La hija de mis padrinos.|Camren (G!P)

Capítulo 30

Narra Camila:

Estaba terminando de acomodar la comida en la mesa cuando siento la puerta de un auto cerrarse.

Lauren ha llegado.

Bailo internamente ante eso, la extrañaba.

-Ha llegado tu mami, mi amor.

Le hablo a mi vientre mientras lo acaricio.

Ya no estaba tan plano como hace un mes, se notaba hinchado, pero yo lo noto más abultado que una embarazada de un mes promedio.

La puerta de entrada se abrió y la mujer de mis ojos hizo su entrada.

Cargando en su mano un ramo preciosísimo de flores y en la otra una bolsa.

-¡Camz!

Exclamó sonriendo y corrí hasta ella.

-Amoor.

Dije para rodear su cuello con mis brazos quedandome abrazada a ella por largo rato.

-¿Me extrañaste, bebito?

Dijo metiendo sus manos bajo mi blusa para acariciar a nuestro bebé.

-Yo creo que tanto como yo.

Sonreí al ver la sonrisa que aparecía en los labios de mi prometida.

-Traje esto para tí, mi vida.

Me dijo tendiendome el ramo de flores.

-Oww, mi amor. Me encantan.

Las tomé con un puchero y besé los labios de Lauren.

-Sabía que te iban a gustar.

Sonrió satistecha para luego besar mi mejilla.

Dejó la bolsa en el sofá y la miré con mi ceja alzada.

-Después te diré lo que compré, impaciente.

Me reí negando.

-El almuerzo está servido.

Le avisé.

-Ay, eres increíble.

Cerró los ojos fingiendo rezar y estallé en carcajadas.

-Que idiota.

Le dije en broma y me miró indignada.

-¿A quién le dices idiota, eh?

Se acercó peligrosamente y me esfumé corriendo hasta la mesa.

Sentí la risa de Lauren en mi espalda.

-Era broma, cariño.

Le dije mientras me sentaba.

-Mmm, más te vale.

Nos soltamos a reír.

Comenzamos a comer mientras conversabamos.

-¿No hiciste mucho esfuerzo en mi ausencia, verdad?

Preguntó y me reí por lo sobreprotectora que era.

-Claro que no, Lo. Eres una exagerada.

Se encogió de hombros y tomó mi mano.

-Eres lo más hermoso que se ha cruzado en mi vida.

Me confesó y quedé desconcertada sintiendo como subían los colores a mis mejillas.

-Si por mí fuera nos casamos hoy mismo.

Continuó

-Pero falta una cosa ¿no crees?

Ladeé mi cabeza en desconcierto y Lauren usmeó en su pantalón para sacar una cajita.