De todos los colores, ROJO tenía que ser (Akabane Karma x Oc)

Capitulo 51: Preparativos

Pov normal

—Jaja Creo que no escuche bien ¿Que dijiste?

—No escuchaste mal ¿Tengo que repetírtelo, idiota?

—Naomi, seras...

—¡Chotto, detente! ¡Tsubaki!

—Itte...— exclamó la castaña al sentir como su espalda impactaba contra el frío suelo, producto de haber rodado demasiado en su cama mientras estaba en el séptimo sueño.— Genial, empezamos bien el día eh —susurró para si misma dedicandole una mirada cansada al techo— Ñe -w- por lo menos puedo seguir dur-

—¡Naomi! ¡Se te va a hacer tarde!— escuchó desde la planta baja la voz adormilada de su padre, la cual le hizo abrir los ojos lentamente algo extrañada por sus palabras aunque a los tres segundos de abrirlos los volvió a cerrar.

Claro que esa tranquilidad de saber que podía volver a dormir no duro mucho al procesar las palabras de su padre.

—¡¿Eh?! ¡¿No es domingo?!— un sentimiento de estafa fue lo que sintió al ver en su móvil poner "lunes" como fecha y peor aún, que eran las 7:30 y que su madre no había venido con la chancla a despertarle porque se le hacía tarde— ¡Me lleva el chanfle!— exclamó levantándose de la cama tan rápido como si le hubieran dicho que su querido Nobuhiko estaba en la sala, esperando a que ella bajara para hablar en una entrevista con su fan número uno.

Pero para su desgracia eso seguiría siendo una dulce y cruel fantasía (N/A: Inserte música de violín ah)

Abrió las puertas de su armario y empezó a revolear toda la ropa por los aires en busca de su uniforme hasta que por fin lo encontró y se dispuso a romper su tiempo récord en cambiarse.

1 minutos y 43 segundos hasta que salió corriendo por las escaleras, con la suerte de no trabarse los pies en su maratón y llegar rodando al primer piso. (*)

—¡Ya me voy!— avisó mientras tomaba su bufanda y se acomodaba los zapatos, sin siquiera agacharse para ajustarlos.

—Naomi tú-

—¡Hamada Naomi! ¡¿Qué demonios es este desorden en tu habitación?!

Bien, ahora tenía dos razones para correr. Uno: Llegaba tarde. Dos: Por su vida. Gracioso que por esa segunda haya creído que estaba en Harry Potter e intentado pasar por la puerta cerrada como si fuera intangible –cosa que no- ocasionando solo que se diera de cara contra la madera.

—¡Cuando vuelva ordeno, mami!— grito cariñosamente para evitar que al volver su vida siguiera corriendo peligro.

O al menos un poquito menos.

—¡Pero Naom-

—¡Los quiero!— exclamó antes que la puerta se cerrara para empezar de nuevo una maratón hasta la estación de tren.

—Papá ella se...

—Sí, hija, sí u.u

.

.

.

—¡Papá! ¡¿Por qué no avisaste?! ;-; —exclamó Naomi volviendo a entrar a su casa, corriendo hacia las escaleras para ir en busca de su mochila.

—A ver, a ver. Creo que era obvio que algo te faltaba— respondió el castaño con cierto tono de obviedad tomando un sorbo de su café mientras veía como su hija menor pasaba cual correcaminos en dirección a su habitación.