XXVII

373 31 38
                                    

-¡Haz algo, o yo mismo me voy a encargar! - gritaba un Mihawk furioso, desconcertando a todos a su alrededor.

-¡Ya te dije que no puedo! ¿Qué quieres que haga? - replicaba Doflamingo con la misma intensidad.

-¡Lo que tuviste que haber hecho hace mucho tiempo! - volvió a contraatacar el detective.

-¿Y qué es lo que tanto te preocupa, eh? ¿Qué hizo para que te pongas así como un imbécil?

-Ah, ¿Quieres saberlo? ¿Ponerme como un imbécil? ¿Por qué no vas con tu "gran amigo" Shanks y le preguntas? - exclamó con intensidad antes de dar un fuerte golpe al escritorio.

-Bien. Eso mismo voy a hacer, ya que te faltan las pelotas para darme un motivo decente por tu cuenta. Me gustaría que demuestres la misma pasión a la hora de encontrar al asesino de mi hija.

-Estás enfermo, y cegado, ¿Sabías? ¿Qué hiciste cuando te di mi hipótesis? Ah, cierto, gritarme como un frustrado incompetente, tal y como lo estás haciendo ahora.

-No quiero escuchar una palabra más de tu boca - sentenció el rubio antes de pegar un portazo, dejando atónitas a las demás personas que estaban en el lugar.

-¿Mihawk? ¿Qué pasa? - preguntó Corazón tan pronto como salió del asombro.

-Perdona... Me alteré un poco, ya te lo explicaré con calma.

-Yo... Pero no entiendo, ¿Por qué de la nada despertaste ese odio hacia Kaido?

-Siento no poder decírtelo ahora mismo, pero lo hablaremos en breves. Sobre lo de Lami, ¿Ya estás listo para aceptar mi postura y hablar del tema?

-Eso creo. ¿Tiene que ver con Lami tu enojo?

-Lamentablemente no... Es otra cosa. Este pueblo es más oscuro de lo que parece. De todos modos, me gustaría hablarte sobre un tema. ¿Recuerdas aquél resto de cadáver sin nombre?

-Sí, Law me comentó algo sobre quién era, ¿Un amigo de Kid, verdad?

-Sí. Por cierto... Seguro que esos dos van a demorar un rato largo.

-Probablemente. Sólo queda esperar.

      En otra parte, Kid y Law estaban tranquilamente desayunando. El ambiente era tan tranquilo y pacífico. El moreno le dio un sorbo al café mientras miraba al contrario con ternura. El pelirrojo al percatarse, no pudo resistirse a realizar algún comentario:

-¿Todavía no se te pasó la resaca o qué?

-¿Qué?

-Es que nunca me miras...

-Pobrecito... - rió el pelinegro. - no te hagas la víctima que no es para ti.

-Si sólo digo la verdad. - bromeó el ojiambar.

-Por cierto... Creo que es hora de hablar de un tema... - cambió de tema tímidamente el azabache.

-¿De qué tema? No me des esos sustos - preguntó tras soltar una risa nerviosa.

-Bueno, ¿Somos pareja, verdad?

-Uhh... Eso creo, o sea, sí, al 100 por ciento

-¿Tú sabes lo que hacen las parejas, verdad?

-Quiero decir... Eres mi primera relación seria. Pero sí, sé a donde quieres llegar.

-Pues eso... Creo que ya va siendo hora de al menos hablar de ello.

-Sí. Pero tampoco lo pienses mucho, somos unos niños, es normal no tener ni idea.

-Bueno... Niños tampoco, tenemos casi 18 años.

CicatricesWhere stories live. Discover now