II

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      Los rayitos de luz de la ventana, acariciaron la frente de Cora para despertarlo. Desde anoche, el rubio había caído en un profundo sueño. Fue al cuarto de Law, abrió la puerta con sigilo, encontró a los tres chicos durmiendo tirados en el suelo y sonrió; era bueno que Law tuviera compañía en momentos así.

      Bajó las escaleras de mala gana, completamente despojado de su habitual energía. Vio a su hermano, Doffy, estaba en la mesa. Se había quedado hasta tarde ordenando la casa. Al sentarse en la silla y ver su café, agradeció a su hermano. Doffy había tomado el rol de sostener a la familia en este momento difícil, y él no se iba a quedar atrás.

      Bebió su café enérgicamente, y subió a buscar su uniforme. Doffy se lo había lavado y planchado. <¿Qué haríamos sin ti, hermano?> pensó. Al acabar de vestirse, fue a despertar a los chicos.

      Se habían dormido muy tarde y fue una lucha poder despertarlos. Al final, bajaron todos. Doffy y Cora dejaron a los tres niños desayunando y se fueron al trabajo rápido; ¡Estaban llegando tarde!

-¡Doffy! Debimos estar ahí hace 20 minutos- exclamó Cora sorprendido, era la primera vez en el día que veía el reloj

-Es que, no sé si querías ir a trabajar, así que no quise despertarte - dijo Doffy estacionando el auto

-Claro que sí, vamos. - y salieron ambos corriendo hacia la estación. Doffy trabaja en narcóticos y Cora en la parte criminalística, así que iban a separarse cusndo un pelirrojo los llamó.

      A los rubios se les erizó la piel y comenzaron a perder el color, sin embargo, se acercaron al chico. Tragaron duro y preguntaron qué pasaba, pero el pelirrojo sólo les pidió que lo acompañaran. Así que eso hicieron. Cada paso que daban, era lento pausado, no podían dejar de temblar, cruzaron la puerta después del pelirrojo y esta se cerró de un golpe seco.

      Por otro lado, Law, Zoro y Kid, acababan de llegar al instituto, aún no había sonado la campana de entrada, así que se sentaron en una mesa de la cafetería. Estaban hablando cuando Sanji se les acercó.

-Zoro, ¿Podemos hablar? - entró Sanji a la conversación sin siquiera saludar.

-Claro. - dijo Zoro sin demasiado interés.

-En privado...

-Sí, claro - se levantó. - ya vengo, no tardo - añadió, mirando especialmente a Law, que no estaba muy feliz.

      Zoro siguió a Sanji fuera de oa cafetería. Se detuvo en una pared exterior del edificio y se recostó en ella.

-Y bueno, ¿Qué pasa? - preguntó Zoro

-¿Qué pasa? Eso te pregunto yo a ti. Ahora llegas, como si nada, con el alumno nuevo, nos ignoras. Entiendo que pases tiempo con Law, es tu mejor amigo, pero no tiene sentido el pelirrojo.

-La gente cambia. De tu grupo, tú eras el más cercano, pero desde que tienes novia ni siquiera te molestas en salir conmigo o siquiera acercarte en los recreos.

-Si me quisieras aceptarías mi relación y no te importaría seguir hablándome.

-No te confundas, yo no tengo nada en contra de tu relación, tan sólo sé dónde soy valorado y donde no.

-¿Valorado? ¿En serio?

-Sí, no me buscas, no me escribes, a veces ni siquiera me saludas, está bien para mí, pero yo no voy a salir a buscarte. Tú fuiste un amigo muy cercano, pero sólo tomamos caminos diferentes.

-¿Por qué todos ponen de excusa a Nami para alejarse de mí?

-Oye, un consejo: las relaciones, ya sea amistad o amor, no se mantienen solas.

CicatricesWhere stories live. Discover now