De todos los colores, ROJO tenía que ser (Akabane Karma x Oc)

Capítulo 4: ¿Correr o correr?

Pov normal

—¡Quitate eso!

—¡No!

—¡Vamos! ¡Ponte la falda! ¡Te quedara más bonito!

—¡Es incomoda, ya te dije!

—¡Al menos dejame ver como te queda!

—¡No jodas, Yuka!— Despues de unos minutos de forsejeo con su hermana mayor, Naomi logro safarce del agarre de la pelinegra, haciendo que callera en el suelo algo adolorida.

—¡¿Qué son estos gritos a primera hora de la mañana?!— Grito su madre entrando a la habitación, lanzando un par de calzados a sus hijas, pero estas pudieron esquivarlas.

—G-Gomen— Dijeron ambas con algo de miedo de que lance el otro par que tenía en mano "Olvidamos que ella estaba durmiendo ;-;" Sí algo habían heredado de su madre, era el mal carácter que tenían cuando alguien las despertaba de su encantador sueño, su padre le decía "El despertar del ogro"

—¡Naomi, a la escuela! ¡Yuka, a dormir!— Ordenó mientras una vena se remarcaba en su cien, asustando un poco sus hijas.

—H-Hai... Espera... ¡¿Porqué Yuka puede dormir?!

—Por qué ella todavía no empezó la preparatoria y no tengo ganas de aguantarla con sueño— Respondió su madre soltando un suspiro y volviendo a su habitación para poder seguir con su sueño mientras la castaña le dedicaba una mirada fulminante a la pelinegra que la miraba divertida.

—... Pos ya me voy— Habló Naomi levantándose de la cama mientras tomaba su bufanda y bolso ya listos.

—Algún día haré que te pongas esa falda— Susurro su hermana con una sonrisa decidida mientras su hermana menor salia de la habitación.

Naomi salió de su casa después de haber comido una tostada como desayuno y se fue hacía la estación de trenes, con los auriculares puestos como de costumbre. En todo el trayecto se la paso escuchando música; Me Two, Hikaru Nara, Splash Free, Netsujou no Spectrum, etc.

Llegó a la escuela antes de lo pensado y soltó un suspiro al recordar que tenía que subir esa condenada montaña a la cual ya odiaba a solo una semana de conocerla. Subió con cansancio hasta llegar a donde se encontraba el viejo edificio y entro sin prestarle atención a otra cosa que no fuera la música que salia de sus audífonos, buscando el salón de clases. En el salon ya se encontraban unos 4 o 5 estudiantes aparte de ella y fue a su asiento sin importarle los demás. Se recostó en su pupitre con una sonrisa mientras escuchaba su canción favorita. Buena forma de empezar el día, poniendo la reproducción aleatoria de tu móvil y suene tu canción favorita para darte ánimos para no dormirte en clase, y ciertamente esa canción era movida y de ritmo rápido como a ella le gustaba.

—♪Kimi wa ima namida nagashita. Nakija kuru kodomo no youni. Tatoe asu ga mienaku natte mo susumu yo♪— Sin darse cuenta, había empezado a cantar aunque era casi inaudible para los demas así que no se preocupo— ♪Natsu no sora miagete sakenda♪— El resto de la canción la siguió tararenado hasta que la profesora llego y tuvo que sacarse los auriculares, separándose de su hermoso mundo lleno de música.

—¡Ohayo, chicos!— Entro la profesora con su ya típico entusiasmo de siempre creando una que otra sonrisa divertida en los estudiantes— Bien. Empecemos con la clase.

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—Vamos, chicos. La Clase E es un paraíso lleno de sueños y oportunidades— Habló su profesora intentando despertar alguna chispa de brillo en los ojos de sus estudiantes.