Capítulo 28

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Narra Lauren:

Mi corazón aún seguía en un constante y acelerado ritmo.

No podía creer que acababamos de escuchar bombear el corazoncito de nuestro bebé.

Mi sonrisa no se desvanecía de mi rostro.

Tomé la mano de Camila y nos dirigimos hacia la salida de la clínica.

-Eso fue increíble.

Dijo en cuanto cruzamos la puerta de entrada.

-Oh, ni lo digas. Aún tengo ganas de llorar.

Bromeé y mi prometida soltó una risa.

-Todo es tan irreal, vamos a casaremos, mi amor.

Me decía mirándome con una sonrisa.

-Además tendremos un bebé.

Agregué y la sonrisa de Camila se ensanchó.

-¿Acaso esto es el paraíso?

Preguntó y solté una risa.

-No, pero se le parece mucho.

Le respondí sonriendo y me acerqué para besar su mejilla.

Nos montamos en el auto y arranqué con destino a nuestro hogar dulce hogar.

-¿Camz?

La llamé mientras miraba de reojo sus perfectas facciones.

-¿Ah?

Contestó deteniendo sus chocolatosos orbes en mí.

-¿No sería buena idea organizar una fiesta celebrando nuestro compromiso? No sé, para darles la noticia a todos.

Inquirí y frené en un semáforo.

-Mmm, muy buena idea, amor. Podremos decirles lo del bebé también.

Asentí con una sonrisa y mientras esperaba que el semáforo cambiara conecté nuestros ojos.

-Te ves hermosa hoy, mi amor ¿te lo había dicho?

Pregunté y ví sus cachetes sonrojarse tiernamente mientras negaba.

Esbozó una sonrisa tierna mientras mordía su labio.

-No seré tan hermosa en algunos meses.

Dijo y el semáforo cambió oblígandome a desconectar nuestras miradas.

-Para mí siempre serás la más hermosa.

Confesé y sentí su risa resonar en el auto.

-Eres tan tierna, Jauregui.

Respondió y me encogí de hombros sintiendo mis mejillas calentarse, luego sentí los suaves labios de mi prometida sobre mi mejilla y sonreí anchamente.

-Te amo.

Me prefesó mientras acariciaba mi mano libre sobre la palanca de cambios.

-Te amo.

Le respondí sintiendo mariposas en mí estómago al igual que hace dos años atrás.

Moví mi mano hacia su vientre en donde acaricié con suavidad.

-Los amo a los dos.

Dije refiriéndome al bebé.

Camila comenzó a llorar y la confusión creció en mi mente.

-Hey, linda, ¿Por qué lloras?

Trataba de mirarla lo más que podía mientras que a la vez me concentraba en el camino.

La hija de mis padrinos.|Camren (G!P)Where stories live. Discover now