Capítulo 29

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Narra Lauren:

Camila se acomodó en mi pecho y conversabamos vagamente. Amaba conversar con ella antes de dormir.

Cuando dejé de recibir sus respuestas me percaté de que mi prometida dormía serena sobre mi pecho.

Suspiré soltando mi aire contenido, acaricie su espalda mientras mi mirada se posaba en los párpados cerrados de mi futura esposa.

Una idea cruzó mi mente haciéndome sonreír enormemente.
Camila no tenía argolla de compromiso, pues, ella fue quién me pidió ser su esposa.

Yo quería que ella también tuviera una argolla en su dedo que advierta a cualquier ser que quisiera pasarse de listo con mi princesa, además también quería pedirle matrimonio.

Mañana era sábado, día libre de ambas, lo que me permitirá ir temprano a una joyería para conseguir el más hermoso y único anillo merecedor para la madre de mis hijos.

Me acerqué al rostro de Camila y dejé un suave beso en su frente.

-Buenas noches, Princesa.

Susurré en su oído y me acomodé mejor en la almohada para dormir.

*

Los rayos de luz que atravezaban la ventana fueron los responsables de mi despertar.

Arrugé mi nariz ante la molestia y maldije internamente por no haber cerrado las cortinas la noche anterior.

Con mi mano recorrí la cama en busca de Camila pero no la encontré.

La pereza pudo más que yo por lo que me quedé en la cama un ratito más.

-Tu mami es una dormilona.

Sentí a Camila incorporarse a mi lado mientras hablaba con nuestro pequeño.

Los degados dedos de Camila acariciaron mis mejillas y no pude contener la inmensa sonrisa que se plasmó en mi rostro.

-Con que estabas despierta, Jauregui.

Me recriminó y solté una risa para luego abrir los ojos lentamente.

-Buenos días, cariño.

La saludé y me levanté estirandome.

-Buenos días, mi amor.

Me acerqué y dejé un corto beso en sus labios haciéndonos sonreír a ambas.

-¿Cómo está mi pequeño?

Pregunté con emoción agudizando mi voz.

Subí el pijama de Camila dejando descubierto su abdomen, me acerqué y dejé múltiples besos en el lugar.

Camila soltó risitas haciéndome reír junto a ella.

-Ouh, tendré que salir un ratito, mi amor.

Le informé a Camila que me miró con su ceño fruncido.

-Volveré muy pronto.

Sonreí y besé sus rosadas mejillas.

-Espero y así sea.

Camila estiró sus labios y con ternura me acerqué a depositarle un suave beso.

-Mmm, te amo.

Le dije mientras mordía mi labio inferior.

-También yo, amor.

Sonreímos y me levanté rápidamente para alistarme.

Me metí al baño y me dí una rápida ducha.

La hija de mis padrinos.|Camren (G!P)Where stories live. Discover now