Capítulo 33

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Narra Camila:

Estaba terminando de desayunar cuando siento mi celular vibrar en el sillón.

Me levanto con cuidado y me dirigo al sillón para contestar.

Lo tomo y me sorprendo al ver que es Taylor; La hermana de Lauren quien llama.

-¿Tay?

Pregunté al contestar.

-Dios mío, Camila; que bueno que contestas.

Respondió alteradísima haciendo que los latidos de mi corazón se aceleraran más de lo común.

-Taylor, ¿Está todo bien?

Pregunto preocupada escuchando el llanto desesperado de Taylor.

-Joder, Camila. Nada está bien.

La intensidad de su llanto aumenta y mi estómago se encoge.

-Es Lauren, Camila. Está muy mal.

Y solo escuchar el nombre del amor de mi vida bastó para que mi mundo se desmoronara y me cayera encima.

Las lágrimas se derramaban como cataratas, Dios mío, Lauren estaba mal.

-¿Q-qué pasó?

El llanto siquiera me dejaba hablar.

-Ven al hospital, acá te cuento.

No podía controlar los hipidos que me ocasionaba el llanto.

-O-okey.

Colgué rápidamente y corrí hacia mi auto.

Traté de calmarme para manejar sin peligro.

Lo encendí y partí lo más rápido que pude pero sin perder la prudencia.

El transcurso se me hizo eterno, pero conseguí llegar.

Práctimamente salté hacia afuera y corrí hacia adentro del hospital.

Me acerqué a la secretaria.

-¿Lauren Jauregui?

Pregunté desesperada.

-¿Usted quién es?

Preguntó mirando el ordenador.

-Su prometida, por favor dígame dónde está.

Exclamé perdiendo la paciencia.

-Habitación 132 segundo piso.

Ni las gracias dí y me apresuré en llegar a las escaleras.

Subí de dos en dos hasta que llegué.

Pude ver a mis padrinos; Taylor; Chris y mis padres.

-Mila.

Dijeron al verme.

Negué con la cabeza y me escondí en el cuello de mi madre.

-Tranquila, mija.

Acariciaba mi espalda tratando de calmarme, pero el desconsuelo de que Lauren estuviera en el hospital me superaba.

Me separé abruptamente acercandome a Taylor.

-¿Qué ha pasado?

Me limpié algunas lágrimas de mi rostro con la mano.

Todos estaban tan sorprendidos como yo.

-Pues, yo la llamé para avisarle que estaba acá, en Miami. Entonces sentí un estruendo fuertísimo, ahí supe que algo andaba mal.

Mientras Taylor narraba no pude evitar comenzar a llorar otra vez.

La hija de mis padrinos.|Camren (G!P)Where stories live. Discover now