Capítulo 29

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La imágen recorría mi cabeza día y noche; estaba en mi habitación, del psiquiatra, y como de costumbre Matt me había ido a visitar. Se encontraba sentado en el pisito del doctor, girando la silla sin control.

Pero algo raro había en él, intentaba no dirigirme la mirada, ni voltear si quiera el rostro hacia mí.

¿Qué le pasaba? Lo sentía distante y algo melancólico, cosa que no era normal en él.

-¿Pasa algo?- pregunté después de un buen rato.

-No, nada... ¿Por qué?

Negué con la cabeza, sin decir nada. Nos quedamos en silencio por un buen rato.

Después de prestar atención por bastante tiempo a sus gestos lo, escuché, un pequeño pero acalambroso llanto dentro de sí, lo conocía perfectamente como para entender lo que le sucedía. ¿Qué le había hecho esta vez ese imbécil? Detuve los giros de la silla con un pie, hasta que quedamos cara a cara, y le sujeté el mentón con la mano que tenía libre, porque la otra estaba encadenada a la cama, por "seguridad", para levantarle el rostro.

Lo inspeccioné atentamente, ahí estaba, bajo el ojo izquierdo... Le sonreí con tristeza.

-Aún no aprendes a maquillarlo bien...-dije intentando no quebrar mi voz.

Matt se acarició el moratón que tenía bajo el ojo, se había puesto kilos de base para cubrirlo, pero era tan rojo y estaba tan hinchado que sus esfuerzos fueron en vano. Miró al suelo, sin decir palabra alguna.

-¿Cuándo vas a terminar con él?-dije levantándole la cara una vez más

Él simplemente se dedicó a negar con la cabeza, fingiendo una sonrisa.

-Matt, te hace daño...- estaba preocupada por su salud, yo ya no podía estar ahí para él, ni ayudarle en cualquier momento que necesitase.

-Lo amo...- fue lo único que salió de sus labios, casi como un susurro.

-Pues vaya mierda de amor que te has llevado.

El volvió a sonreír, cabizbajo.

-Te propongo un trato...-hice como si lo estuviese pensando por un rato, mientras me ganaba su atención.- El día en que yo muera de estrés aquí dentro, tu le vas a enterrar un palo en el culo a ese imbécil, o por lo menos lo vas a terminar.

-______(tn)...

-¿Es un trato?- lo interrumpí

-Es un trato.-dijo con una pequeña sonrisa, esta vez, real.

Me desperté abrazada a Jack, con algo de frío, ya que él no emanaba calor de su cuerpo. Estaba durmiendo como un tronco.

Me levanté con tal cuidado para no despertarlo, pensé en Matt, ¿como estaría? ¿seguiría con ese idiota?

Me acerqué a la ventana, estaba nevando.

No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora