Capítulo 18

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Narra Lauren:

Me estaba preparando psicológicamente para enfrentar a la furia de mi celosa novia.

-¿Qué mierda ese tipo?-Espetó furiosa mientras tomaba mi mano jalándome a su lado en el sillón.-

-Mmm, no lo sé, bebé-Respondí restándole importancia al asunto mientras pasaba mi mano alrededor de sus hombros.-

Apegué nuestros rostros y besé su mejilla.

-Es un maldito idiota.- Dijo para abrazarme y esconder su cabeza en mi cuello.-

Suspiró y repartió besos por todo mi cuello.

-Te amo, mi amor.-Le dije y ella no tardó en atrapar mis labios con los suyos.-
-Te amo.-Respondió tras habernos separado.-

Sonreí y besé dulcemente su frente, entre tanto acariciaba sus suaves mejillas.

-Sigamos viendo la película.-Mencionó y yo asentí.-

Nos acomodamos y reanudamos la película mientras comíamos de la pizza.

Tras media hora de película y de haber terminado la pizza tiempo antes, pude sentir la respiración de Camila cada vez más pesada.

Se encontraba recostada en mi pecho durmiendo plácidamente.

Decidí que ya era hora de dormir. Apagué la tele y tomé a Camila en brazos para llevarla a nuestra habitación.

Al subir y entrar a la habitación creí que querría que le pusiera su pijama pero preferí consultarle antes.

La deposité encima de la cama y procedí a preguntarle.

-¿Amor?-La sacudí lentamente y abrió un ojo con pesadez.-

-¿Mmm?-Respondió-.

-¿Quieres que te ponga tu pijama o puedes hacerlo solita?-

-Tengo sueño.-Susurró con pereza y sonreí ante la ternura de mi novia.-

-Muy bien, aquí vamos.-

Retiré su polera suavemente dejando ver su sostén y su plano abdomen.

¿cómo desistir a la tentación de hacerla mía en estos momentos?

Mi pantalón empezó a incomodarme y mi miembro a endurecerse.

Rayos, contrólate.

Dejé un casto beso en su abdomen y me alejé para sacar su pijama de su respectivo clóset.

Lo saqué y volví a la cama. Camila se encontraba con sus ojos cerrados y sus gruesos y apetecibles labios entreabiertos.

Quité su sujetador para que durmiera más cómoda y me perdí en esos morenos senos medianos pero no menos hermosos.

Alejé todo tipo de pensamientos que me distrajeran de mi cometido y la enfundé en el polerón rosado de polar.

Bajé a sus jeans y desabroché el botón bajando la cremallera a su vez.

Los quité lentamente para apreciarlas largas y morenas piernas de Camila, una perfección total.

Sus bragas eran negras, palpé su centro por accidente y Camila soltó un gemido mientras sus ojos se abrían.

-Amor, perdón, no quis..-Mi frase se vió interrumpida por la mano de Camila introduciendose en sus bragas.-

¿Acaso ella iba a masturbarse ahora mismo?

Estaba enloqueciendo.

-¿Qué haces?-Pregunté tras ver como movía su mano dentro de su braga.-

Sus gemidos me calentaron a tal punto de ergir por completo mi pene.

Camila se levantó y me tomó por el cuello mientras bailaba contra mi entrepierna.

-Hazme tuya.-Su voz ronca por el hecho de haber despertado me encendió.-

Quité su polerón rosado y lo lancé al suelo.

Mi mano se posó en su seno y lo amasaba con rudeza mientras pellizcaba sus delicados pezones.

-¡AY, DIOS!-Exclamó.-

Me despojé de mi polera con urgencia y Camila quitó mi sostén abentandose con deseo a mi pecho, Lamiendo y succionando a su paso.

Y ahí fue donde desperté del trance en el que me encontraba. Camila no había despertado y estaba tal cual la había dejado. No podía creer la fantasía sexual que acababa de experimentar, miré mi miembro y ya estaba obviamente duro, trate de no prestarle atención y continué mi tarea.

Le coloqué los pantalones rosados al igual que el polerón y ya estaba lista.

Deposité un beso en sus labios lo que ocasionó el suspiro de Camila.

Sonreí y me alejé hasta mi clóset para cambiar mi ropa.

Quité mis jeans quedandome en bóxers, dejando expuesto mi erguido miembro, quité mi sostén y me puse una polera holgada de color negro.

Al darme vuelta para volver a la cama, Camila me miraba fijamente con una sonrisa.

-¿Pasa algo, bebé?-Pregunté aproximandome a ella-.

-No lo sé, dime tú.-Dijo mirando mi apretado bóxer.-

-Oh, esto..mmmh, da igual, amor.-Dije rápidamente y abrí los cobertores de la cama para meterme.-

Al meterme, Camila rápidamente se acomodó en su lado.

Me sorprendió el hecho de que Camila se volviera acomodar pero encima de mí.

Nos miramos fijamente con una sonrisa.

Camila se acercó a depositar un corto beso en mis labios, para después esparcir varios besos a lo largo de mi rostro.

-Te amo.-Me confesó y puse mis manos en su trasero para acomodarnos mejor.-

-Te amo, mucho, mucho.-Le respondí presionando suavemente su trasero.-

-Mmm.-Dijo gustosa.-

Apegamos nuestras frentes y rozamos nuestras narices formando así un beso esquimal.

Camila se aferró a mi cuello mientras besaba con mimo mis mejillas y yo acariciaba su espalda de arriba hacia abajo. Me sentía inmensamente feliz, estos pequeños pero hermosos momentos los atesoro en el fondo de mi corazón.

Nos tapé con el cobertor y besé por largo rato el cuello de mi amada.

-Buenas noches, mi amor.-Le dije al oído.-

-Buenas noches, amor.-Respondió con un bostezo.-

La abracé con fuerza transmitiendo mi infinito amor hacia ella.

Me sentía cómoda teniendo a Camila encima de mí, sentir su respiración en mí oído me tranquilizaba y poder palpar ese divino trasero era una bendición.









La hija de mis padrinos.|Camren (G!P)Where stories live. Discover now