Capítulo 29

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Hermosos, adorados, lindísimos, amadísimos lectores, muchas gracias por su paciencia y fidelidad a esta hitoria. No tengo palabras para agradecerles sus votos y cometarios, más que decirles que regresé, por supuesto habrá más de esta historia, así que disfruten de este nuevo capítulo. Los amo. 

Suya siempre Lady York. 

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Baltimore, Maryland.

En los últimos veinte minutos Hannibal había leído ya dos veces el insidioso artículo de Freddy Lounds para el Tattler Crime, si bien las fotografías de Will en la galería eran pasables en ángulo e iluminación, pensó que no le hacían justicia, tal...

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En los últimos veinte minutos Hannibal había leído ya dos veces el insidioso artículo de Freddy Lounds para el Tattler Crime, si bien las fotografías de Will en la galería eran pasables en ángulo e iluminación, pensó que no le hacían justicia, tal vez aquella con un Will sorprendido dentro del auto era la mejor, mostraba ese aura de vulnerabilidad a su alrededor, pero su mirada era diferente, por sí sola mostraba la mirada de un cazador, como los ojos de un gran felino que brillan en la oscuridad anunciando el peligro.

Guardó aquella fotografía en su iPad, con el único propósito de matar el tiempo, pues las fotografías de Matthew Brown publicadas por el mismo medio no daban ninguna información que pudiera utilizar para determinar a dónde había llevado a Will.

Antes de despedirse, Jonathan Eckman le aseguró que buscaría cualquier pista que los pudiera ayudar a encontrarlo, estaba claro que confiaría sus asuntos a alguien más, a excepción de Will, por supuesto, pero qué tan seguro podía estar ahora mismo de la salud de su fiel pupilo.

Un vistazo a su reloj en el amplio escritorio de caoba le corroboró que debía alistar los ingredientes para la comida, con Alana en casa era prácticamente impensable no sorprenderla con una buena receta, sobre todo porque aún guardaba algunos insumos de la última cacería. Lo que le recordaba que debía atar algunos cabos sueltos con respecto a ese alter ego que se hacía llamar el Destripador de Chesapeake, dejado en libertad por el mismo Matthew.

Se acomodó el chaleco al levantarse de su asiento y salió de su despacho determinado a preparar algo sustancioso, algo que aliviara al menos por un momento el escozor que la falta de Will le provocaba. En su brevísimo recorrido hacia la cocina, escuchó a su invitada en medio de una llamada, no era de extrañar que su voz se escuchara llena de molestia, mucho menos cuando pronunció el nombre del Jefe de Ciencias del comportamiento.

Alana termina la llamada abruptamente y Hannibal cuenta hasta 5 para hacerse presente.

—¿Todo está bien? — preguntó caminando hacia ella dentro de su sala principal, donde la psiquiatra se mantiene sentada en uno de los sillones individuales de terciopelo azul, con la mirada perdida en el posabrazos donde sus manos juegan con el suave material.

—Era Jack — soltó ella con resentimiento en su voz— llamó para decirme que Abel Guideon puede estar detrás de mí. Encontraron su rastro en Charles Village, quiere que algunos agentes me vigilen por si acaso él aparece.

EternidadWhere stories live. Discover now