La recibo con ganas, y es que jamás voy a cansarme de los labios de esta chica. Jamás voy a cansarme de sentirla cerca de mí. Aunque lo deseara con todas mis fuerzas, jamás podría olvidarme de ella. Ni en mil años ni en mil vidas. Y supongo que mi corazón tampoco.

La empujo divertido, lentamente, obligándola a andar hacia atrás hasta que choca con el respaldo del sofá. Pego mi cuerpo al suyo haciendo que arquee la espalda y suelta una risa sobre mi boca que finaliza el beso.

-Sara: ¿algo va mal por ahí abajo? -pregunta jocosa mirándome a los ojos

¿Quiero quitarle la camiseta que lleva puesta ahora mismo? Evidentemente. No sé si mi amigo necesita recuperar su mes de luto o si es ella la que ahora me parece extremadamente apetecible. Puede que sean ambas cosas.

Me muerdo la lengua algo frustrado mientras sonrío vacilante.

-Dani: podré soportarlo -admito su suposición- siempre y cuando no te acerques demasiado -apunto

Coloco una de las bolsas de basura sobre su cabeza antes de separarme de su cuerpo y abro la que tengo en las manos.

-Sara: intentaré mantenerme alejada pero no puedo prometerte nada -bromea abriendo su bolsa

-Dani: realmente no quiero que te alejes -escupo. Y diría que no se esperaba esa respuesta-. ¿Me ayudas o qué?

. . .

Me coloco bien el gorro de la sudadera y me giro percatándome de que está inspeccionando cada rincón de mi habitación. Cuando siente mis ojos sobre sí se da la vuelta para mirarme. Parece decepcionada.

-Dani: ¿qué pasa? ¿por qué me miras así? -pienso en voz alta

Sonríe tristemente. Durante la comida todo ha ido... bien. Ha ido genial. Hemos pasado el rato riéndonos por mil cosas varias. Los cuatro, como antes.

Hemos dejado a Ana y a mi hermano terminando de recoger y acabamos de subir porque obviamente tenemos que hablar. De todo. Necesito contarle lo que sé gracias a Mónica y necesito poner en orden lo nuestro.

-Sara: no has dejado ni un mínimo rastro de mí entre estas cuatro paredes -habla

Alzo las cejas algo sorprendido. Por eso estaba analizándolo todo... Tiene razón. Guardé todas nuestras fotos, todas las gomas de pelo que perdió entre mis sábanas e incluso una colonia que algún día que no recuerdo decidió dejar en mi casa; pero... ¿a qué viene eso ahora?

-Dani: ¿tú no has quitado de en medio todo lo que te recordaba a mí? -me intereso

Niega con la cabeza.

Vaya. No me esperaba esa respuesta.

-Sara: solo guardé una foto, porque se rompió el cristal del marco -explica

-Dani: yo no podía ver tus cosas por aquí cada día -admito-. También quité las fotos que tenía con Álvaro -añado

-Sara: claro -asiente no muy convencida-. Lo entiendo, no pasa nada, es solo que... no sé, da igual -niega con la cabeza y cierra los ojos un segundo-. ¿Qué has hecho con ellas? Con las fotos y eso -pregunta a medida que me acerco

-Dani: está todo guardado, Sara -toco la punta de su nariz con mi índice

Clava sus ojos en los míos.

-Sara: ¿y qué vas a hacer conmigo? -suelta

Sonrío con los labios sellados. Su pregunta me pilla totalmente desarmado.

-Dani: estoy teniendo pensamientos impuros, señorita -bromeo para disipar la tensión creada

Ella se ríe levemente, sin ánimos, y se abraza a mí. Rodea mi cintura con sus brazos y apoya su cabeza en mi hombro. Puedo sentir su respiración en mi cuello, lo que hace que se me erice la piel.

Acaricio su espalda con constancia y permanecemos así varios minutos. Lo único que se escucha en la habitación son nuestras respiraciones relajadas. Y qué paz.

-Sara: mira, si todo esto se queda en un simple recuerdo... -su voz se quiebra y frunzo el ceño alejándome de su cuerpo lo justo para observar su rostro

Los ojos le brillan y esta vez es por culpa de las lágrimas que amenazan con salir. Aún así me sonríe, y no sé qué me duele más: que esté a punto de llorar porque piensa que voy a darle la patada o que a pesar de ello me sonría.

-Dani: eh -dejo una de mis manos sobre su mejilla

En cuanto hago contacto con su piel una de aquellas lágrimas caen.

-Sara: si lo de anoche se queda en cosa de una noche...

-Dani: Sara, ni yo necesito siete copas para decirte que te quiero ni tú necesitas irte lejos para saber que me quieres cerca -la interrumpo

-Sara: escúchame -insiste, y mete sus manos en los bolsillos de la sudadera que llevo puesta-. Si lo de anoche se queda en cosa de una noche -repite-, lo único que te pido es que podamos... tener buen rollo -dice no muy segura de haber encontrado las palabras correctas-. Quiero que volvamos a ser los de antes, todos -aclara-, sin importar lo que pase entre tú y yo o entre tú y Álvaro, ¿vale?

Nuestro grupo de amigos está completamente dividido desde que pasó lo que pasó. Es cierto.

-Dani: Sara... -intento explicarme mientras seco sus mejillas con mis pulgares

-Sara: espera -me interrumpe ella ahora- espera.

Saca las manos de mis bolsillos y pasa los nudillos de su índice por sus respectivas ojeras húmedas. Después me mira y rodea mi cuello para besar mis labios. Despacio pero intensamente.

Me dejo llevar de forma inevitable los primeros segundos, pero finalizo el beso repentinamente para hablar.

-Dani: ¿qué te hace pensar que lo de anoche se va a quedar en cosa de una noche? -pregunto

Hemos estado bien. Aunque al despertarnos hemos tenido un pequeño encontronazo, lo hemos medio solucionado. Y tras eso he dejado de luchar conmigo mismo y he intentado actuar como me apetecía en cada momento. Joder, la he tratado como si fuera mi novia de nuevo. ¿Por qué piensa eso? ¿Por haber quitado un par de fotos?

-Sara: el miedo a llevarme un golpe de realidad más tarde -me contesta en un murmuro

❤️

¡He conseguido terminar el capítulo entre apuntes y exámenes finales! Espero que os guste y sobretodo que estéis bien. ¡Mucha suerte a todxs lxs que estéis de exámenes! Como siempre: os leo 💗💗

Llegaste tú 2 || GemeliersWhere stories live. Discover now