Matrimonio de Conveniencia

8º Los tejemanejes de Lady Catherine

8º Los tejemanejes de Lady Catherine

Cuando Lizzy abrió los ojos se encontraba en una habitación que al principio no reconoció. Miró a su alrededor un poco, intentando orientarse, y entonces recordó que se encontraban en Rosings Park, hogar de Lady Catherine de Bourgh, tía de su esposo.

Sin comprender que hacía en aquella habitación, tumbada en la cama aun con la ropa puesta, se incorporó un poco, descubriendo que no estaba sola en la habitación. Su esposo permanecía ante el gran ventanal que iluminaba la estancia con los brazos cruzados, mirando fijamente algo del exterior, su rostro era sombrío y parecía más pálido que de costumbre.

-¿William?- Lo llamó levemente, haciendo que este se girara en el acto hacia ella.

-Elizabeth- La nombró sonriente al verla despierta, caminando de inmediato hacia ella- Por fin has despertado- Se sentó en el borde de la cama y tomó su mano con cariño. En el momento que él tocó su piel, Lizzy supo que le sucedía algo- ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo?

-Me siento un poco mareada.

-Recuéstate un poco y descansa- Le ordenó con cariño- No te fatigues.

-Will, ¿qué ha ocurrido?

-¿Tú no lo sabes?- Preguntó dudoso- Esperaba que me lo dijeras tú- Lo miró con seriedad- ¿No recuerdas que sucedió antes de que te desmayaras?

-Recuerdo que estábamos con tu tía y tu prima en el salón cuando llegó el clérigo que tú tía tiene en alta estima- Y entonces, al recordar ese momento palideció- Recuerdo que escuché su voz y un escalofrío me recorrió por entero y no recuerdo nada más después de girarme a ver si era quien yo creía-Se puso rígida.

-¿Quién es él?- Preguntó preocupado al verla ponerse de aquella manera- ¿Qué ocurre con ese hombre?

-Ese hombre es mi primo, el señor Collins- Le informó.

-¿Tu primo?- Preguntó sorprendido- ¿Y qué sucede con él?- Ella bajó la mirada- Por favor, cuéntame que pasa.

-Me resulta muy difícil- Le dijo notando como sus ojos se cargaban de lágrimas- Llevo años intentando olvidarme por completo de él- Apretó con fuerza las manos de su esposo- Cuando yo tenía trece años vino de visita a Longbourn, fue poco después del fallecimiento de mi madre- Tomó aire antes de continuar- Yo era una niña y no veía la maldad de las personas en aquella época, y al ser mi primo no creí que pudiera hacer algo malo- Tuvo que callar, el recordar le había hecho ponerse a llorar.

-Mi vida- Darcy se asustó al verla de aquella manera, el verla tan afectada le hizo temer lo peor- ¿Qué te hizo ese hombre para ponerte en este estado?- Preguntó consternado por verla llorar desconsolada- ¿Acaso se propasó contigo?- Ella, al escuchar esa acusación aumentó el llanto, confirmándole sus peores temores- ¡Será desgraciado! ¿Hasta donde osó mancillarte?

-Mi padre consiguió quitármelo de encima antes de que llegara a suceder algo irreversible, pero faltó muy poco- Le confesó, temblando solo de recordarlo.

-¡Maldito bastardo!- Blasfemó furioso, entonces miró el rostro de su esposa, hinchado debido al llanto, verla de aquella forma le hizo pensar en como debía estar sintiéndose ella al recordar algo tan terrible, y además, el miedo que debía estar sintiendo por si él reaccionaba mal ante tal descubrimiento, así que rápidamente se sentó a su lado y la abrazó- Mi amor, lamento haberte hecho hablar de ello.

-No, debes saberlo, eres mi esposo y sé que me quieres.

-Por encima de todo- Besó sus cabellos- Quiero saber que sucedió, pero no si eso te afecta demasiado- Se separó un poco de ella y la miró a los ojos- Tú y el bebé sois lo más importante para mí, así que si saber lo que sucedió va a hacer que te vuelvas a desmayar o que te alteres, prefiero no saberlo- Endureció un poco la mirada- Con lo que sé me basta para desearle la peor de las suertes a ese malnacido.