Capítulo 113: Consejos

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Pov normal

Y allí estaban las tres sentadas en el living en total silencio mientras esperaban que alguna comenzase a hablar. La castaña ya se había cambiado el uniforme que fue mojado por su cabello y ahora se encontraba con una toalla sobre la cabeza secando su cabello para no pescar un resfriado por la grandiosa idea de empaparse todo y cabello en su intento por hacer desaparecer el color rojizo de su cara. Aunque no lo había logrado, porqué aún al estar más en calma que cuando estaba en la montaña, todavia seguía con un fuerte rojo adornando tiernamente su cara, haciendola sentir incómoda. Tanto por el hecho de no haber experimentado a ese nivel el sentimiento y por las miradas fijas de su hermana y amiga que ni se molestaban en disimular su sorpresa o interés.

Haruka a fin de cuentas había ido a su casa ya que no quería tener que volver a cargar con los Mangas el día siguiente y porque sintió muchisima curiosidad por el estado de Naomi cuando esta dejó la escuela. Aunque al final Haru terminó llegando primero al usar el tren y estuvo un rato esperandola junto a su hermana. Sorpresa la que se llevo al ver que la estratega seguía con la misma expresión con la que se había ido del instituto.

—Waaaaaah, que linda~— canturreó Yuka quien parecía la mar de entretenida con la nueva expresión que había descubierto en su hermana.

Conocía que el sonrojo de Naomi mayormente lo provocaba su enojo, incluso si en algún momento estaba avergonzada por lo general no se le pintaba la cara ni de un leve rosado. Tan solo vagaba con los ojos, miraba al suelo o se rascaba la mejilla. Creían que ya era algo natural en ella que la vergüenza no provoque un sonrojo, después de todo cada persona es diferente. Pero ahora esa teoría se les había venido completamente abajo. Ese tono carmín tan persistente era bastante diferente de su rostro molesto. Naturalmente cuando Yuka lo vió, entendió que no es que la menor estuviese enojada porqué no lo parecía en absoluto. Tampoco lucía o se escuchaba enferma como para que fuera fiebre. Y si lo era, nunca antes le había visto con una fiebre tan tierna.

—Me arde la cara— se quejó Naomi secándose el cabello con la toalla, aún sin saber que hacer para deshacerse del sonrojo extremo— ¿No me habré roto?— cuestionó por lo bajo un tanto pensativa y desorientada mientras se picaba una mejilla a si misma, logrando sentir la tibieza de su piel. No quería tener que pensar vivir con la cara así de caliente pero incluso cuando trató de deshacerse de él no lo había conseguido.

—No te rompiste, exagerada— alegó Haru soltando una pequeña risa viéndola con diversión. Ella, por su parte, sólo subió las piernas al sofá doblandolas contra su pecho en un intento por ocultarse de la fija mirada de lo ojos verdes— Felicidades, Nao. Te presento a la vergüenza— se burló con una sonrisa, haciendo que a Naomi le dieran ganas de tirarle un almohadón. Lo estaba disfrutando y ni siquiera se molestaba en ocultarlo.

—Me senté aquí porque dijeron que podían ayudarme a quitar esto de mi cara. Me iré a mi habitación si no— alegó haciendo un leve puchero, logrando que Haru le mire un tanto apenada, ahora si conteniendo un poco su risa para evitar que su amiga se fuera.

—No lo trates como un bicho, Nao -u- —comentó su hermana con una gota detrás de la cabeza al escuchar como se refería al sonrojo— Es una reacción instintiva, así que no es como que puedas controlarlo para desaparecerlo así de fácil pero podemos ayudarte a que se te pase— explicó ganándose la atención de su hermana menor.

—¿Cómo?

—Cuentanos lo que pasó— respondió con una gran sonrisa, haciendo que Nao arqueara una ceja, confundida.

—¿Eso no será peor?

—Piensalo como si todos esos sentimientos estuvieran encerrados en una cajita— comenzó a decir Haru ganandose la atención de ambas Hamada— Esos sentimientos crecieron hasta un punto que ya no entraban en la caja y salieron disparados al mismo tiempo. Sin saber a donde ir, se están reflejando todos ellos en tu cara justo ahora— rió apuntando al rostro de su mejor amiga el cual mostró una leve reacción de sorpresa. Había dado justo en el blanco. Aceptaba que Haru era de la personas que más sabía leerla por los años juntas y experiencia con tratar con ella pero en esos momentos le molestaba un poco que fuera tan experta en el tema— No es muy difícil adivinar ¿sabes? Ya haz hecho esto en el pasado y por lo general terminas llegando al punto de que tus mismas emociones explotan— y aún así, no podía negar aquello— Es como las otras veces, te sentirás mejor si te desahogas. Si te quedas contigo misma tan sólo le daras aún más vueltas al asunto y ese rojo en tu cara no se va a ir nunca— insitó sacandole la lengua en forma de broma para que se relajase un poco. Naomi le miró pensando sobre eso, y la verdad no podía encontrar fallas en su lógica.

De todos los colores, ROJO tenía que ser (Akabane Karma x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora