Capítulo 36

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Narra Lauren:

Han pasado alrededor de 30 minutos desde que desperté y mi mente no para de dar vueltas. Siento como si mi cabeza fuese a explotar en cualquier momento.

Millones de imágenes se procesan una tras otra, recuerdos, al parecer.

Al momento de despertar llegó una preciosa muchacha a la habitación, cabello castaño y ojos cafés cual chocolate, la mujer más hermosa que he visto. Ella parecía conocerme, pero, yo no creo haberla visto antes.
Al poco tiempo se marchó, despidiéndose de mí.

Parecía bastante preocupada con mi situación.

No sé cómo llegué a estar tumbada en esta cama de hospital, por lo que me comentó la enfermera, fue un accidente de tránsito que me indució a un coma.

Mi cabeza palpita y duele como la mierda, al parecer quedé bastante lastimada. Pude comprobar al visualizar mis brazos morados y con algunos cortes.

Llevé mi mano a mi cabeza, pero mis negros cabellos fueron reemplazados por bendajes. Vaya mierda. Ahora estoy calva.

Cerré mis ojos y me dejé llevar por la cantidad de medicamentos que recorrían mi sangre, cayendo profundamente dormida.

Narra Camila:

Cuando llegué a casa subí rápidamente a la habitación, sin dejar de darle vueltas al asunto de Lauren, esperando que mañana cuando vaya a visitarla me reciba como en tantos sueños imaginé.

Suspiré pesadamente llena de preocupación.

Me puse pijama y me lancé a la cama, durmiéndome al instante. Estaba agotada.

*

El pitido insistente de mi celular me hizo abrir los ojos con pereza, lo tomé y visualicé que mi madrina estaba llamando.

--¿Hola?

Contesté adormilada

--Mila, querida. Hasta que contestas, ya vamos de camino para recogerte e ir al hospital.

Me avisa y abro los ojos como platos.

--Me baño y estoy lista, adiós.

Corté rápidamente saltando de la cama y yendo al baño.

Me desvestí y no pude evitar observar mi vientre levemente abultado.

Lo acaricié con cariño.

Sacudí mi cabeza y me metí a la ducha, tenía poco tiempo, no podía distraerme.

Las tibias gotas consumían mi cuerpo, relajando mis músculos, sintiéndome más tranquila.

Pasados unos cinco minutos, salí envuelta en una toalla.

Me vestí rápidamente y peiné mis cabellos, dandome por lista.

Tomé el celular y lo metí en el bolsillo trasero de mi pantalón, para luego bajar a la cocina, en donde me preparé un sándwich que deboré al instante.

Estaba sumida en mis pensamientos cuando el cláxon del auto de mis padrinos me hizo reaccionar.

Salí y avisté a mi madrina sonriéndome desde el asiento copiloto.

Abrí la puerta y me integré dentro del auto, el cual partió al instante.

-Buenos días

Saludé sonriendo

-Buenos días, querida, ¿qué tal dormiste?

Preguntó mi padrino, que estaba al volante.

-Bien, gracias

Me limité a contestar y mi madrina posó su mirada sobre mí.

-¿Pasa algo?

Cuestionó preocupada

-No, solo que estoy algo nerviosa. Creo que no me recuerda.

Suspiré con pena y mi madrina hizo una mueca chasqueando la lengua.

-Es cosa de tiempo, cariño. No te angusties demasiado.

Mi madrina trataba de tranquilizarme y sonreí como respuesta.

El resto del camino estuvimos en silencio, la ansiedad se palpitaba en el ambiente.

Narra Lauren:

La visita del doctor me despertó.

-Vaya, vaya, Jauregui. ¿Cómo te encuentras?

Preguntó el hombre revisando mi expediente.

-Estoy bien, ¿quién era la chica que estaba aquí anoche?

Me apresuré a preguntar, estuve toda la noche pensando en eso y necesitaba saberlo.

-Tu prometida, Lauren.

¿¿MI PROME QUÉ???

Mis ojos se abrieron en sorpresa y una puntada atacó mi cabeza al recibir la información.

-Mierda...

Me quejé

-Es normal que no recuerdes nada, he de decir que estás progresando con éxito, así que me alegra informarte que esta amnesia es temporal, pero para que logres recordar, tendrás que mantenerte recostada sin mover la cabeza para facilitar el proceso.

Por la mierda, que pereza.

Pero bueno, necesito recordar todo.
No me imagino el dolor que debe de estar sufriendo esa hermosa muchacha que al parecer, es mi prometida.

-Okey, entiendo.

El doctor se acercó y levantó la camilla para que quedase sentada y con la cabeza completamente inmóvil.

-La enfermera te traerá el desayuno dentro de poco.

Miró su reloj y se marchó.

La hija de mis padrinos.|Camren (G!P)Where stories live. Discover now