22º Por fin en casa

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22º Por fin en casa

En cuanto llegaron a la casa, Darcy condujo a su esposa hasta sus aposentos, seguido de la señora Reynolds, que llevaba al pequeño entre sus brazos. Una vez acomodada en la cama, el caballero fue echado de la estancia por el doctor, así que este se encaminó al vestíbulo, donde lo esperaba Bingley junto a los hombres que habían ido en su ayuda.

-Gracias a todos por haber acudido a auxiliarnos, todos recibirán una buena compensación- Comentó, haciendo que todos ellos sonrieran de alegría- Y pueden comentar al resto del servicio que, con motivo del nacimiento de mi hijo, este mes todos tendrán el doble de su jornal- Los aplausos resonaron en todo le vestíbulo- Ahora vayan a descansar, se lo han ganado.

-Siempre he sabido que eras generoso, pero nunca te había visto tan desprendido con el servicio- Le comentó su amigo sonriente.

-¿Qué puedo decir? La paternidad hace maravillas- Comentó sonriente y feliz.

-En unos meses veremos si es igual conmigo- Respondió, dando una palmada amistosa en el hombro de Darcy.

-Vayamos en busca de mi tía, quiero ver como está las niñas.

Los dos se encaminaron al salón principal, donde desde fuera se escuchaba a la anciana mujer comentando cosas en un tono tan jovial que sorprendió a los dos caballeros. Sin hacer ruido se asomaron, quedándose impactados al encontrar a las dos niñas sentadas en la alfombra ante Lady Catherine, que desde el sofá les contaba historias sobre su juventud y las tenía encandiladas.

Lydia giró la cabeza para quitarse un mechón que le molestaba y entonces los divisó, al verlos sonrió emocionada y se levantó de un salto, corriendo hasta ellos.

-¡Señor Darcy! ¡Señor Bingley!- Gritó eufórica- ¡Por fin han vuelto!- La pequeña abrazó a Darcy con fuerza, mientras Kitty la imitaba haciendo lo mismo con Bingley- ¿Encontraron a Lizzy?

-Si niñas, la encontramos y pudimos rescatarla antes de que le hicieran daño- Comentó Charles, acariciando el cabello de su joven cuñada.

-¿Entonces está bien?

-Si Lydia, tanto ella como el bebé se encuentran ahora en la habitación- Comentó dándoles una gran sorpresa.

-¿Eso quiere decir que el bebé ha llegado ya al mundo?- Preguntó su tía, él asintió sonriente- ¡Enhorabuena! ¡Pasa y cuéntamelo todo!- Los os hombres caminaron sin soltar a las niñas hasta los sillones frente al que ocupaba la mujer- ¿Qué ha sucedido? ¿Qué ha sido de Collins? ¿Quién ha recibido al bebé? ¿Dónde ha nacido?

-Calma tía, te lo contaremos todo- Entre los dos explicaron la situación, intentando no ser muy explícitos para no atemorizar a las pequeñas, que no perdían detalle de todo lo que contaban. Y cuando llegaron al momento del alumbramiento, Lady Catherine quedó muy impactada.

-¿Y tuviste que hacerlo tú?- Preguntó escandalizada- ¿Cómo supiste que hacer? ¿Fue todo bien?

-Sorprendentemente salió todo perfectamente- Le explicó- Y no sabía que hacer, me guié un poco por lo que sabía de nacimientos de animales y me dejé llevar por el instinto- La mujer lo miraba maravillada- Y aunque ha sido una experiencia increíble, espero que la próxima vez sea el médico quien se encargue de ello.

-Nos aseguraremos de que así sea- Le aseguró Bingley- Ahora solo nos queda esperar a que venga el coronel Fitzwilliam y nos informe de que mi hermana ha pasado a manos de la justicia, y a que baje el doctor y nos confirme que está todo en orden.

Estuvieron en aquel salón, comentando cosas y hablando de manera muy relajada durante casi media hora. Darcy no recordaba estar en presencia de su tía de aquella manera, y agradecía que tratara de aquella forma tan cercana a las dos pequeñas Bennet, que parecían haberle cogido cariño.

Matrimonio de ConvenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora