie tiene en su poder un alma durante tanto tiempo si no quiere algo a cambio... es un auténtico misterio.

Dando por finalizada su reflexión, Laurent se acercó a Iván y se acuclilló a su lado. Cuando puso la mano sobre la frente de Nessa ésta ya estaba bastante fría, pero su luz aún no se había apagado. Concentró parte de su poder en la palma de su mano, la cual empezó a brillar con una luminiscencia dorada, y cerró los ojos.

Murmuró unas palabras de poder...

Y en la mente de Nessa una cascada de calidez logró hacerla despertar. La joven se vio a sí misma de nuevo en lo más profundo de un lago de sangre, atrapada por la oscuridad. Parpadeó, confusa, sintiendo que la vitalidad volvía a ella en forma de corriente de energía, y empezó a bucear hacia la superficie.

Unos segundos después, cuando al fin logró salir a la superficie del lago onírico y abrir los ojos al mundo real, Laurent ya no se encontraba en la sala, pero sí Iván. Un Iván al que el terror no solo había teñido el rostro de desesperación, sino que estrechaba con fuerza su mano entre las suyas.

—No me jodas, no me jodas, no me jodas... —susurraba por lo bajo.

Valhir graznó al verla abrir los ojos. El halcón apretó su pico contra el pecho de Nessa, interponiéndose entre ambos, y no dejó de quejarse hasta que al fin, rompiendo por completo con la ensoñación, la arpía acercó la mano a su cabeza y le acarició.

Dioses del TiempoWhere stories live. Discover now