Cicatrices

IV

      Finalmente tocó la campana que anunciaba el final de clases. Zoro salió con sus dos compañeros, Sanji los estaba esperando, se acercaron al rubio.

-Bueno, adiós. - se despidió Kid.

-Eustass-ya, ¿qué harás?- preguntó Law. Ciertamente, se sentía un estorbo en la relación de Zoro y Sanji, y quería salir de ahí cuanto antes

-Nada, sólo voy a desempacar todo, me mudé el lunes, pero martes y miércoles los pasé en tu casa

-Deja te ayudo - dijo Law y caminó hacia el pelirrojo. Sanji y Zoro se lo agradecieron, tenían tanto de qué hablar.

      Kid no se podía quejar, tenía a alguien que lo ayudaría con esa tarea pesada, no es que no pudiera hacerla él solo, pero sí que era muy aburrido y tedioso.

      Sanji y Zoro comenzaron a alejarse, iban rumbo al puerto. Law sacó el móvil para llamar a Doffy y avisarle.

-Hola, Doffy, voy a casa de Eustass-ya, llegaré tarde así que no me esperes para almorzar.

-Está bien, oye, una pregunta, ¿Qué es algo que tiene pies pero no camina, tiene ojos pero no ve y tiene boca pero no habla?

-No lo sé... Quizá Eustass-ya sepa...

-¿Qué cosa? - preguntó Kid

-Algo que tiene pies pero no camina, tiene ojos pero no ve y tiene boca pero no habla.

-Pues... Se suele hacer la típica broma del pájaro muerto, pero el pájaro tiene patas, no pies, así que está mal hecho el chiste

-¿Escuchaste a Eustass-ya?

-Sí, perfectamente. Gracias Law - dijo Doffy y colgó. <¡Es una broma con Lami! Lo voy a matar en cuanto tenga oportunidad> pensó furioso y cortó la llamada.

-Y bueno, ¿Vamos a ordenar la casa? - preguntó Law

-¿No me vas a agradecer? - dijo Kid

-¿Por qué? Si soy yo el que va a ayudar

-Digo por sacarte del medio entre tu amigo y el rubio

-Ah, eso. No creo que haga falta agradecerte

-Bueno, da igual, ya lo haces ayudando a ordenar mi casa

-No, sólo te devuelvo el favor por acompañarme anoche

-Sí, claro - rió Kid. Pero Law se detuvo.

-Eustass-ya, vamos a entrar a esa librería antes, a ver si tienen algún libro. Con todo esto de Lami no he entendido nada en clases.

-Está bien. Vamos - suspiró con fastido. - Pero me ayudas a ponerme al día algún día de estos - añadió.

-No lo sé. Me lo voy a pensar - zanjó la conversación y fueron hasta el local.

      Law estaba ojeando las estanterías cuando alguien entró por la puerta. Se acercó a los chicos. Mientras el moreno seguía distraído con los libros, Kid la vio. Era una chica muy bonita, notó un cuerpo escultural, unos ojos verdes y el pelo rubio. Ella se presentó entonces.

-¡Hola! Disculpen, soy la que atiende el lugar. Estaba fuera tomsndo aire - dijo con una sonrisa simpática. - Me llamo Vivi y... - se detuvo.

      Los chicos la miraron confundidos, pero pronto siguió.

-¿Ustedes no estudian en ese instituto blanco en el centro de la ciudad? - preguntó la chica

-¿Para qué quieres saber eso? - preguntó Kid, Law se mantuvo en silencio.